Ayer en el Líbano, el Barcelona y el Real Madrid se enfrentaron en un clásico de exhibición. En los equipos, las leyendas del fútbol se divirtieron luciéndose en el verde pasto. Alli, la gran atracción fue el brasileño Ronaldinho, ídolo del elenco azulgrana que nunca perdió su magia y una vez más deleitó a los presentes con sus exquisitas asistencias; incluso una títpica: lanzar el balón sin mirar.
Bastó con seis minutos para que el "10" sorprendiera en su vuelta al campo de juego. Dos habilitaciones al francés Giuly y otra al portugués Sabrosa para el triunfo por 3-2.
La brillante actuación del brasilero
El resúmen del partido