Luiz Inácio Lula da Silva reforzó desde la cárcel su candidatura presidencial al nombrar como compañero de fórmula a Fernando Haddad, quien surge como alternativa frente al posible veto judicial a las aspiraciones del antiguo sindicalista.
El ex presidente brasileño está en prisión desde el pasado 7 de abril, condenado a doce años por corrupción, pero aún así el Partido de los Trabajadores (PT) formalizó el sábado su candidatura para las elecciones de octubre en un abierto desafío a la Justicia.
"Es la actitud más desafiante que hemos tenido contra un sistema podrido", dijo la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, al proclamar la candidatura de Lula, que nace virtualmente impedida, pues las normas electorales vetan la postulación de cualquier persona con una condena ratificada en segunda instancia, como es su caso.
Aún así, la justicia electoral sólo puede pronunciarse una vez que la candidatura sea registrada, lo cual está previsto para el 15 de agosto, cuando el PT anunció que inscribirá a Lula, con Fernando Haddad como candidato a vicepresidente.
Haddad, coordinador del programa de gobierno del PT, fue ministro de Educación entre 2005 y 2012 con Lula y en 2013 fue elegido alcalde de Sao Paulo, cargo que no logró retener en las municipales de 2016, en las que fue derrotado por el socialdemócrata Joao Doria.