Otro año malo para la fruticultura mendocina está cerrando y de cara a la nueva temporada, la industria del durazno, arrancará con un sobrestock de 15 a 20 millones de latas en fábrica, según datos provisto por la consultora Cuyotrend. El reporte destaca que el atraso cambiario está gravitando fuertemente sobre las exportaciones de mitades y pulpas, lo que ha causado en cinco años la caída del 70% de los envíos.
“La industria está mostrando una situación excedentaria, debido a las menores ventas dentro y fuera del país, lo que está trayendo importantes problemas financieros. En la última campaña se pagó la materia prima financiada a un valor superior al que indica la tendencia actual en las ventas, y ahora hay problemas para enfrentar el pago de los cheques librados a favor de los productores y escaso margen para afrontar la compra de los insumos necesarios para enfrentar la próxima temporada”, dice el informe.
Para Cuyotrend la industria del durazno tiene dos importantes problemas. El primero es financiero, ya que se necesita dinero para la compra de insumos y realizar los anticipos a productores primarios. Y el segundo es económico, ya que no mejoran las expectativas de ventas, sobre todo en el mercado externo.
“En el primer aspecto, se necesita financiar 12.000 toneladas de hojalata, 10.000 toneladas de azúcar y unos 125.000 tambores con sus respectivas bolsas asépticas para envasar la futura cosecha. A esto se debe sumar un importe para financiar los anticipos dirigidos a los productores primarios. En suma, se calcula que la necesidad financiera del sector es de, al menos, unos 290 millones de pesos”, dice el informe.
En este sentido, Raúl Giordano, gerente de operaciones de la empresa Angiord Saci, que entre otras marcas comercializa La Joya, y presidente de Cafim, sostuvo que “para el caso de duraznos, se trata de una actividad que requiere exportar no menos del 25% de su producción de latas y más del 80% de la pulpa concentrada elaborada”.
Giordano puso de relieve la importancia de la mano de obra en el costo final de producto y destacó que “en el campo la mano de obra representa más del 60% del costo total del cultivo y en las plantas fabriles representa entre el 20% al 25% del costo total de producción. Esto nos da una idea de la magnitud de esta industria, con más de 8.000 puestos de trabajo directos y cerca de 12.000 en forma indirecta”.
En el primer semestre de 2015, según Cuyotrend, se exportó el equivalente a 123 mil cajas de 24 latas de 850 gramos (unos 100 camiones). En el gráfico se puede ver claramente la tendencia que viene mostrando esta variable, reflejando una caída del 70% desde 2010 hasta la fecha. En tanto que, en el caso de las pulpas, se registra la misma suerte con una caída del 75% en los volúmenes exportados a Brasil.
Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, sostuvo que, “de acuerdo a la realidad que atraviesan las empresas y confirmada por informes serios, podemos aseverar que este producto ha ido decreciendo en forma paulatina y permanente los últimos 10 años en sus ventas al exterior.
Si bien el año pasado, 2014, fue atípico por la caída generalizada en toda la producción agrícola de nuestra provincia y el durazno para industria no fue la excepción, debemos buscar en otras causas la pérdida de porciones de mercados importantes, como Brasil, y que han sido abastecidos por países competidores al nuestro”.
La entrada en recesión de Brasil sigue generando dudas en los exportadores sobre cómo terminará afectando la producción local.
“Es imperativo elaborar un plan de mediano y largo plazo para resolver de raíz los problemas estructurales que sufrimos, como por ejemplo mejorar el crédito para capital de trabajo de las plantas y los cultivos con tasas preferenciales para su desarrollo y cumplimiento. O diseñar un centro de actividades logísticas que optimice el transporte, incluyendo el ferroviario, hasta Brasil. También hay que solucionar los problemas de tránsito cordilleranos hacia los puertos chilenos y de esa manera llegar a la región andina con mejores costos”, dijo Giordano.
En este sentido, Bustos Carra destacó que “hemos dicho en reiteradas oportunidades que existe una matriz de problemas para nuestra economía regional que afectan a la agroindustria. La sistemática pérdida de competitividad vía el atraso cambiario, los costos logísticos (entre ellos los fletes internos), la presión tributaria asimétrica con la realidad de la economía local, el incesante incremento de costos consecuencia necesaria de elevados índices inflacionarios, conforman un conjunto de problemas muy difíciles de superar”.
La situación del productor
Si bien los industriales están atravesando un período árido para el negocio, los productores este año también atravesaron serios problemas durante la cosecha. Es que el primer eslabón de la cadena no sólo entrega el producto sin precio, sino que sufre importantes descuentos por calibre, que según los propios productores son imposibles de controlar, lo que termina por beneficiar al industrial.
Este año, sobre finales de enero, se advirtió desde la Asociación de Productores de Duraznos de Industria de Mendoza que con una cosecha 29% menor a la esperada, no se podría percibir por el kilo de durazno de primera para industria $ 4,60; sin embargo los precios pagados hasta en 120 días no superaron $ 2,70 el kilo, un precio sensiblemente menor al esperado.
Alberto Barro, productor de durazno del Valle de Uco, estimó que “la temporada pasada tuvimos una cosecha con excelentes calibres, pero la industria tuvo problemas para elaborar y recepcionar la fruta lo que hizo que se perdiera calidad por sobremaduración. Queríamos arreglar por 3 pesos el kilo pero en el mejor de los casos arreglamos por $ 2,70”.
Por su parte, Daniel Sara, también productor de la zona del Valle de Uco, indicó que “la temporada pasada fue regular por el problema de la sobremaduración de la fruta. Se complicó mucho en diciembre y se perdieron muchos kilos y muchos duraznos que eran de buena calidad fueron a pulpa”.
Agregó: "No podemos sobrevivir a otro año así. Si bien se cubrieron los costos, con una buena cosecha nuevamente va a estar todo complicado".
La situación, según los productores, parece no tener mejores perspectivas para la temporada próxima.
Cuál es la situación de Mendoza
En la provincia de Mendoza hay plantadas algo más de 7.400 hectáreas con variedades de durazno industria en buen estado productivo, distribuidas en unas 1.100 explotaciones, cuyas producciones tienen como destino principal la elaboración de conservas en mitades y como destino secundario la fabricación de pulpa, cuando la fruta no alcanza el tamaño buscado o fue afectada por inclemencias climáticas, entre otras cuestiones.
En lo que respecta a la distribución de la producción en los diferentes oasis de la provincia, se tiene que el Valle de Uco es el principal productor con cerca de 3.875 hectáreas (52%). Le siguen, en orden de importancia, el Sur provincial, con 2.425 (33%), y el Noreste, con 1.125 hectáreas (15%).
La tendencia observada desde el año 2004 hasta la actualidad es que el Valle de Uco creció en detrimento del las otras dos regiones. No obstante, la superficie agregada provincial muestra una curva creciente hasta 2010 y después decrece hasta alcanzar el punto de partida inicial.
Ahora bien, cuando se analiza el tamaño promedio de las explotaciones, el Valle de Uco y el Noreste muestran productores que poseen 18 y 14 hectáreas plantadas, respectivamente.
En las antípodas, los productores del Sur muestran un tamaño promedio de 3 hectáreas. Para tener una referencia de la estructura de la oferta primaria, se puede decir que los productores de menos de 5 hectáreas totalizan el 85% del universo, pero manejan sólo el 30% de la superficie productiva.
Los rendimientos promedios que muestran los montes en Mendoza rondan las 24 toneladas por hectárea, cuando el umbral de sostenibilidad comienza a partir de las 30 toneladas por hectárea. En consecuencia, en Mendoza existe una importante cantidad de productores en una situación complicada.
A nivel industrial, existen unas 25 empresas entre fábricas de conservas, pulperas y aquellas que tienen ambos objetivos comerciales. En forma agregada, tienen una capacidad instalada para procesar unas 190 millones de latas de duraznos en mitades y 33.000 toneladas de pulpa.