Las puertas del museo están cerradas, pero su director continúa yendo al lugar todos los días: pese a los dos años de conflicto sangriento en el este separatista de Ucrania, el primer museo del mundo dedicado a Pelé, la leyenda brasileña del fútbol, sigue en pie en Lugansk.
No es raro escuchar ruido de tiros en esta ciudad, una de las 'capitales' de los rebeldes prorrusos, pero el museo, sus muros verdeamarillos a modo de la bandera brasileña, la estatua en bronce de 'O Rei' Pelé y el inmenso balón que corona la entrada parecen como sacados de un sueño.
"El museo lleva sin abrir dos años, desde que comenzó la guerra. Había bombas explotando constantemente y tenía miedo de que cayeran en el museo", cuenta su fundador, Nikolai Judobin, que define su pasión por Pelé como "una religión personal".
"Creo que Pelé es un dios del fútbol y este lugar es sagrado, es un templo del fútbol", añade, sentado en la sala principal.
Detrás de él están expuestos, entre otros objetos, un reloj de oro regalado por Pelé al futbolista soviético Valentin Afonin, una fotografía del jugador que estuvo en la estación espacial rusa Mir o decenas de banderas que guardan relación con algún momento de la carrera del astro brasileño.
Nikolai abrió este museo con motivo de la Eurocopa-2012, que Ucrania coorganizó junto a Polonia, antes de que empezara el conflicto armado. Fue presentado entonces por sus responsables como el primer museo del mundo dedicado por entero al exfutbolista.
Las lágrimas del embajador
"Sólo dos ciudades en el mundo pueden presumir de tener un museo así: Lugansk en Ucrania y Santos, en Brasil. Pero allí el museo abrió dos años después que nosotros", sonríe. El Santos fue el club en el que se consagró el mito de la Seleçao.
"En la apertura de mi museo, el embajador de Brasil me apretó entre sus brazos y lloró. No conseguía creerse que tan lejos, en Lugansk, se podía querer tanto a Pelé", añadió con orgullo.
"La familia, Pelé y el trabajo, eso es todo lo que tengo en la vida", continúa Nikolai Judobin, un hombre tímido de 55 años que perdió recientemente a su esposa.
Una pasión que le lleva incluso a seguir al detalle el modo de vida de Pelé, sin alcohol ni tabaco. "Nunca he bebido cerveza porque Pelé tiene un modo de vida sano. Eso me ha inspirado", relata.
Su 'Pelemanía' se remonta a cuando era niño y vio por televisión cómo su ídolo marcaba el gol número 1.000 de su carrera, en noviembre de 1969.
"Decidí reunir artículos sobre él. Cambié mi bicicleta por una fotografía de periódico de Pelé. Y he continuado esa colección durante más de 40 años", explica Nikolai, que tuvo la oportunidad de encontrarse con Pelé en Moscú y Brasil. Incluso se cortó el pelo con el peluquero personal del exjugador.
Gracias al museo, las ciudades de Lugansk y Santos se hermanaron y Nikolai esperaba entonces que Pelé pudiera viajar para ver con sus propios ojos sus tesoros particulares. Pero la guerra entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes separatistas prorrusos llegó, provocando mas de 9.000 muertes en casi dos años.
"Pelé me salvó"
Desde el inicio de las hostilidades, Nikolai no ocultó su adhesión al gobierno de Kiev, pese a que las nuevas autoridades separatistas se iban poniendo en funcionamiento en el lugar. Pasó incluso tres días en la cárcel de la autoproclamada República Popular de Lugansk". ¿Qué le salvó? La reputación de su museo.
"No soy pobre. Querían arrebatarme mis bienes. Exigieron documentos de mi apartamento e incluso simularon una ejecución mediante un tiroteo. Pero luego descubrieron quién soy, tuvieron miedo del ruido que eso podría causar y me dejaron volver a casa", cuenta.
Nikolai repite que Pelé le "salvó", pero todavía no cree que haya llegado el momento de reabrir las puertas del museo.
Su sueño es poder trasladar el contenido a Brasil y comprar en Santos una casa donde pueda vivir con su nieto.
Nikolai espera también poder organizar una exposición en Kiev. Cree incluso que la imagen de Pelé puede contribuir a la reconciliación entre la capital y el Este rebelde. "Nunca he tomado las armas y me gustaría que estuviéramos de nuevo juntos y unidos", sentencia.