Un ordenamiento territorial adecuado y la necesidad universal de vivir bajo un techo digno son dos aspectos que deberían ir de la mano, aunque difícilmente se logra ese equilibrio ideal.
Según un informe de la Subsecretaría de Hábitat y Desarrollo Humano del Ministerio del Interior (Nación) -con datos de 2016-, en el Gran Mendoza hay 164 asentamientos precarios e informales, y en ellos se han instalado 10.658 hogares.
En el Gran Mendoza este relevamiento corrió por cuenta de cada municipio. Ellos encararon sus relevamientos propios y el Instituto Provincial de la Vivienda fue el encargado de centralizar, unificar dicha información y aportarla a la flamante Plataforma Abierta Nacional del Hábitat, presentada el jueves por el ministerio del Interior.
Desde la web, esta herramienta permite acceder públicamente a la información referida a las distintas regiones argentinas, ya sea para trabajar o investigar en el campo.
Retomando el plano provincial, Guaymallén es el departamento que mayor cantidad de viviendas ubicadas en zonas precarias o vulnerables: contabiliza 2.916 casas en 37 asentamientos, según el informe del IPV elaborado el año pasado. Maipú, en tanto, es la comuna del Gran Mendoza con menos asentamientos (15) y viviendas en ellos (454).
“Se adoptó el término ‘asentamientos precarios e informales’ como algo general. Pero se incluyeron villas, asentamientos y ocupaciones informales que, si bien tienen diferencias, deben ser abordados de una u otra forma a nivel estatal”, destacó la jefa de Desarrollo y Gestión Estratégica del IPV, Paulina Gil.
“Se incluyen las familias agrupadas en viviendas precarias donde más de la mitad de quienes viven en el terreno no poseen título de propiedad. También se contemplan a casas que no tienen acceso regular a al menos uno de los servicios básicos (red de agua, red eléctrica con medidor o red de gas), o que viven en condiciones ambientales y sociales deficitarias”, indicó Gil, quien resaltó que se trata de un aporte valioso e inédito, ya que en los censos nacionales no se especifica la categoría de asentamiento, aunque puede inferirse según el tipo de vivienda o los servicios. Por ejemplo, el censo 2010 contabilizaba 9.801 casas con piso de tierra o ladrillo suelto en toda la provincia.
Zonas urbanas
Si se tiene en cuenta la proporción entre cantidad de asentamientos y número de viviendas en los datos del IPV, los departamentos con la problemática de vivienda más grave son Las Heras y Guaymallén. El primero tiene en promedio 90 hogares por asentamiento precario y el segundo, 79. En Ciudad, en tanto, hay 66 viviendas por cada uno.
Por su parte, Maipú es el que menos asentamientos y viviendas humildes tiene: una media de 30 hogares por barrio. Y en Godoy Cruz hay 49.
“Esta situación se da porque, a nivel mundial, los asentamientos crecen en los lugares más urbanos o con mayor cercanía a los lugares de trabajo, de acceso a la salud pública y de líneas de colectivo. No se trata de algo casual. Porque son también los departamentos y las zonas con mayor oportunidad de acceso al trabajo informal”, resumió la funcionaria del IPV.
Asentamiento vs. villa
Al tratarse de un estudio que es parte de una medición nacional, resultó fundamental intentar acercar los criterios lo máximo posible sobre los conceptos de villa, asentamiento y ocupación irregular. Sin embargo, no es algo fácil.
“Es muy difícil formular una sola definición para ‘asentamiento’, precisamente porque hay muchos autores. En el IPV hace años se venía trabajando con un relevamiento y ya teníamos un bagaje. En 2015 se creó un registro con el objetivo que se vaya replicando en todos los municipios, y por eso es que para este relevamiento los datos fueron aportados por cada departamento; y cotejados y centralizados por el IPV”, resumió Gil, quien destacó que incluso el tema es “sensible”.
Dejando en claro que se nuclearon todos los tipos de viviendas en la denominación “asentamientos precarios e informales” y que no se trata de conceptos universalizados, desde el IPV se refirieron a las diferencias entre cada tipo de vivienda.
Así, el concepto de ‘villa’ incluye a los barrios cuyas casas presentan precariedad o hacinamiento, que contienen una trama irregular (no son barrios ‘amanzanados’ y también se caracterizan por deficiencias en el acceso formal a los servicios. Tampoco cuentan con infraestructura de ciudad y no tiene una continuidad en la trama urbana).
Los asentamientos, en tanto, son aquellos barrios cuyos conjuntos de viviendas también son precarias, aunque buscan mantener cierta continuidad con la trama urbana e integrarse a ella (a las calles, por ejemplo). También cuentan con un deficitario acceso a los servicios y quienes allí viven no siempre son propietarios de las tierras.
Por último, ocupaciones informales son aquellas construcciones que no fueron levantadas como una casa (una fábrica abandonada, por ejemplo), pero que por encontrarse abandonadas fueron ocupadas por familias enteras y las usan como tales.
“Lo que se busca con esta herramienta (a nivel nacional) es transparentar la situación real, mostrarla aún siendo una situación riesgosa. Y hacer un registro verídico para el diagnóstico. El segundo objetivo es vislumbrar que hay distintos tipos de soluciones, porque hay distintos tipos de precariedad, y no en todos lados la solución es hacer una casa nueva. Al ya tener un tratamiento integral del territorio -y no de lo que pasa únicamente en un solo lugar- permite tener también una mirada integral Y al ser de público acceso, permite que toda la sociedad se involucre de una u otra forma”, sintetizó Gil.
Más de mil personas trabajan en basurales
Durante los últimos meses, estudiantes de la UNCuyo encararon un relevamiento con la intención de conocer el número total de trabajadores que se dedican a la recuperación de materiales y sus principales características socioeconómicas. Según destacaron desde la universidad, también apuntaban a colaborar con la gestión integral de desechos sólidos urbanos del Área Metropolitana.
De ese estudio se desprendió el dato de que 1.244 personas buscan ganarse la vida -día a día- en basurales a cielo abierto de Ciudad, Godoy Cruz, Luján, Maipú, Guaymallén, Lavalle y Las Heras.
El censo tuvo como escenario los barrios donde viven estos recuperadores urbanos, vertederos a cielo abierto y ejes comerciales para recoger datos de identificación personal, ubicación geográfica, situación habitacional, composición del hogar, educación, salud, ocupación, venta e ingresos por recuperación de materiales, ingresos del hogar y organización laboral.
Mapa on line
Dos jóvenes de 28 y 31 años -oriundos de Buenos Aires- presentaron un mapa virtual que brinda la posibilidad de relevar todos los asentamientos y barrios vulnerables del país desde internet.
"DymaxionLabs" es el nombre de la plataforma y se puede acceder ingresando a la web fedebayle.github.io/potencialesvya.