A pesar de los diferentes conflictos que vive el sector, el primer trimestre del año muestra un leve repunte de las exportaciones de fraccionados en valor del 0,8% y 5% en volumen, lo que da un leve respiro a los empresarios vitivinícolas. No obstante, todos ellos señalan que atrás quedaron aquellos números de dos dígitos que sólo daban lugar para realizar pronósticos alentadores.
Hoy, las estadísticas distan mucho de esa realidad, pero dejan entrever una luz de esperanza teniendo en cuenta los números que dejó 2014, con una caída promedio del 13% en volumen y 10% en valor.
No obstante, un dato que preocupa es la merma del precio promedio de los vinos argentinos, el cual no logra repuntar, y puede explicar por qué se crece en volumen y no así en valor. Según datos de Caucasia Wine Thinking, entre enero, febrero y marzo, la baja en comparación con el mismo período del año pasado fue del 3,9%, cuando el litro tenía un valor de U$S 3,97 y hoy se ubica a U$S 3,82.
En líneas generales, el fraccionado pasó de 168,9 millones de dólares exportados entre enero y marzo de 2014 a U$S 170,3 millones para el mismo período de este año. Por su parte, las exportaciones por litros aumentaron a 1.989 millones.
Pero el leve crecimiento está impulsado sobre todo por la baja que tuvo el tetra brik de los envíos al exterior, que cerró en el primer trimestre con caídas del 38% en volumen y en valor.
Por otro lado, al analizarse todas las categorías, Argentina mostró una caída de sus envíos en un 6,8% en valor, un 8,1% en precio promedio, pero un repunte del 1,4% en volumen.
Otro producto que confirmó su tendencia bajista fue el mosto, que reflejó un descenso del 41% en valor y 19% en volumen. Por lo que queda en evidencia la baja del 27% en su precio promedio por litro, que pasó de U$S 1,94 en 2014 a U$S 1,41 en los meses analizados.
En tanto, el granel mostró una importante mejoría en volumen del 14%, pasando de 23,9 millones de litros a 27,2 millones en 2015. A pesar de esto, y continuando con los números generales que deja el total de las exportaciones, el precio acusó una caída del 13% y en el primer trimestre de este año se comercializó a 0,83 dólar el litro.
En tanto, los espumantes continúan creciendo en volumen (4,8%), no así en valor (-1,6%).
Principales destinos
En el primer trimestre del año, según el informe mensual de Caucasia, la evolución interanual de las exportaciones de vino fraccionado en botella, según mercados de destino, refleja la caída del precio promedio en los principales 10 destinos de Argentina.
El precio promedio por caja cayó 5,6% pasando de U$S 37,46 a U$S 35,38. En el ranking, los valores donde peor llegó el vino argentino fue en Países Bajos, China y Suecia, con porcentajes de baja mayores al 11%.
El principal mercado para los vinos argentinos, Estados Unidos, volvió a crecer en volumen 12,6% y valor (6,6%). No así el precio promedio, que cayó 5,4% y se estableció en los 37 dólares por caja.
Además, Canadá, segundo mercado en importancia, también muestra un aumento en cantidades del 3,7%, pero no así en precios, que cayeron 3,8%. Aquí, la caída del precio promedio por caja fue más pronunciada aún y llegó al 7,2%.
En lo que respecta a “Países latinoamericanos”, datos de Caucasia Wine Thinking muestran el crecimiento, tanto de Brasil como de México. En el caso del primero, la suba en volumen fue del 9,4% y en el del segundo, 23,2%.
Según Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, aún es temprano para dar una conclusión contundente de cómo se desarrollará el año. Sin embargo, “no hay que esperar que la situación sea muy lejana al comportamiento que tuvieron los envíos de vino en 2013 y 2014”.
Para el ejecutivo, “esto demuestra, una vez más, que la inflación y la paridad cambiaria retrasada siguen pegando al sector”. “¿Creemos que habrá cambios y que el Gobierno va a tomar medidas para cambiar esta situación? Casi seguro que nada va a suceder y la situación poco favorable que venimos acarreando de otros ciclos se va a repetir”, se preguntó y respondió Pina.
Federico Cassone, de la bodega homónima, señaló que “hay un importante sobrestock de vino, tanto en los países productores como en los mercados de todo el mundo”. Para el propietario de Familia Cassone, esta situación provoca una competencia mayor desde el punto de vista del comerciante y del consumidor, que se fija más detalladamente en el precio.
Así, “los vinos argentinos siguen luchando contra vinos de otros países, algunos más organizados, que pueden acompañar a sus productos a los mercados y, aun más importante, algunos sin inflación, algo que nos sigue perjudicando terriblemente en el costo y precio de nuestros vinos”. Es así que el empresario explica la caída del precio promedio en todos los destinos de Argentina.
A pesar de los buenos números, José Manuel Ortega, propietario de O. Fournier, señaló que desde hace meses la situación está complicada y estos porcentajes de aumentos no reflejan la situación actual del sector.
“La inflación extrema con tipo de cambio fijo sigue obligando cada vez más a las bodegas a dejar de vender para no hacerlo a pérdida”. Por lo que, al igual que el gerente de Bodegas de Argentina, Ortega indicó que el país seguirá viendo cómo poco a poco se perderán puestos en la pirámide de ventas.
“Primero fueron los graneles, luego los vinos fraccionados de precio bajo. La cuadratura del círculo es imposible y aquí siempre se quiere conseguir eso”, sentenció.
Otro inconveniente que presentó Pina es que el país ha perdido la base de la pirámide -caja a 20 dólares-. “Por una cuestión de costos, a las bodegas no les conviene exportar a esos valores. Por lo que entonces es cuando nos respondemos por qué no aumenta el precio del vino y la uva.
Esa caja se elabora sólo con parrales del Este o San Juan con un rendimiento por hectárea de 200 quintales. Al no poder exportarse esos vinos, el granel queda en el mercado interno, donde no hay espacio para tanto producto. Por lo que comienza el conflicto de balanza de sobrestock que afecta al sector”, explicó Juan Carlos Pina.
Por su parte, Cassone aclaró que los vinos que más sienten el impacto son aquellos que tienen un precio al público de hasta U$S 15. Al igual que sus colegas, señaló que los costos de estos vinos suben y sus precios no logran hacerlo de la misma manera, por ende pierden el espacio que tanto costo alcanzar en el mercado.
“Considero -continuó- que vinos de precios entre los U$S 18 y U$S 25 se están desarrollando de buena manera, y en ellos entra en juego el aporte de la marca acerca de la región de donde proviene, el tipo de vino y sus características intrínsecas”.
“La franja de precio para Argentina que ha tenido la mayor caída es entre U$S 60 y U$S 110 por caja (-11%) mientras que la franja de precio que más ha crecido para Argentina es la de menos de U$S 15 por caja (+58%), demostrando que hay bodegas compitiendo en un segmento muy bajo de mercado”, explicó Diego Surazsky, gerente de Exportaciones de Bodega Norton.
Con respecto a esto, señaló que a pesar de la inflación y aumentos de costos, la empresa muestra datos positivos en el primer trimestre. Sin embargo, aclaró que los productos del establecimiento están compitiendo en franjas de precios más altas mientras que las de U$S 15 ya no están.
Como conclusión, el directivo de Familia Cassone estima que la dificultad comercial que existe al momento de vender el vino es cada vez peor.
“Mientras nuestros costos de producción no se mantengan estables y no nos permitan trabajar en base a lo que los mercados necesitan, no será fácil seguir manteniendo nuestros vinos en las góndolas y hacer que sigan siendo competitivos”, puntualizó el empresario.
La tendencia positiva se refleja en el mercado interno
En el acumulado enero-marzo la comercialización de vinos al mercado interno ascendió 7,88%, con baja del 0,36% en los vinos blancos, que fueron el 23% del total, y suba del 11% en las ventas de vinos de color, que constituyeron el 77%. Asimismo, aumentaron el 7% los despachos de vinos sin mención varietal, con bajas en los blancos y subas en los de color.
Los vinos varietales crecieron 18% con subas en los blancos y en los de color. Por su parte, los espumosos mostraron baja del 8%. No así, la performance de los vinos fraccionados, que crecieron 8%. El 48% se negoció en botellas con suba del 4%. Aumentaron 11% en los envases de 1001 a 1500 cc y el 8% en los de 651 a 750 cc. Además, crecieron 13% los despachos en envase tetra brik y mermaron 0,07% las damajuanas.