Los violentos volvieron a hacerse presente en un campo de juego del fútbol mendocino. Y no les importó que a Lavalle le quedaran poco más de seis minutos para soñar con un gol que le diera la posibilidad de mantenerse en el círculo privilegiado de la Liga.
Arruinaron todo y dejaron hecho jirones a su club. Es que cuando se jugaban los últimos diez minutos del encuentro, el asistente Carlos Calderón recibió un impacto parte de un simpatizante local que no tuvo mejor idea que comenzar a arrojar proyectiles al campo de juego. El desenlace se veía venir: uno de ellos impactó en el rostro de uno de los colaboradores de Conte, quien suspendió el partido a los 39 minutos del complemento.
"Instantes antes habían tirado un piedrazo que le pasó cerca a Calderón hasta que le pegaron un botellazo que le impactó en la ceja." Árbitro Paolo Conte
“Dos minutos antes habían tirado un piedrazo que pasó muy cerca del asistente número 1 Carlos Calderón, dos minutos después se da vuelta para mandar a uno de los suplentes al banco de suplentes porque ya habían hecho los tres cambios y le tiraron un botellazo que le impactó con la parte inferior de la botella en la ceja. Quedó mareado y decidimos suspender el partido cuando el marcador estaba igualado 1 a 1”, relató el árbitro Paolo Conte a este medio.
De esta manera, el informe pasará al Tribunal de Penas de la Liga Mendocina de Fútbol, organismo que deberá decidir que resolución toma.
Reglamentariamente, los puntos deberían ser para Boca Juniors de Bermejo y a Lavalle no sólo le darían el encuentro por perdido (lo que lo catapultaría al descenso de categoría) sino que también debería acarrear con alguna otra sanción. Antes de esto hubo un encuentro de fútbol en el que Lavalle se puso en ventaja con un tanto de Tomás Vera y se ilusionaba con la salvación, pero en el inicio del complemento Boca lo empató y hacía su negocio porque Muni perdía y el Xeneize tiene mejor diferencia de gol. Hasta que sucedió lo peor. Y sí, los imbéciles son como las hormigas...
