Un gran despliegue y mucha coordinación, permitió que la caravana pudiera cumplir con la sexta etapa de la Vuelta de Mendoza. El capítulo unió los emblemáticos circuitos de Guaymallén (en el Cóndor y ambos accesos), Maipú (calle Juan J. Paso) y Godoy Cruz (Corredor del Oeste) donde se remató la prueba.
Desde la partida de los corredores en tren controlado, frente a la plaza departamental de Godoy Cruz, este episodio regaló el paso por paisajes poco transitados.
Un hito fue el paso frente a la Iglesia de La Carrodilla, uno de los símbolos más sensibles de la Vendimia en Mendoza. También fue marco la ex-estación ferroviaria Benegas (vecina el primer velódromo mendocino en 1905), la Avenida Panamericana, ruta de llegada de los antiguos Cruces de los Andes.
En cada lugar del circuito existía una gran historia por contar. Un recuerdo latente para apasionados. Cuando el pelotón mayor circunvaló el Monumento del Cóndor, en Guaymallén, no sabía que en la línea de llegada estaría Ernesto Contreras.
El “Cóndor”, el héroe de los Cruces de los Andes, el corredor homenajeado por Godoy Cruz. El hombre que en enero festejó los 50 años de su primera proeza cordillerana.