En Brasil, Chile le sacó a Mendoza cuota de mercado

Entre 2005 y 2014, vinos, duraznos, aceitunas, ciruelas desecadas, peras y ajos mendocinos perdieron participación -en favor del país vecino- entre las importaciones brasileñas debido a la falta de competitividad.

En Brasil, Chile le sacó a Mendoza cuota de mercado

o sólo lograron la Copa América sino que Chile gana participación de mercado a los productos mendocinos a pasos agigantados, en su principal destino: Brasil. Así lo estima un informe de Fundación Ideal que analiza el resultado anual 2005 - 2014 de seis de los principales productos enviados a ese lugar: vinos, duraznos en conserva, aceitunas, peras frescas, ciruelas desecadas y ajos.

“Uno de los casos más relevantes en materia de desplazamiento de mercado es Chile. El vecino país logró ganar participación en vinos, ciruelas desecadas y duraznos en conserva, al tiempo que Argentina reduce su influencia en el mercado brasileño. Chile posee una economía notablemente más competitiva que Argentina”, señala el reporte.

Agrega: “Los índices de competitividad marcan que Chile posee instituciones que despiertan mayor confianza empresarial, regulaciones más estables, mayores niveles de innovación y disponibilidad tecnológica; mayor desarrollo de mercados financieros, menor presión tributaria e impuestos menos distorsivos; mejor nivel de infraestructura y mayor estabilidad macroeconómica”.

Graves pérdidas

Sobre el final de marzo, Brasil prohibió temporalmente la importación de fruta de pepita: manzana (Malus domestica), pera (Pyrus communis) y membrillo (Cydonia oblonga) producidos en Argentina por la detección de carpocapsa (Cydia pomonella). Éste es el principal mercado de destino para la fruta de la provincia y las pérdidas que se estiman, tras tres meses de parate, son millonarias.

Raúl Aruani, presidente de la Asociación de Productores y Empacadores de Fruta en Fresco (Aspeff), aseguró que desde que se reactivó el comercio con Brasil, los envíos están transitando un carril de normalidad. No obstante, aclaró que los importadores ya no quieren pera Williams y se están inclinando por la pera de invierno, Packam´s.

“Desde que se reactivaron las exportaciones se está cargando sin mayores problemas. El tiempo que se perdió fue mucho y crítico para la maduración de la pera Williams. Del stock de 100 mil cajas que teníamos, difícilmente se pueda colocar más de 40 mil cajas ya que el resto no está en condiciones. Lo que la mayoría de los productores está haciendo es vender por debajo del costo en el mercado interno, con la idea de perder la menor cantidad de dinero”.

Para Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Exportadores de Cuyo, “afortunadamente, superado el inconveniente luego de que los Ministerios de Agricultura de nuestros países acordaran la solución, se pudieron reanudar estas exportaciones, no sin dejar secuelas tanto por los envíos no concretados y la consecuente pérdida de mercadería como por la falta de ingreso de las divisas que esas exportaciones hubieran originado”.

Sin embargo, durante 2014, la colocación de producto argentino fue buena. En este sentido, desde Ideal analizaron que las exportaciones argentinas de peras frescas a Brasil han crecido el 15% en promedio anual en dólares, sólo un 1,6% por debajo del crecimiento promedio de las importaciones totales de Brasil.

Esto ha provocado que se pierda una leve cuota de mercado pero, igualmente, ésta se ha mantenido en un nivel muy alto (67% en 2014). El principal competidor es Portugal, que ha ido incrementando su cuota de mercado hasta alcanzar en la actualidad un 22% del mismo.

Una de cal y otra de arena

De los seis productos argentinos analizados, el que tuvo el crecimiento promedio anual más alto de sus exportaciones en dólares ha sido el durazno en conserva (47,5%). A la vez, ha sido el producto argentino exportado que más ha perdido participación relativa en las importaciones de Brasil, ya que en 2005 acaparó casi el 100% y luego pasó al 30% en 2014. La causa de lo anterior es que las exportaciones de los duraznos chilenos crecieron mucho más que las argentinas y pasaron de representar el 1% de este mercado a casi el 50%. Esto se ha producido a pesar de que Argentina goza de una ventaja arancelaria ya que Chile debe tributar el 18,3%.

Desde la Asociación de Productores de Durazno sostuvieron que el escenario no ha sido favorable durante el primer semestre del año. “Es imposible mantener mercados logrados y menos recuperar los perdidos como consecuencia de la política macroeconómica nacional desfavorable y la provincial no pudo ayudar, como otros años, al financiamiento de parte de la producción que -aunque era escaso- inducía a la cadena a tomar decisiones acertadas tanto en la compra de materia prima como en la venta del producto terminado, sea enlatados o pulpas”, comentó Carlos Quinteros desde la Asociación.

El dirigente gremial aseguró que para la segunda mitad del año creen que por los bajos stocks en poder de la industria, las perspectivas podrían ser esperanzadoras, aunque estimó que el cambio de gobierno a nivel nacional genera serias dudas sobre el proceso.

“De cara la próxima temporada, las decisiones que debe tomar la industria en sus programas de producción se realizarán con antelación a todo el proceso de elecciones y, cuando asuma quien gane, las posibles políticas que tome para los sectores productivos serán de imposible aplicación para mejorar a las cadenas productivas, ya que las decisiones fundamentales sobre los programas ya estarán tomadas: entiéndase hojalata para envases, insumos importados para pulpa, insumos nacionales que requieren anticipación en su adquisición”, graficó Quinteros.

Para las aceitunas, la situación fue similar. Las aceitunas argentinas llegaron a representar cerca del 90% de las importaciones de Brasil de este producto, señala el informe. Pero esta cuota de mercado ha ido disminuyendo casi ininterrumpidamente en el período 2005-2014, hasta situarse en el 49%.

La venta de nuestras aceitunas crecieron sólo al 7% promedio anual, mientras que las importaciones brasileñas se expandían al 13%, y nuestros competidores importantes crecían a tasas mucho mas altas (Perú al 28% y España al 113%). En este caso, las aceitunas argentinas compiten en igualdad de condiciones con las peruanas, mientras que las españolas deben pagar aranceles del 14%.

Vino con problemas

Las importaciones brasileñas de vino en botella han crecido fuertemente en la última década (15% promedio anual en dólares). 
Las importaciones de Brasil de este producto se encuentran repartidas principalmente entre 5 proveedores externos, Argentina es el segundo en importancia detrás de Chile.

Quienes pudieron ganar participación de mercado fueron los vinos chilenos y los franceses. Quienes perdieron, fueron los vinos argentinos y los portugueses. Argentina fue quien más mercado perdió (pasó del 25,5% al 18,6%), a pesar de ser junto con Chile los únicos que no pagan aranceles (los vinos europeos tributan aranceles cercanos al 27%), destaca el reporte de Ideal.

“Para la segunda mitad del año no vemos cambios significativos en la política macroeconómica, ni señales, que nos permitan mejorar la competitividad en el exterior, por lo que esperamos que los envíos continúen por la misma senda”, afirmó Juan José Canay, de Bodegas de Argentina.

Bustos Carra coincidió con el análisis de Canay y agregó: “Las señales que se están recibiendo sobre las posibilidades de que se produzcan cambios sustanciales en el enfoque que se dará a las economías regionales, no alientan muchas expectativas”.

Más allá de las opiniones de los actores y economistas, queda claro que habrá que esperar las definiciones que tome el nuevo gobierno nacional, en función del tipo de cambio para mejorar la competitividad de los productos locales.

Ajos y ciruelas, con problemas

Según Ideal, las exportaciones argentinas de ajo se duplicaron en la última década, pasando de U$S 39 millones en 2005 a superar los U$S 82 millones en 2014. A lo largo de esta década, Argentina mostró un crecimiento promedio anual del 16%. A su vez, el ajo chino, principal competidor de Argentina con el que se reparten casi la totalidad de este mercado, mantuvo un crecimiento anual promedio del 20%.

La participación en el mercado ha sido muy variable, llegando nuestro país a alcanzar el 71% en 2007, y terminando en 2014 con el 48%. Sin embargo se advierten dos sub períodos: entre 2005 y 2008 Argentina mostró una mayor participación, la cual se redujo hacia 2009 y 2014. En este producto, Argentina se ha favorecido ante el hecho de no tener que pagar aranceles, mientras que China debe abonar un canon de 17,5%.

A las ciruelas secas, Brasil las importa casi en su totalidad de sólo dos países: Argentina y Chile. Ambos países compiten en igualdad de condiciones ya que ninguno debe pagar aranceles. Nuestro país había mantenido una cuota de mercado de un promedio del 80% hasta 2013 pero, al año siguiente, fuertes contingencias climáticas provocaron una caída de la producción interna que se tradujo en una disminución de las exportaciones, hecho que fue aprovechado por Chile, que en ese año aumentó sus exportaciones más de un 300% y alcanzó el 40% de la cuota de mercado.

“Entendemos que la parte mayoritaria de las complicaciones se deben a la carencia, en nuestro país, de una política de sostenimiento a las exportaciones clara y duradera en el tiempo que, fundamentalmente, afecta a las economías de base agroindustrial. Es repetitivo decir que la incidencia de los fletes, la pérdida de competitividad, consecuencia no deseada por el atraso cambiario, la elevada presión tributaria y la inflación, que afecta los costos internos, quita previsibilidad al planeamiento de ventas y agrega incertidumbre sobre los precios finales”, finalizó Bustos Carra.

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