Problemas afuera. Sin equilibrio adentro. En este Independiente Rivadavia el combo es completo. Y no es justamente feliz.
La realidad del equipo pasa por dos aspectos claves: el duro presente económico y los escasos resultados deportivos. Ambos están unidos y es imposible de separar para los jugadores, aunque el discurso sea que una vez en el campo de juego, y cuando empieza a rodar la pelota, todo se olvida.
“Jugamos por el orgullo y para ganar”, explica el arquero Gaspar Servio, pero hay una semana previa a cada partido y la cabeza funciona a mil cuando pasa el tiempo y no aparece la plata prometida por los dirigentes.
Luego de la derrota frente a Atlético Paraná, Franco Dolci, uno de los máximos referentes del plantel, fue muy claro con respecto a la situación que vive el plantel. Existe una deuda grande por parte de los directivos y algunos futbolistas han cobrado muy poco. Se habla de que febrero fue el último mes abonado por la institución.
No hay dudas que es muy difícil de sobrellevar este momento para los profesionales, quienes cuando se ponen la pilcha de jugadores no se guardan nada y dejan de lado el dinero y los inconvenientes económicos que ya se conocían antes del inicio de la competencia. Por ahora no alcanza, especialmente en el tramo final.
Y justamente en el plano futbolístico tampoco las cosas están de la mejor manera. Al equipo le cuesta una enormidad tener regularidad en el funcionamiento y los resultados. “Es algo que me preocupa”, reconoce Pablo Quinteros. La falta de equilibrio es la materia a rendir de acá hacia adelante.
El Azul muestra dos caras en el desarrollo colectivo y eso atenta con una tarea sólida que lo ponga más arriba en la tabla. Por momentos manda buenas señales, y por otros baja considerablemente el nivel y entra en una nebulosa sin salida. Hasta es dominado por conjuntos que tienen otros objetivos y más “humildes”.
Así es la vida de Independiente por estos tiempos. Los dirigentes deberán ser responsables y poner a los futbolistas al día con los sueldos, como corresponde. Los jugadores también tienen que hacer su parte, mejorar y consolidar al equipo. Y sí. La lepra en deuda.
¿Cumplirán esta vez los directivos?
Según algunos de los jugadores importantes del plantel- ratificado por Franco Dolci- existe una promesa por parte de la dirigencia de achicar esta semana la deuda que tiene con el plantel profesional. Se dio una charla con los futbolistas y los popes manifestaron que en estos días aportarán algo de dinero. ¿Aparecerá el dinero prometido? Ojalá.