El presidente Mauricio Macri abrirá por primera vez este martes las sesiones ordinarias del Congreso con un discurso que tendrá, según fuentes gubernamentales, “un poco” de balance de la herencia kirchnerista, pero que “mayoritariamente” pasará por una serie de anuncios de leyes que son consideradas por el Ejecutivo herramientas “imprescindibles” para poder llevar adelante su plan de gobierno y cumplir sus promesas electorales.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, es el encargado de seleccionar cuáles son los anuncios que hará Macri ante la Asamblea Legislativa. Para ello, todos los ministros ya le mandaron a la Secretaría Legal y Técnica una serie de proyectos de ley a fin de determinar cuáles pasan el test jurídico. Pero trascendió que el énfasis del discurso presidencial estará puesto en las iniciativas que está elaborando el Ministerio de Hacienda y Finanzas para darle una solución final al conflicto con el 100% de los acreedores que tienen bonos en default (los llamados holdouts).
También tendrán prioridad las iniciativas legislativas en las que han estado trabajando de forma conjunta los ministerios de Seguridad, y de Justicia y Derechos Humanos para abordar la lucha contra el narcotráfico.
“Habrá un balance, creemos que es lo que corresponde. La ciudadanía tiene saber en qué situación encontramos el Estado. Pero será con su estilo, no será confrontativo. El resto del tiempo, entiendo que (el Presidente) se abocará a hablar de la agenda del país que viene”, explicó el jefe del bloque de diputados del Pro, Nicolás Massot.
Buitres: ¿una sola ley o cuatro?
Tanto Massot como el diputado Luciano Laspina, titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, aventuraron que Macri anunciará el envío de un solo proyecto de ley para darle una "solución integral" al conflicto con los fondos buitres y el resto de los holdouts. "Aspiramos a que el proyecto entre la semana que viene y haya una sola discusión general", dijo Massot.
En esta iniciativa el Ejecutivo pediría eliminar las leyes “cerrojo”, que actualmente le impiden al Estado ofrecer a estos bonistas mejores condiciones que las que se pactó con los acreedores que entraron a los canjes de 2005 y 2010. Además, en un mismo combo, Macri solicitaría al Congreso una autorización para emitir nueva deuda, es decir un bono, a fin de conseguir en el mercado internacional de crédito 15.000 millones de dólares.
Sin embargo, fuentes también del oficialismo señalaron que en vez de una sola ley, el Ejecutivo podría mandar cuatro proyectos para que el Congreso apure en principio la eliminación de las leyes “Cerrojo” y de “Pago Soberano”, para que así el juez neoyorquino Thomas Griesa levante el embargo que empujó a la Argentina a un “default selectivo” en 2014.
En Cambiemos creen que la eliminación de estos obstáculos legales tienen más apoyo entre las filas de la oposición. En cambio, la emisión de nueva deuda por un número que es equivalente a la mitad de las reservas del Banco Central podría concitar debates muy duros.
En el Ejecutivo estiman que, en realidad, que las deudas con los fondos buitres beneficiados por el fallo de Griesa, con los acreedores que tienen la misma situación pero que no están dentro de la sentencia -llamados me too-; con los tenedores de bonos en default que residen en Europa y los que no hicieron ningún tipo de reclamo suman, en total, 19.000 millones de dólares. Pero el pedido de autorización para colocar un nuevo bono por 4.000 millones de dólares menos considera una quita del 25%.
Contra los narcos
En el oficialismo también dan por descontado que habrá anuncios sobre la lucha contra el narcotráfico. La ministra Patricia Bullrich (Seguridad) y el ministro Germán Garavano (Justicia) tienen listo un proyecto para que haya secretarías en los juzgados federales especializadas en la materia.
Además, podría anunciarse una ley para custodiar el espacio aéreo y destruir las pistas de aterrizaje clandestinas. “Hay varias leyes pero son top-secret”, explicó un funcionario de la cartera de Bullrich que esperaba noticias de la Jefatura de Gabinete para terminar de pulir el anuncio presidencial.
Otras iniciativas que pican en punta son las que elaboró Laura Alonso, la nueva titular de la Secretaría de Ética Pública, Transparencia y Lucha contra la Corrupción.
Desde el oficialismo legislativo esperan ansiosos que Macri tenga gestos para el peronismo no kirchnerista y, sobre todo, para con los gobernadores que hoy le están asegurando la gobernabilidad. El decreto publicado el jueves, por el cual se crea el programa “Acuerdo por un Nuevo Federalismo” podría ser la excusa que encuentre el Presidente para invitar a los mandatarios provinciales a sumarse “al arte del acuerdo” que postuló el 10 de diciembre y que tendría como corolario un nuevo pacto fiscal “para ordenar la relación entre provincias y Nación para los próximos diez años”.
En el PJ dialoguista, liderado por Sergio Massa, se espera también que el Presidente se refiera a una de sus promesas de campaña: la eliminación del impuesto a las Ganancias. Macri se comprometió a que el tema se discuta este año en el Congreso pero quiere que cualquier cambio integral tenga repercusión fiscal recién en 2017.
Por eso se estima que Macri realizará pedidos de “comprensión” y “responsabilidad” y buscará que sean nuevamente los gobernadores los que aporten razonabilidad ya que las provincias se quedan con el 60% de los que se recauda vía este gravamen.
Herencia K y movilización del Pro
Es un pedido de todo el arco oficialista a Macri: que el martes, en el seno de la Cámara de Diputados, el Presidente “blanquee” la dimensión de la crisis económica heredada del kirchnerismo. Los principales socios del Pro, los radicales, se lo plantearon explícitamente al ministro coordinador, Marcos Peña, y al ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Pretenden instalar el debate sobre la herencia K para juntar masa crítica que le permita enfrentar los más duros debates legislativos que se avecinan, como la emisión de deuda para pagarles a los fondos buitres. La UCR entiende que este mensaje fue bien comprendido por Frigerio pero dudan de Peña, el hombre que más influye a la hora de definir qué se comunica y qué no.
Según fuentes del macrismo, el Presidente dedicará una parte de su mensaje a la Asamblea Legislativa para abordar este tema y luego se focalizará en presentar una suerte de plan de gobierno y pedir las herramientas legislativas que necesita para llevarlo adelante.
Por otro lado, el Gobierno está promoviendo que el Presidente tenga acompañamiento popular el martes, pero “de un modo totalmente diferente” a las movilizaciones que le pusieron color distintivo a las de Cristina Fernández al Congreso. Es Frigerio quien está coordinando con los intendentes del conurbano y con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la convocatoria a la ciudadanía a la Plaza de los Dos Congresos. Buscan repetir las mismas postales que se vieron el 10 de diciembre.