En el barrio Santa Ana viven aterrorizados por delincuentes

Los vecinos están temerosos por represalias y por eso no dieron sus nombres. En ocasiones los hechos no se denuncian, por la misma razón. En la Policía reiteraron que se debe hacer la denuncia ante un delito. La comuna promete más preventores.

En el barrio Santa Ana viven aterrorizados por delincuentes
En el barrio Santa Ana viven aterrorizados por delincuentes

"Aspiramos a que los menores que delinquen sean reeducados y se reprima como corresponde a los mayores que cometen ilícitos; la antigua tranquilidad del barrio Santa Ana se ha perdido y queremos recuperarla", fue el comentario de un vecino del centro de esa barriada del noreste de Guaymallén.

Su referencia está vinculada a la seguidilla de delitos que se están produciendo, más que nada en los sectores del corazón del conglomerado y hacia el norte, cerca del carril Godoy Cruz.

Los moradores -jefes de hogar, amas de casa y jóvenes- comentaron que la situación "no es de un estallido total", pero sí de una frecuencia que los obliga a una permanente tensión y vigilancia por la recurrencia de este tipo de hechos de inseguridad.

Las declaraciones de los damnificados fueron efectuadas en el más estricto anonimato, y se realizaron, como precaución, fuera de los límites de la populosa barriada, de más de 2.000 habitantes.

Las calles Corrientes, Sáenz Peña, Higuerita y Cabildo, entre otras, fueron descriptas como escenario de diversos delitos.

Según los denunciantes, los casos más frecuentes que se registran a diario son: arrebato de carteras y celulares a peatones, sustracción de neumáticos de autos estacionados, robos en negocios y el despojo en paradas del colectivos.

En esta última modalidad se contabilizaron 8 golpes en la esquina de Cabildo y Fader, y en uno de ellos la víctima, una mujer, fue empujada y al caer sufrió la fractura de uno de sus brazos. Y no faltan actos de vandalismo, producidos de noche, en ocasiones tras el cierre de la diversión de grupos de jóvenes.

En el grupo de pobladores que charlaron con Los Andes ayer, coinciden al afirmar que uno de los sucesos más graves se produjo la semana pasada, cuando en Fader y Silvano Rodríguez, una señora fue sorprendida por maleantes que la ataron a una silla y saquearon su vivienda.

Un dato que es considerado negativo por las autoridades policiales es que la alarma vecinal no se traspola a una gestión posterior al delito y que consiste en hacer efectiva la denuncia. Muchos hechos no se comunican.

¿Por qué?, se consultó. "Por la misma razón que no damos nuestros nombres, por miedo. Pero además el que sufre arrebatos o episodios menores, prefiere absorberlos, aunque causen conmoción en la persona que los sufre".

Lo que si se apreció, y fue confirmado por testigos, que cada vez son más las casas con el cartel "en  venta", aunque tampoco este detalle es alarmante. "Es que algunos se cansan de tantas injusticias y optan por vender y mudarse a otros lugares", reconoció un almacenero de 57 años.

Los Andes ya se había hecho eco de la problemática en la zona en abril de 2013, convocado en ese tiempo por una ola de robos y asaltos que asoló el mismo complejo habitacional.

En ese momento, los vecinos denunciaron la problemática con nombre y apellido, a diferencia de ahora en que hablaron sin dar sus identidades. En esa oportunidad y ahora también, se observó que hay algunas viviendas que que estaban deshabitadas y han sido usurpadas

Los atemorizados vecinos comentaron que otra herramienta para protegerse es una página en Facebook, de estructura cerrada, por donde se avisa sobre la presencia de determinados desconocidos o se revelan algunos acontecimientos negativos, para que la gente tome sus recaudos.

Tras aquel momento difícil de hace 2 años, una de las respuestas oficiales fue crear una unidad policial -la subcomisaría Oficial Mauricio Conde- en el carril Godoy Cruz, con el objetivo de efectuar maniobras preventivas más cerca de barrios con muchos habitantes, como el Santa Ana, Pécora, Capilla del Rosario y La Purísima, entre otros.

Precisamente ese fue uno de los argumentos esgrimidos por el jefe policial de la Departamental Este Guaymallén, comisario inspector Mario Lonigro, al señalar que "esa dependencia fue puesta en ese punto para mejorar la operación preventiva".

Sin embargo, cuando se le preguntó por la seguidilla de desmanes que la comunidad está denunciando, el funcionario dijo ignorar el cuadro de situación planteado.

"Para ese lugar (el Santa Ana) y otros aledaños disponemos de una movilidad de Cuerpos Especiales, 2 autos de la Subcomisaría Conde 4 bicipolicías y 2 motoristas", afirmó el jefe policial.

El inspector Lonigro recomendó a los pobladores afectados, al igual que lo hacen siempre sus pares, efectuar la denuncia en la dependencia policial o en las fiscalías, "porque de otra forma se limita nuestro campo de acción".

"Hay 2 ó 3 grupitos que nos están amargando la vida. Hacemos un llamado a las instituciones de seguridad para que resuelvan este cuadro que va creciendo, tal vez disponiendo de más preventores y uniformados como amerita un barrio tan grande. Queremos salir del hogar y volver como antes, cuando no nos pasaba nada", explicó un vecino, que resumió lo que piensa la mayoría.

Un funcionario provincial que vive en el Coobsa, tal el nombre abreviado del lugar, barrio cercano al Santa Ana, comentó que aunque a él y a su grupo íntimo no le había pasado nada en los últimos tiempos, sabía por conversaciones con otros residentes que los ilícitos habían aumentado en el área y que el tema preocupaba a muchas personas.

Recorridos incompletos por falta de gente

Desde la Municipalidad de Guaymallén informaron que están al tanto de los planteos vecinales por los ilícitos comentados, y se encargaron de aclarar que la seguridad general tiene un ministerio en el Gobierno provincial. De todas maneras, en la comuna, con sede en calle Libertad de Villa Nueva, se habló del tema, Juan Brovarone, jefe de gabinete del gobierno que encabeza Luis Lobos, se encargó de explicar algunos puntos.

"Hemos avanzado en prevención sobre las zonas comerciales de Villa Nueva, San José y otros puntos. Reconocemos que la jurisdicción es muy amplia, muy dispersa, y se nos complica nuestra labor por el factor humano, y a veces no podemos hacer más recorridos porque nos falta gente".

El funcionario añadió que pronto habrá en la calle 70 preventores municipales más, "con lo que esperamos mejorar en prevención. En lo inmediato, 8 conductores nuestros fueron puestos a disponibilidad de las comisarías, para salir a patrullar con policías armados".

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