El fútbol italiano vive momentos de cambios. Con la llegada de Cristiano Ronaldo a la Juventus, los posibles refuerzos que se sumarán a Nápoli y el plantel que está armando el Inter el Calcio parece haber tenido una revitalización. Sin embargo, algunos vicios de esta liga continúan en equipos menores.
En los últimos días tres clubes de la Serie B -segunda categoría del fútbol italiano- se declararon en quiebra y deberán refundarse. Bari, Reggiana y Cessena dejarán de existir como tal y se refundarán, tendrán que empezar desde cero disputando la Serie D, cuarta división del fútbol italiano y que se juega de manera semi profesional.
Este escándalo en la segunda división es algo similar a lo que le sucedió al Parma hace algunos años. En ese momento, el histórico equipo italiano jugaba en la máxima categoría del Calcio y descendió hasta la Serie D.
Sin embargo, la hazaña del Parma, que volvió a la Serie A consiguiendo ascensos consecutivos, podría verse empañada. Es que un partido ante el Spezia en la Serie B está siendo investigado con la sospecha de que la victoria del Parma estuvo arreglada.
El otro equipo denunciado es Chievo Verona, que se ve implicado en las transferencias fraudulentas de jugadores al Cessena y por el que podría descender.
La instancia de control financiero de los clubes de la UEFA estimó que Milan violó las reglas de fair play financiero, que intenta equilibrar las cuentas de los clubes y que se cumplan los contratos.
Por otra parte. Milán, excluido por la UEFA de la próxima Europa League por violar las reglas del juego limpio, apelará la decisión ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), señaló ese órgano supremo de justicia deportiva.
La audiencia será hoy, en la sede del TAS en Lausana, según un portavoz del tribunal supremo del deporte. Una decisión para dictar “probablemente en las 24 horas siguientes de transcurrida la audiencia”, añadió la fuente. La instancia de control financiero de los clubes (ICFC) de la UEFA decidió multas de junio excluir un club de fútbol de la próxima edición de la Europa League, segundo torneo en importancia de Copas del Viejo Continente, por detrás de la Champions.
Milan, por muchos años propiedad del exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, fue oficialmente adquirido por inversores chinos, liderados por el misterioso Li Yonghong, el 13 de abril de 2017 por 740 millones de euros. Pero el club debería cambiar de manos y pasar a una administración de un grupo estadounidense.
Desde entonces, la UEFA se ha preocupado por la estabilidad económica del consorcio que gastó unos 200 millones de euros hace un año en los registros, y que tiene que contratar un gran fondo de inversión estadounidense, el Elliott. Pero ahora debes tener el control del club, que el inversor chino no pagó su deuda de 32 millones de euros, que debía pagar antes del 6 de julio.
En su decisión, el ICFC estimó que el gigante italiano violó las reglas de juego limpio financiero, que intenta equilibrar las cuentas de los clubes y que se cumplan los contratos.