Mientras en Argentina disfrutábamos el feriado puente, los mercados se mantuvieron activos en EEUU, donde en el cierre del martes ya se anticipaban noticias para preocupar. En la mañana del miércoles, autoridades del Tesoro anticiparon que ampliarán la emisión de bonos para financiar la incesante demanda de gobierno de Donald Trump, cuyo déficit crece cada vez más.
Al ampliarse esta emisión, los inversores están decidiendo posicionarse en bonos norteamericanos, cuya tasa ya está en 3%. Pero, además, la Reserva Federal, que el miércoles mantuvo la tasa de los bonos de 10 años en 1,75, anticipó nuevas subas. Además, no comprará más bonos del Tesoro, para no ampliar la cantidad de dinero disponible.
Con todas estas noticias el dólar se disparó en todo el mundo y se devaluaron, en distintas proporciones, las monedas de todos los países desde el euro hasta el real y el peso chileno. Hay mucha inestabilidad en los mercados y, es este caso, los recursos van al dólar.
De todos modos, hay que esperar cuál será la reacción del gobierno de Trump, que basó su política proteccionista en aranceles y guerra comercial junto a una moneda débil para reactivar sus exportaciones. Con estos movimientos, el dólar se va a revaluar y complicará la estrategia del presidente porque perderá competitividad, salvo que recibiera una lluvia de inversiones en tecnología.
Las consecuencias sobre Argentina fueron las previstas. Siguió la presión sobre el dólar y el Banco Central tuvo intervenciones menores. No tiene sentido gastar divisas cuando el proceso es internacional.