Luego de confirmar el contagio de 61 personas por coronavirus, el presidente de Chile Sebastián Piñera decidió dcretar el ingreso a la “Fase 3” de medidas ante la pandemia.
"Declaramos formalmente lo que el Presidente de la República insinuaba que iba a ocurrir, que estamos en Fase 3. Esto quiere decir que, algunos de los casos que registramos como positivos en las últimas horas en el país, no tenemos suficiente seguridad de que puedan ser trazables directamente a un caso en el extranjero", explicó Jaime Mañalich, titular de Salud del vecino país.
Según detalló el funcionario, "esto significa una situación más delicada desde el punto de vista epidemiológico en el control de la enfermedad".
"Tenemos personas que se han contagiado y las podemos trazar desde un caso importado -en Maule y en la Regió Metropolitana-, pero además, personas que se han contagiado a partir de estas personas importadas, han contagiado ya a otros, entonces no podemos tener una confianza que nos impida o implique no tomar medias adicionales", sostuvo el titular de Salud.
Mañalich explicó que las medidas de esta fase implica que "aumentará vertiginosamente" la cantidad de exámenes de detección de coronavirus en el país. En el área de Educación, reiteró que "se ha confirmado la necesidad de cuarentena para un alumno que esté afectado cuando se trata de un solo caso, y cuarentena de todo el colegio cuando se trate de dos o más casos", explicando que "puede ocurrir en el domicilio de alumnos y profesores, o podría ser en horario parcial o completo en los mismos recintos educacionales si ese periodo de vigilancia no se puede cumplir en el domicilio".
Entre otras medidas, confirmó que se ampliarán las licencias médicas, y que los exámenes para detectar el virus serán gratuitos para beneficiarios del sector público y Fonasa (Fondo Nacional de Salud). Además, se aumentará la capacidad hospitalaria para atender los casos que puedan seguir apareciendo.
Control de eventos masivos
Se mantiene la medida de prohibición de eventos masivos que acumulen más de 500 personas, sin embargo, las actividades habituales que implican esa cantidad de gente, como en aeropuertos o centros comerciales, "hasta el momento no serán restringidas", indicó Mañalich.
En tanto, todos los países que se definan por la OMS como de “alto riesgo”, tendrán cuarentena en los puntos de ingreso, y tendrán un “pasaporte sanitario” para control y seguimiento a las personas que provengan de estos países.
Entre otras medidas extremas, Chile anunció la cuarentena en un exclusivo colegio de la capital, con 2.600 alumnos.
Dos cruceros fueron puestos en cuarentena
Por otra parte, uno de los temas que dominó ayer la preocupación de funcionarios y la población en general es el de dos embarcaciones con contagiados.
Por eso, dos cruceros con cerca de 1.300 personas, entre las cuales una resultó positiva por coronavirus, fueron puestos en cuarentena.
Los dos barcos de lujo, el Silver Explorer y Azamara, son propiedad de la compañía naviera noruego-estadounidense Royal Caribbean Cruises Ltd.
El primero, que se encontraba de gira por el extremo sur de Chile, tiene a bordo a 120 tripulantes y 111 pasajeros entre los que se encontraba un ciudadano británico de 85 años que bajó de la nave en la localidad de Caleta Tortel, a 2.400 km. al sur de Santiago.
En este lugar presentó síntomas de coronavirus por lo que fue trasladado a un hospital de la ciudad de Coyhaique donde se confirmó que estaba contagiado.
"El barco se encuentra en cuarentena frente al puerto de Castro (...) el ciudadano británico está en buenas condiciones pero ha resultado positivo por coronavirus", confirmó Jaime Mañalich, en la rueda de prensa en el Palacio de La Moneda.
El segundo crucero, con 665 pasajeros y 389 tripulantes, cruzó a Chile desde la localidad argentina de Ushuaia ubicada en el archipiélago de Tierra de Fuego y actualmente se encuentra frente al Puerto de Chacabuco (unos 1.700 km al sur de Santiago) tras prohibírsele el desembarco por casos sospechosos, sostuvo Mañalich.
Cabe recordar que Uruguay adoptó la misma medida el viernes tras impedir el descenso de más de 3.000 pasajeros de un crucero de MSC que llegaba a Punta del Este, mientras que Brasil puso en cuarentena un crucero de bandera con Bahamas con unas 600 personas.