En el banquillo de los acusados, desde EEUU a Sri Lanka

Uno de los países del mundo donde más glifosato se utiliza es Argentina. Falta una legislación nacional que lo regule.

En el banquillo de los acusados, desde EEUU a Sri Lanka
En el banquillo de los acusados, desde EEUU a Sri Lanka

Considerado desde 2015 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "cancerígeno probable", el glifosato es comercializado en productos de diferentes marcas, la más célebre es el RoundUp fabricado por el grupo estadounidense Monsanto, que pertenece ahora al gigante alemán Bayer.

Estados Unidos

Miles de demandas contra Monsanto están siendo tratadas en Estados Unidos, algunas más avanzadas que otras.

El gigante agroquímico repitió que “la decisión no cambia el hecho de que 800 estudios científicos y las conclusiones de la agencia estadounidense de protección del medioambiente (EPA), de los institutos nacionales para la salud y otras autoridades de regulación en el mundo sostienen que el glifosato no causa cáncer”.

Unión Europea

Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) renovaron a fines de 2017 por 5 años la licencia para el uso del glifosato en el bloque, luego de dos años de un difícil debate.

Pero se puso en duda la independencia de la EFSA dado que, según revelaciones de prensa, su informe incluía pasajes copiados de un documento presentado en 2012 por Monsanto.

Francia

El gobierno francés prometió en mayo que el glifosato sería prohibido “en sus principales usos” para 2021, y “para todos sus usos” en un horizonte de cinco años.

Tras el hallazgo de glifosato en miel, un sindicato apícola presentó en junio una demanda contra Bayer, en Lyon, en donde se encuentra la sede francesa. Se inició una investigación por “sustancias nocivas” sin que se señale específicamente a Bayer.

Argentina

Nuestro país, tercer productor mundial de soja detrás de EEUU y Brasil, consume cantidades masivas de glifosato. En algunos sectores agrícolas el conflicto es permanente entre los habitantes y los productores, para quienes este producto es indispensable.

Sin legislación nacional, los intendentes reglamentan localmente las fumigaciones, pero estas reglas son cuestionadas por los productores.

Brasil

A principios de agosto, un juez de Brasilia suspendió por 30 días la posibilidad de registrar ante las autoridades todo nuevo producto con glifosato, para que la agencia brasileña de vigilancia sanitaria procediera a su “reevaluación toxicológica”.

El gobierno brasileño planea recurrir a la justicia para anular esta decisión antes de la próxima campaña agrícola.

El Salvador

La Asamblea Legislativa votó en setiembre de 2013 el retiro del mercado de 53 productos agroquímicos, entre ellos herbicidas y plaguicidas. Una decisión parcialmente anulada por el presidente de entonces, Mauricio Funes, quien pidió que de los 53 productos, 11 plaguicidas no fueran retirados, señalando que eran muy utilizados y no estaban prohibidos a nivel internacional. Se creó entonces un comité técnico y la situación no evolucionó en cinco años. El glifosato sigue vendiéndose en El Salvador.

Sri Lanka

El gobierno de Sri Lanka prohibió la importación de glifosato en octubre de 2015 luego de la campaña que lanzó un monje budista.

Según productores, la prohibición les costó la pérdida de 10% de los 300 millones de kilos de té que se producen anualmente.

En julio, el gobierno volvió a autorizar la importación, pero restringió el uso del glifosato a las plantaciones de té y de caucho. Agencias

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