Seguidilla de malos resultados, un equipo que no responde y barrabravas que hacen desastres. Tips clásicos de un equipo que está en descenso. Sebastián Cloquell tendrá que sacar agua de las piedras y detener esta caída libre. San Martín, todo lo contrario. Arrancó mal y ahora se mete de cabeza entre los cuatro que se clasifican a la siguiente fase.
Chiocarello cambia penal por gol a los 32 minutos de la segunda parte y ponía así el 2-0 para la visita. Se grita de manera estruendosa en la platea visitante, donde había mucho más “allegados” al León de los que debería haber.
Momento exacto en que un barrabrava de Argentino, encapuchado, se descuelga del alambrado, recorre con mucha tranquilidad los casi cien metros que lo separaban del grupo de “allegados” de San Martín para deliberadamente ir en busca de la agresión. Otro grupo de “delincuentes” corrían por la tribuna para cruzarse con los visitantes.
Era todo ilógico: ausencia policial, la comodidad del hincha para atravesar el campo de juego, la numerosa cantidad de “allegados” del León y la sorpresiva aparición de un sin fin de trozos de ladrillos en posesión de los barras locales. Todo inexplicable. Lo que no resulta tan extraño es la inoperancia policial para prevenir y que estos “delincuentes” sigan siendo amos y señores de nuestro fútbol.
Angel Gómez - Presidente Atl. Argentino: "No sabíamos ni cuántos policías venían"
El operativo fue muy malo, es el segundo que le toca así a Argentino. La semana pasada, en Montecaseros, nos rompieron los vidrios enfrente de la comisaría. No nos custodiaron, nos hicieron una emboscada, trajimos jugadores heridos que debieron ir al hospital. La Policía no asistió a la reunión de la Liga donde debió armarse el operativo, es la segunda vez que no van. Ni siquiera sabíamos cuántos policías iban a mandarnos. Nosotros pagamos 30 efectivos”.
Comisario Segura - Responsable del Operativo: "Debió haberse acompañado al colectivo"
“En el operativo había 17 efectivos y se reforzó con 20 más. Tendría que haberse coordinado con nosotros un acompañamiento desde San Martín para evitar la agresión al colectivo. El club debería haberse comunicado con San Martín y éstos con nosotros, y eso no ocurrió.
Pensamos que iba a ser una fiesta y terminó siendo un desastre. No fue considerado un partido de alto riesgo por eso no hubo corte de calles. El partido era con público local pero le venden entradas a cualquiera que no esté identificado con la camiseta de San Martín y resulta que dentro del estadio había casi cincuenta hinchas visitantes”.