El Barcelona jugó su partido de la Liga española frente a Las Palmas sin público presente en protesta por los incidentes en Cataluña, donde la policía española evitó con duras cargas la votación de un referéndum de independencia considerado ilegal por el gobierno central.
Ante la indignación de muchos de sus aficionados y socios, el Barsa pidió suspender el partido pero, frente a la negativa de la liga profesional, optó por jugar sin público en señal de protesta.
Pese a esto, una multitud de simpatizantes azulgrana estuvieron afuera del estadio, pendiente de lo que sucedía en el partido y haciendole el aguante al elenco de Messi y compañía.
La entidad azulgrana expresó su repulsa en un comunicado poco antes de la disputa del partido.
"El FC Barcelona condena las acciones llevadas a cabo hoy en muchas localidades de toda Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos", dijo el texto.
"Ante la excepcionalidad de estos hechos, la Junta Directiva ha decidido que el partido del primer equipo de fútbol de hoy contra el Las Palmas se jugará a puerta cerrada, tras la negativa de la Liga de Fútbol Profesional a decretar su aplazamiento".