La llama olímpica para los Juegos de Tokio fue encendida este jueves con ausencia de espectadores debido al coronavirus en Grecia, que tuvo este mismo día su primer muerto.
En el lugar de los primeros Juegos de la antigüedad, la llama fue encendida de manera tradicional, con los rayos de un sol radiante que pasaron a través de un espejo parabólico, y será ahora encaminada hasta Japón, para la ceremonia de apertura de Tokio-2020, el 24 de julio.
La ceremonia se desarrolló sin espectadores, con solo un centenar de invitados, bajo un cielo sin nubes, con el canto de los pájaros de fondo, en el estadio antiguo, recubierto de flores primaverales.
No es la primera vez que la llama olímpica se enciende sin presencia de público. Había ocurrido lo mismo en 1984, cuando había sido encendida sin ceremonia ni espectadores por la protesta de los organizadores griegos contra la comercialización de los Juegos Olímpicos de Los Angeles.
Esta vez, el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Olímpico Griego tomaron medidas drásticas debido al coronavirus, que contaminó a 98 personas en Grecia y causó la muerte a una persona este jueves en un hospital de Patrás, a unos 120 km de Olimpia.
"Para esta ceremonia, lamentamos haber tenido que reducir la participación para proteger la salud pública", declaró el presidente del Comité Olímpico de Grecia, Spyros Capralos.
Por primera vez en la historia, una mujer iniciará el relevo de la llama, la griega Anna Korakaki, campeona olímpica, europea y mundial de tiro.
La antorcha olímpica atravesará 31 ciudades y 15 sitios arqueológicos en Grecia, cubriendo 3.200 kilómetros, terminando su recorrido heleno en el estadio panatenaico de Atenas, el 19 de marzo, donde se entregará a la delegación de Tokio-2020 antes de volar hacia Japón.