Por Maxi Salgado - Editor de Más Deportes- msalgado@losandes.com.ar - Twitter: @maxisalgado
Los futbolistas y dirigentes históricamente fueron criticados por los periodistas y el público en general porque, gracias a los famosos códigos del fútbol, nunca contaban intimidades y siempre las declaraciones eran de compromiso. Hoy, la situación ha cambiado, las redes sociales permiten otras forma de comunicarse y los protagonistas han decidido abordar su contacto con la prensa de otra manera, pero me parece que se fueron al otro extremo y eso en lugar de beneficiarlo los está perjudicando por sobremanera. La semana arrancó con la gran noticia de que Pacífico eliminó a Estudiantes de La Plata por la Copa Argentina, lo que le valió al club alvearense ser tapa de los medios nacionales, algo impensado hace unos días.
Cuando todo era festejo, quizás obnubilado por los flashes que no había conocido, el cordobés Federico Allende, uno de los defensores del Lobo alvearense, hizo una declaración poco feliz: "Tuve que acudir a la gran Bilardo: pinchaba a los jugadores de Estudiantes con agujas. A Otero lo maté, pobre negro, me debe haber odiado", se jactó. "Esto es para vivos. Sabemos que al jugador de Primera no le gusta el roce, que le juegues sucio o le hagas tiempo. Veíamos que esa era la forma, el fútbol es así", se justificó.
Haber utilizado esos artilugios para poder ganar un partido no está bien, pero peor es sacarlo a relucir como una avivada. Nadie en el ambiente, que por cierto es muy hipócrita, iba a salir a felicitarlo. Desde ya que se lo cuestionó desde todos los sectores y hasta se habló de que iba a ser sancionado. No era el momento de sacar a relucir semejante situación, más que nada porque Pacífico deberá seguir en la competencia y todos sabemos que las facturas se terminan pagando.
Más teniendo en cuenta que la derrota frente a Pacífico despertó una tormenta de dimensiones insospechadas en Estudiantes.
Porque determinó la salida de Nelson Vivas como técnico y la llegada de Lucas Nardi, a quien le aparecieron unos tweets en el que criticaba a Carlos Salvador Bilardo, un verdadero ícono de los Pincharratas, lo que hizo que el técnico no pudiera asumir. Todo llevó a que Juan Sebastián Verón llegara a llorar en una conferencia de prensa.
La buena noticia de la semana fue la presentación de la Diplomatura de Gestión Deportiva que dictará la UNCuyo.
Otra polémica que parece haber aparecido en el momento menos oportuno fue la de Carlos Tévez con Juan Román Riquelme. Es que con Boca a punto de ser campeón, Carlitos tiró munición gruesa contra Román, ídolo indiscutido de la gente xeneize y se reflotó entonces aquel "cabaret" que hizo famoso Diego Fernando Latorre cuando el camarín de Boca se dividía entre Halcones y Palomas.
Salieron entonces a la luz declaraciones en las que Tevez en otras épocas hablaban maravillas de Riquelme. "Me pone muy contento que se le haya dado el pase al Barcelona a Román. Encima me deja de todo. Siempre me dio los botines, me deja el buzo con el que él siempre concentró, me dio todo. Es algo que no me voy a olvidar".
Todo hace pensar que estuvo manejando por algún sector del periodismo o de la dirigencia para frenar las críticas que Riquelme hizo en los últimos tiempos.
Si Boca pierde el campeonato, lo que parece improbable, Tevez será el gran responsable de la situación y Riquelme se verá fortalecido. No es casualidad que las declaraciones de Tevez llegaran un día después de que el presidente de Boca, Daniel Angelici anunciara que la despedida de Juan Román, la que se iba a hacer este año, pasará para la próxima temporada.
Una situación similar pudo producirse en Gimnasia después de la derrota frente a Gimnasia y Tiro en Salta, pero la dirigencia tuvo la sapiencia de apagar rápidamente un principio de incendio.
Tampoco es saludable lo que hicieron los jugadores de la selección, que tras algunas críticas decidieron que no iban a dar más notas y terminaron "incinerando" a Edgardo Bauza, quien fue el único que dio la cara en las últimas presentaciones de las Eliminatorias.
Los protagonistas deberán empezar a saber como manejarse. Son personajes públicos en el que muchos niños se reflejan, tanto en Alvear como en Barcelona y esa "carga" tienen que saber sobrellevarla. Y acá hablamos de jugadores y dirigentes, porque las declaraciones de uno u otro tienen el mismo peso.
Es bueno entonces que tengan una capacitación y por eso hay que celebrar el Diplomado en Gestión Deportiva que se lanzó esta semana en la Universidad Nacional de Cuyo, la que estará asociada con el gobierno de Mendoza y permitirá (esa es la idea) que los dirigentes dejen de atentar permanentemente contra su deporte y, especialmente, se cuide a las personas que se desarrollan dentro de las instituciones.