Los 10,1 millones de quintales cosechados en Mendoza, lo que constituyó la vendimia más baja de los últimos 56 años, están comenzando a marcar el ritmo de los precios en el mercado de traslado.
Es que entre abril y junio, el valor de los tintos sin indicación de varietal aumentó 93%, pasando de $ 4,27 el litro a $ 8,24. Mientras que el blanco escurrido, casi sin movimientos, pasó de $ 3,15 en abril por litro a $ 2,99 por litro en junio, según datos publicados por el Observatorio Vitivinícola Argentino.
“En los vinos tintos no hay otra explicación que la escasez en la cosecha. El consumo va cayendo, por los valores en góndola y el precio del blanco y del mosto se han recuperado pero no de la forma que se esperaba. Eso ha sucedido porque hay más meses de blanco que de tinto en existencia y el mercado te va dando las pautas”, dijo Carlos Iannizzotto, gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas.
Iannizzotto agregó que “hay muchas muestras de tinto que llegan a Fecovita que se rechazan. Está muy difícil conseguir tintos de buen color, este año estamos trabajando con menos unidades de color que en otras cosechas. Esto ha sido como consecuencia de los bajos rendimientos, la mala situación climática y del poco dinero que se invertido en los viñedos por los bajos precios del vino”.
Los datos de la Bolsa de Comercio de Mendoza, indican que en el caso de los rosados genéricos las operaciones de contado en abril se registraron a $ 2,08, en tanto en junio ese mismos producto logró valores de $ 5,02. Para el caso de los blancos genéricos que lograban en el cuarto mes del año un valor de $ 2,75 el litro, ese precios se mantuvo prácticamente igual para el sexto mes del año $ 2,71.
David Croco, vicepresidente de la Bolsa de Comercio de Mendoza, estimó que “hace al menos 3 años que no vemos este movimiento ni registro de operaciones en la Bolsa. Particularmente se ha dado a partir del mes abril, lo que de alguna forma muestra cómo se está comportando el mercado tras la cosecha tan baja que tuvimos”.
Croco quien también es productor vitícola sostuvo, que “hay poco tinto y el precio está subiendo, pero como dice el refrán aún con estos valores no pintamos la pieza. Todavía necesitamos que aumente un poco más, no creo que este sea el techo”.
“Lo que vivimos este año -continuó-, con esta cosecha tan baja, según mi visión personal, está relacionado con la falta de inversión por los bajos precios que se pagaron por la uva. Los productores llevan años sin poder poner los fertilizantes que se requerían, sin poder hacer las labores culturales necesarias y eso terminó en la cosecha que hoy tenemos”, sentenció el vicepresidente de la Bolsa.
Los blancos no repuntan
A pesar de la gran suba registrada en los tintos, los blancos no repuntan, y eso también se condice con los registros de la comercialización. Durante el mes de mayo, los despacho al mercado interno de vinos blancos cayeron 6,68% con el mismo mes pero del año anterior. Para el mismo período, mientras las exportaciones de los vinos color subieron el 15,74% y los blancos mermaron el 0,24%.
“Lo que pasa con los blancos, es que ese mercado no evoluciona como el de los tintos. Hay menos demanda y más stock. Por lo tanto, las bodegas compran solo lo que se vende, tinto, si te queda un poco de dinero, teniendo en cuenta esta cosecha anormal, compras más tinto para stockearte, y como de blanco hay stock, compras lo necesario", indicó Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina.
En Argentina, según datos de la consultora STG, de cada 10 botellas que se venden en los rangos de precio de entrada (entry level), 3,8 corresponden a tinto y 1,1 corresponde a blanco, a lo que le siguen categorías como cosecha tardía, espumantes y vinos de corte.
Las existencias, por ahora equilibradas
Según los datos de existencias publicadas por el INV, al 1 de junio, en todo el país hay 5.271.670 hectolitros de vinos blancos genéricos y 8.735.222 hectolitros de vino tinto genérico. Estos números no deberían alarmar, sin embargo, en el contexto de retracción de las ventas, pueden llegar a generar sobrestocks.
“En la medida que bajen los despachos por la disminución en la ventas en el mercado interno y en las exportaciones, los stocks van a aumentar. No creo que entremos en problemas de excesos de stocks pero es una situación que tenemos que monitorear día a día”, dijo Pina.
Para el dirigente bodeguero, “después de una vendimia como esta donde las cepas tuvieron un daño importante, la producción no se recupera de un año para otro. Con lo cual tampoco podemos esperar una gran cosecha para 2017, al menos, en las estimaciones preliminares que estamos haciendo”.
En tanto, desde el gobierno provincial ya tienen sus propias cuentas sobre cómo cerrará a la próxima liberación del vino, los niveles de stock.
“Nosotros ya estamos haciendo las cuentas a la liberación del 2017. Hoy se está reduciendo la comercialización todos los meses y vemos saldos negativos. Por lo tanto, los tres meses que teníamos de stock al finalizar la cosecha, pensado ha futuro sobre la nueva fecha de liberación, hoy no son tales. Hoy calculamos que estamos en 4 meses de stock, hay que ver si nos estabilizamos ahí”, señaló Alfredo Aciar, subsecretario de Agricultura y Ganadería de Mendoza.
Agregó: “Creo que la exportaciones durante el segundo semestre deberían remontar, por lo que, quizás se puede mantener”.
El funcionario destacó que “el mercado interno, se va reducir mucho principalmente porque en términos relativos el precio del vino ha aumentado mucho y el poder adquisitivo del consumidor se ha reducido. Esperamos que la caída se detenga y que se mantenga en 4 meses, pero eso no lo sabemos, por ahora”.