El invicto tandilense Matías Rueda se valió de un recurso en el límite de lo ético para noquear al experimentado santafesino Néstor Paniagua en el tercer round y retener así el título latino pluma de la OMB, la misma entidad que lo tiene segundo y expectante en el escalafón.
En el Estadio Arturo Humberto Illia, en la ciudad bonaerense de Dolores, "La Cobrita" Rueda (57,100 kilogramos), quien a los 27 años es en su división campeón argentino y sudamericano, además de latino, disparó un sorpresivo, potente y determinante gancho al hígado del retador (57), pero lo hizo cuando apenas se estaban separando tras recibir la orden del árbitro Gustavo Tomas.
Ese golpe corto, veloz y certero del imbatido tomó totalmente desprevenido y desprotegido a Paniagua, quien como consecuencia quedó tendido y escuchó sin remedio la totalidad de la cuenta.
Antes de esa escena que le puso fin a la pelea, Rueda dejó la misma sensación que en sus antecedentes más recientes, que ataca muchísimo mejor de lo que se defiende.
Queda en evidencia que el encumbrado boxeador cuando golpea causa daño y se hace sentir, pero resta saber qué sucederá cuando se le aumente definitivamente la exigencia.
Hasta el momento del desenlace el oriundo de Esperanza se desempeñaba como un interesante probador, por experiencia, roce internacional, movilidad y su intención de responder a los intentos del favorito, es decir, sin resignarse al papel de acompañante necesario de la figura en ascenso.
Pero, más allá de lo objetable del modo en esta ocasión, la innegable contundencia le permitió a Rueda imponerse una vez más y es un argumento muy respetable y valioso para sus sueños y pretensiones mundialistas, a tal punto que su récord crece, tanto que ya contiene 26 triunfos, 23 de ellos explosivos, y en sus números no aparece ni un solo empate.
De ninguna manera es fácil o al alcance de cualquiera vencer siempre y menos aún noquear casi sin excepciones.
Por su parte, su examinador de turno, a quien no estaría de más volver a encargarle la misma misión, a los 36 años, pasó a reflejar en su palmarés 26 victorias, 17 de ellas expeditivas, nueve reveses y dos combates igualados.
