Fruto de la reciente definición de las fechas electorales, el Frente para la Victoria mendocino transita una nueva etapa de reacomodamientos internos en la que aún se prioriza el criterio de la unidad, pero en todos los sectores se arrastra algún grado de disconformidad.
Es que los desdobladores iniciales que propiciaron elecciones municipales separadas para “asegurar victorias territoriales” (Integración y La Corriente) terminaron aceptando una elección unificada con la provincial lo que consideran “aceptable” pero “no óptimo”.
En tanto, los unificadores iniciales (Azules y paquistas) que consideraron “un error político” el desdoblamiento, terminaron por aceptar una elección provincial-municipal separada de la nacional.
Finalmente, las agrupaciones K (que cuestionaron tanto uno como otro desdoblamiento) se preparan para aceptar el nuevo escenario con pocas chances de romper o de “ir por afuera” aunque exigiendo replanteos de relación.
El proceso que terminó con la convocatoria de primarias municipales y provinciales el 19 de abril y elecciones generales el 21 de junio acercó -por un lado- a los sectores Integración (de Omar y Emir Félix) y a La Corriente (de Carlos Ciurca y Rubén Miranda).
Y por el otro a los Azules (de Juan Carlos Mazzón, Adolfo Bermejo y Jorge Tanús) con un paquismo de Francisco Pérez, con pocas chances de sostener precandidatos.
El tercer polo aglutina al kirchnerismo (de Guillermo Carmona y Anabel Fernández Sagasti) que el viernes reunirá a las cabezas de sus agrupaciones (La Cámpora, Corriente Nacional de la Militancia, Movimiento Evita, Partido de la Victoria, Kolina -sector no Maure- y Frente Grande) para definir los pasos a seguir.
Se esperan críticas contra “la priorización de las coyunturas locales y personales por sobre el proyecto nacional” pero es de esperar una ratificación de las políticas de unidad que ya asocian al PJ con el resto del Frente para la Victoria en Capital y San Carlos.
De los cinco precandidatos iniciales a Gobernador se espera una próxima reducción “por decantación” a dos o tres. “Ir a las PASO llevando siete precandidatos sería una señal de debilidad que nos dejaría sin chances en la general”, coinciden en los sectores.
Por lo tanto, entre Bermejo, Tanús, Miranda, Félix y Carmona se espera que al menos dos de ellos “se bajen”, integren fórmula como vices o terminen ocupando candidaturas legislativas nacionales. Y que no quede espacio para los aspirantes a precandidatos desde el paquismo: Matías Roby, Marcelo Costa, Martínez Palau y José Luis Alvarez.
