La impresionante seguidilla de asesinatos que arrancó el viernes 13 de febrero, marcó un leve ascenso en los registros de homicidios registrados en Mendoza durante el segundo mes de este año, en relación al mismo mes año pasado: en este febrero que terminó se produjeron 19 muertes violentas; en tanto que el mismo mes pero de 2014, la marca llegó a 16.
Desde el 1º al 12 de febrero sólo se habían contabilizado 4 homicidios, entre ellos el de un presunto ladrón -Gerardo Agüero (24)- que el jueves 5 participó de un robo a un camión de reparto de gaseosas y fue ultimado por un policía de civil que custodiaba la carga, luego de que los delincuentes gatillaran sus armas.
Hasta aquí, las muertes violentas se podían contar con los dedos de una mano... hasta el "fatídico" viernes 13, cuando las cifras comenzaron a crecer: ese mismo día fueron asesinadas dos mujeres.
En San Rafael un delincuente que no ha sido detenido aún, ingresó en la casa de una anciana, Camelia Avila (76), y la mató a golpes para cometer un robo. Horas más tarde murió la modista de Guaymallén Ramona Carmona (56), cuyo cuerpo fue encontrado dos días después en el desierto de Lavalle, con cuatro disparos fatales. Su marido, Juan Carlos García, se encuentra detenido imputado por este presunto femicidio.
Matan a un policía
Pero sin duda el caso más violento y conmocionante fue la muerte del policía Jonathan Funes (24). El joven auxiliar se encontraba en el hospital Perrupato de San Martín custodiando a un detenido, Cristian Oscar Tapia, alias "El Pirincho", cuando dos sujetos entraron, asesinaron al uniformado y se llevaron al paciente. Al día siguiente fue recapturado en un camping, junto a algunos parientes.
Tres delincuentes fueron detenidos por este crimen e imputados por homicidio agravado por premeditación de dos o más personas, por criminis causa, por el uso de arma de fuego y por tratarse de un funcionario policial.
La Policía sigue buscando a Javier Arturo Carnevalini (40), uno de los delincuentes que ingresó al Perrupato. Pero lo más "llamativo" del asunto es que Tapia y Carnevalini habían sido detenidos en 2011, cuando robaron una joyería céntrica. Un año después fueron condenados por la Quinta Cámara del Crimen, pero luego esta sentencia fue revocada en una instancia superior. Y quedaron libres...
Violencia fuera de las canchas
Pero si el crimen del policía y sus derivaciones generaron gran conmoción, no fue menos la que causó la muerte de tres personas, la noche del 15 de febrero, en los "festejos" del partido en que Gutiérrez, consiguiera el ascenso al torneo Federal A, tras vencer a Huracán Las Heras por penales.
Esa noche, a las 21.30, Claudio Manuel Medina (23) estaba festejando el triunfo de su equipo en el barrio Azúcar de Maipú, junto a tres amigos, cuando aparecieron dos barras del club Maipú en moto y comenzaron a dispararles . Medina murió, en tanto que sus tres compañeros resultaron heridos.
Dos horas más tarde, en Las Heras, Viviana Lencinas iba bordo de un VW Voyage junto a su familia cuando dos motociclistas cruzaron disparos entre sí. Una de las balas atravesó la luneta del vehículo y le dio en la nuca a la mujer. Murió instantáneamente.
Minutos más tarde, a José Luis Páez unos desconocidos lo metieron a un taxi en Independencia y Perón de Las Heras y desde allí fue llevado al hospital Carrillo, donde murió como consecuencia de una herida de bala. Según la Policía, se produjo un tiroteo entre unos hinchas que iban en un micro y otros que iban en un camión y una bala impactó contra Páez.
Obviamente, no faltaron en este sangriento febrero las clásicas muertes en riña, peleas entre bandas por la venta de droga o situaciones confusas que nunca terminan de aclararse.
Ese tipo de muertes no sólo tiene lugar en las calles de los barrios calientes del Gran Mendoza, sino también en las cárceles: el 24 de febrero fue apuñalado y murió Jonathan Romero (26), durante una pelea entre dos grupos de presos en la cárcel de San Felipe.
