En el Cilindro quedó el invicto Granate

Racing recibió y bajó al equipo sensación del torneo, Lanús; lo venció por 2 a 1 y se prende en la zona 2. En Rosario, agónico empate de la Lepra y la Crema.

En el Cilindro quedó el invicto Granate

Racing Club le sacó el invicto al líder Lanús, al vencerlo anoche en Avellaneda por 2 a 1, y se metió de lleno en la pelea por los primeros puestos de la zona 2 del torneo Transición.

Con este resultado, la Academia trepó al cuarto puesto de la zona con 11 unidades, mientras que Lanús sigue en la cima con 16 (llevaba cinco victorias y un empate).

Racing se fue en ventaja al cabo de la etapa inicial gracias a una leve supremacía exhibida a lo largo de la etapa, que mostró dominio alternado y dos equipos con similares intenciones ofensivas: utilización de las bandas, proyección de los laterales, presión intensa para recuperar la pelota. En ese marco, en el que Racing y el Granate se sucedían en la tarea del dominio, los locales llegaron al gol gracias a un detalle en el que insiste su DT, Sava.

Racing recuperó la pelota en tres cuartos de cancha, Milito se fue solo por la izquierda, hizo la pausa justa y cedió para la entrada del paraguayo Romero, que en posición de 10 controló primero y definió después, cruzado.

Pero la Academia bajó el ritmo y Lanús llegó a la igualdad con una jugada espléndida, con 14 toques en campo rival, iniciada por Lautaro Acosta y finalizada por Miguel Almirón. Allí Sava redobló la apuesta, metió a un delantero (Lisandro López) por un volante (Acuña) y renovó la presión alta. Así sacó ventajas definitivas a través de una genial definición de Diego Milito.

Un pelotazo en contra

Newell’s buscaba su primer triunfo en la era Osella, pero sumó su cuarto partido sin victorias, luego que Atlético Rafaela le empatara en tiempo de descuento. Maxi Rodríguez adelantó a la Lepra e igualó Nehuén Paz en contra.

Un sentido homenaje al mariscal

Racing le ofreció su tributo a Roberto Perfumo, y lo hizo el día después de su fallecimiento en un acto que se cumplió en la previa del partido ante Lanús en el Cilindro.

El Mariscal fue uno de los mejores marcadores centrales de la historia del fútbol argentino, jugando los mundiales de 1966 y 1974. En la Acadé jugó desde 1960 hasta 1971 y fue uno de los pilares del plantel que en 1967 conquistó la Libertadores e Intercontinental.

Anoche los dirigidos por Sava salieron a la cancha con brazalete negro y desplegaron una bandera en la que se leía “1942-2016, hasta siempre, Mariscal”.

Y Juan José Pizzuti, ex entrenador y maestro suyo, también ingresó con flores y un niño que lucía la vieja camiseta número 2 de Perfumo y la clásica pelota marrón. Los hinchas reaccionaron con un aplauso masivo y cantaron como en aquella época imborrable, “... es el equipo de José”.

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