Unas 190 personas desaparecen cada día en Brasil, lo que arroja un promedio de ocho por hora, y los homicidios alcanzaron en 2016 un récord de 61.619, lo que supone 171 asesinatos diarios y siete por hora, según datos divulgados ayer por la ONG Fórum Brasileño de Seguridad Pública, especializada en estudios sobre la violencia con informes recopilados de las autoridades
De acuerdo con la organización, entre 2007 y 2016 se registraron 693.076 denuncias formales de desapariciones, lo que da una media de 109 por día, aunque en 2016 las denuncias llegaron a 71.796, unas 197 diarias.
La mayoría de los casos se registró en San Pablo, el estado más poblado y rico de Brasil, con 211.965 denuncias en los últimos 10 años, seguido de Río Grande do Sul, con 75.214 casos, y Minas Gerais, con 52.217.
Es la primera vez que son divulgados datos consolidados sobre desapariciones en Brasil, aunque los números pueden ser mayores debido a la falta de investigaciones, alertó la ONG.
“Nadie estuvo atento a este fenómeno más allá de lo que ocurrió en la dictadura militar (1964-1985), pero las desapariciones no dejaron de ocurrir”, alertó Olaya Hanashiro, consultora senior del Fórum Brasileño de Seguridad Pública, en referencia a las desapariciones forzadas de aquella época de terrorismo de Estado.
Según el organismo, la falta de interés sobre el asunto obedece a que no existe en Brasil un banco de datos de desaparecidos ni una acción coordinada de las autoridades para cruzar información sobre este asunto.
La coordinadora del Programa de Localización e Identificación de Desaparecidos de la Fiscalía en el Estado de San Pablo, Eliana Vendramini, presentó un recurso para exigir que la gobernación regional organice un banco de datos para poder tener cifras confiables sobre el problema.
La fiscal aseguró, además, que en muchos casos en San Pablo un desaparecido fue visto por última vez cuando era abordado por policías o fuerzas de seguridad.
Además, el número de homicidios en el país en 2016 aumentó en un 3,8% frente al de 2015, de acuerdo con esta ONG, un cantidad de muertes violentas (más de 60.000) que equivale al provocado por la bomba nuclear en Nagasaki en 1945, según la comparación presentada por el mismo Fórum.