En el Este mendocino y en líneas generales, las PASO ratificaron la gestión de los caciques más arraigados al apoyar sus listas de concejales, aunque basta con bucear un poco entre datos para advertir ciertas particularidades.
El intendente de La Paz, por ejemplo, es el único en la región que conserva un respaldo superior al 50%; en Santa Rosa, el voto en blanco se convirtió en la cuarta fuerza; en San Martín, por primera vez Jorge Giménez ganó una legislativa y en Rivadavia, a la interna de Cambiemos se la llevó el intendente, Miguel Ronco.
Cambia Mendoza llegó a las PASO en el Este con internas sólo en Rivadavia, donde enfrentaron listas los principales referentes: el intendente Miguel Ronco y su antecesor Ricardo Mansur. Allí, el oficialismo pondrá en juego en octubre cuatro bancas de concejales y el problema es que no hay lugar para todos, por eso la interna: Ronco sumó gente del Pro y Mansur del socialismo.
Finalmente, la interna la ganó Ronco con el 57,7% y colocará en la boleta de octubre los dos primeros candidatos a concejal y recién el tercero será de Mansur. En Rivadavia, Cambia Mendoza alcanzó el 46% y el justicialismo, que también tuvo interna entre cinco listas, sumó el 38,7%.
En San Martín, Giménez se impuso en todas las ejecutivas desde 2003, por eso transita su cuarto mandato, pero nunca pudo alcanzar un triunfo en una votación de medio término. Ahora, y si repite los números del domingo, finalmente tendrá esa posibilidad: “Nosotros venimos trabajando como siempre, por lo que es probable que si esta vez ganamos una legislativa sea más por errores de Cornejo y Macri”, señaló Giménez.
Así, el peronismo de Somos Mendoza sacó en San Martín 41,7% de votos contra el 35,6% de Cambia Mendoza: "Decir como dicen algunos que nos ayudaron los votos k, es una chicana. En Buenos Aires el kirchnerismo fue por afuera pero en San Martín hubo una interna de peronistas y la ganó Nueva Conducción".
En Santa Rosa, la intendente Norma Trigo perdió su primera elección, luego del triunfo que en febrero la puso al frente del municipio.
Aunque el oficialismo trata de minimizar el resultado diciendo que Cambia Mendoza fue la lista más votada, lo cierto es que la suma de las agrupaciones peronistas que fueron a internas pone a Somos Mendoza por encima, con un 40,6% contra un 38%.
El tercer lugar fue para Unidad en Acción, del demócrata Antonio Ponce, que rompió con Cambiemos en medio de denuncias contra la intendente; el cuarto puesto se lo llevó el voto en blanco con el 11,2%, dato que confirmaría cierto hartazgo de los santarrosinos con la crisis eterna de la política local.
El triunfo de Cambia Mendoza en La Paz fue contundente y alcanzó el 54,5% de votos, lo que muestra la vigencia del intendente Gustavo Pinto, que migrará tras las elecciones de octubre a una banca en la Legislatura y que se ha acostumbrado en su municipio a victorias por arriba del 50%. Allí, Somos Mendoza que tuvo una interna entre cuatro listas, sumó 39,4%.
En Junín, el siempre contundente Mario Abed, acostumbrado a cifras por arriba incluso del 70%, tuvo una victoria con gusto a poco, que se vivió en el Ejecutivo con preocupación: Cambia Mendoza sacó en la categoría de concejales el 38,9% de los votos contra el 35% de Somos Mendoza que tuvo una interna de cinco listas.
Así, lo que fue una victoria del radicalismo, despertó preocupación porque los números están lejos del 52% que Abed obtuvo en las PASO legislativas de 2013: “Nos relajamos. No haber tenido internas nos jugó en contra y no tuvimos el contacto con la gente que requiere una elección. Asumo la responsabilidad y vamos a trabajar para mejorar en octubre”, dijo Abed.
