Gimnasia y Esgrima de La Plata venció hoy 3-2 a Quilmes en un encuentro que tenía controlado desde el principio, ya que a los diez minutos de juego ya ganaba dos a cero y con un jugador más en el campo por la tempranera expulsión del mediocampista cervecero Lucas Pérez Godoy.
A pesar de esa ventaja inicial, sobre el final del partido el equipo dirigido por Julio César Falcioni logró arrinconarlo sobre su arco y estuvo cerca de lograr una igualdad que hubiese sido injusta desde los méritos.
A los 8 minutos de juego, Pérez Godoy recibió su segunda amonestación por una infracción cerca de su área y fue expulsado por el árbitro Jorge Baliño.
De esa misma jugada llegó el tiro libre en forma de centro del paraguayo Jorge Rojas desde la derecha, el cabezazo de Osvaldo Barsottini al travesaño, que derivó en los pies de Nicolás Mazzolla y el centro del delantero para que Sebastián Romero, a los 9 minutos, en su afán por rechazar la pelota, la metiera en su propio arco.
Tan solo un minuto después Rojas comandó un contraataque y habilitó a Mazzolla, quien ingresó por el sector derecho y dejó sin reacción al arquero Walter Benítez con un remate fuerte y cruzado.
Quilmes solamente llegó al arco defendido por Nicolás Navarro en una jugada en la que Baliño le otorgó un polémico penal tras un supuesto agarrón de Barsottini a Claudio Bieler, quien a los 28 minutos se hizo cargo de la ejecución del mismo y descontó para el conjunto visitante.
Gimnasia aprovechó la superioridad numérica, el nerviosismo y el desorden de su adversario y jugó en campo de Quilmes, aunque perdió otras tres chances claras de gol en la cabeza de Oliver Benítez primero, y en dos zurdazos de Ignacio Fernández tras encarar desde la derecha hacia el centro.
En el segundo período, el Lobo continuó con su dominio, y a los 6 minutos contó con una doble llegada, en la que primero Rojas reventó el palo izquierdo de Benítez con un remate cruzado, y luego el uruguayo Alvaro Fernández perdió una chance inmejorable, desviando un cabezazo solo y a un metro del arco.
A los 11 minutos, Ignacio Fernández volvió a aumentar la diferencia para el Lobo platense mediante un tiro libre que se desvió en la barrera y dejó inmóvil al arquero Benítez, quien tan sólo pudo mirar como el balón ingresaba al arco al lado de su palo derecho.
A partir de ese momento hubo un quiebre en el equipo que dirige Pedro Troglio, ya que perdió el control de la pelota y colaboró para que creciera la confianza de un Quilmes ante un Gimnasia que se comenzó a mostrar estático.
Bieler marcó el descuento final para Quilmes a los 25 minutos de la segunda etapa, al bajar dentro del área un centro largo de Matías Morales y definir cruzado, dejando sin respuesta al arquero local, Nicolás Navarro.
A los 32 minutos el mismo Navarro voló espectacularmente para sacar al córner un potentísimo cabezazo a quemarropa de Joel Carli, evitando la igualdad en el resultado.
Luego Quilmes arrinconó contra su área a Gimnasia, sobre todo luego de que a los 41 minutos fuera expulsado Barsottini, pero no logró vulnerar nuevamente a la defensa Tripera.
