La última sesión legislativa del año dejó al Gobierno el camino allanado para avanzar con más iniciativas reformistas, dado que si mantiene en pie su alianza con el “peronismo dialoguista” que lidera Miguel Pichetto podrá obtener las reformas política y laboral, aunque con una previsible mayor tensión y siempre y cuando la CGT ratifique lo que firmó.
La jornada transcurrió con chicanas entre Cambiemos y el kirchnerismo. Pero el broche final a 2017 en el Senado lo puso la fortísima interna peronista entre Pichetto -voz cantante de un grupo de gobernadores del PJ- y Cristina Fernández, quien conformó un bloque de ocho legisladores sin capacidad para dar vuelta una votación.
En ese contexto de fuerte confrontación política, en la que Cambiemos dio espacio a las peleas opositoras, fueron sancionados el Presupuesto 2018, la Reforma Tributaria y la prórroga del impuesto al Cheque hasta 2022. Fue una sesión con un final muy tenso, que arrancó a las 11 con una cuestión de privilegio planteada por Kirchner, quien desafió sin éxito a que se tratara su desafuero. (Ver aparte)
En el ida y vuelta de la jornada de once horas, la oposición alertó por el endeudamiento, las altas tasas de interés y los déficits fiscal y comercial.
Cambiemos respondió, en la voz de Ángel Rozas y Luis Naidenoff que reordenar la macroeconomía tiene un costo y llevará al menos tres años más.
Quedó para marzo -o para las eventuales extraordinarias de febrero- la reforma del Ministerio Público Fiscal (MPF), la Ley del Mercado de Capitales y los ascensos en las Fuerzas Armadas, que no fueron incluidos por el presidente Mauricio Macri en el temario de diciembre por la crisis que disparó la desaparición del submarino ARA San Juan.
Tras defender como “realista” el Presupuesto 2018 y criticar la reforma tributaria por su “pobre” impacto en la presión fiscal, el cordobés Carlos Caserio dijo que al gobierno “le faltó política” para debatir todos los temas en profundidad. “No podemos seguir votando un Presupuesto en la última semana del año; no es razonable en democracia”, alertó.
El senador de Unión por Córdoba coincidió con ese planteo con el puntano Adolfo Rodríguez Saá y con el bloque del FpV-PJ, desde donde la mendocina Anabel Fernández Sagasti habló de “simulacro de debate”.
En el cierre de su bloque, una aguerrida Kirchner recordó que los Pactos Fiscales de 1991 y 1993 “nunca fueron cumplidos por las provincias” por la “razón terrenal” de que necesitan los recursos que provienen de Ingresos Brutos y Sellos, que representan el 4% del PBI de la Argentina. Y vaticinó el mismo resultado.
“Todos saben por qué firmaron los 23 gobernadores. Dos días antes de la reunión del CFI apareció en el diario una foto de Vidal con Lorenzetti por el juicio del Fondo del Conurbano”, disparó. Y consideró que había que atender el descalce de Buenos Aires, pero “no con extorsiones”, cuando “se sabía” que la Corte Suprema no iba a resolver la cuestión porque es facultad del Congreso.
Reconoció que en diciembre de 2015 había problemas como el déficit fiscal pero que fueron agravados por Macri. Señaló que el régimen previsional era superavitario y no tenía el rojo como ahora, porque el objetivo es presentar en 2019 una Anses “quebrada”.
“No entiendo cómo gente tan inteligente piensa que haciendo lo mismo (que en los ‘90) van a obtener distintos resultados”, presagió.
Miguel Pichetto, jefe del bloque peronista Argentina Federal, defendió a los gobernadores, negó las extorsiones y pidió no subestimarlos, y figuró una respuesta directa a la ex Presidenta al indicar que Santa Cruz, provincia gobernada por el kirchnerismo desde 1991, arrancó las clases este año recién en setiembre. Evitó hacer un “revisionismo histórico” y solicitó focalizar en las leyes que se estaba debatiendo.
Pichetto llamó “hipócritas” a quienes no reconocen el trabajo del Senado denunciando debates exprés. Y, sin nombrarla, catalogó de “incoherente” a Kirchner al recordarle que el debate actual del Presupuesto se dio de la misma manera que durante las tres gestiones kirchneristas, entre 2003 y 2015, cuando él fue jefe del bloque en la misma Cámara.
Al cerrar el debate, Naidenoff le preguntó a Cristina “¿qué pasó?” para haber dejado presión tributaria récord, default, inflación y estancamiento. “Gobernaron el período más largo desde el golpe del ‘30 hasta el presente. Tuvieron apoyos mayoritarios y un contexto internacional excepcional.
Pero la mirada estuvo puesta en el corto plazo y todas sus energías estuvieron en acumular poder político, lo que los llevó a ineficiencias y a la corrupción”, expresó. Y concluyó: “No tenemos margen para fracasos”.