Los incendios de maleza en terrenos baldíos, lotes y particularmente en fincas abandonadas se han vuelto un verdadero dolor de cabeza para los bomberos en el Sur mendocino.
Vecinos que buscan hacer limpieza utilizando el fuego como herramienta de rápida acción, son la causa principal.
En lo que va del año se han registrado 380 intervenciones, lo que arroja un promedio de 18 focos ígneos por día y las proyecciones para los próximos meses son alarmantes.
“A medida que comience a subir la temperatura y la sequía continúe va a empeorar la situación, si la gente no reflexiona. Además parece que eligen los días con viento para prender fuego”, dijo a modo de queja el subcomisario Claudio Esquivel, jefe de Bomberos de la zona Sur.
En los últimos días el personal de Bomberos no dio abasto y el feriado del 25 por la celebración de Patrón Santiago fue un claro ejemplo de lo que se vive.
“Tuvimos ocho intervenciones en General Alvear y cinco de los focos fueron en simultáneo. En San Rafael también se dio algo similar, hubo 4 intervenciones”, confirmó Esquivel.
Lamentablemente los incendios de maleza son una constante cada año y el verdadero problema no es la magnitud del siniestro ni la cantidad de hectáreas abandonadas que quedan reducidas a cenizas, sino los daños colaterales que genera.
Pérdidas materiales en fincas en producción (sean plantaciones o alambrados), galpones, quinchos y cada dos por tres corren riego desde casas de familia linderas hasta establecimientos educativos o complejos turísticos.
El caso más emblemático ocurrió el fin de semana en Alvear, donde hubo que trabajar a destajo para que el fuego no alcance la estación transformadora.
Pero en el historial de lo sucedido este año está la destrucción de "cinco quinchos de un complejo de cabañas en El Escorial (San Rafael) y un sexto que era de una familia vecina. Todo por el fuego que empezó en una finca abandonada", agregó el jefe de Bomberos.
También está el peligro latente de una desgracia en la ruta porque más de una vez prenden fuego a los yuyos que ganan lugar en las banquinas.
De las 380 intervenciones que realizaron los bomberos en los primeros siete meses de 2018, exclusivamente hablando de incendios de maleza, en San Rafael fueron 160 y en Alvear actuaron en 220 oportunidades.
“Es un problema grave y lo peor es que todavía no estamos en lo que sería la temporada de riesgo porque siguen las bajas temperaturas. Pero con la cantidad de fincas abandonadas que hay y esta sequía, cuando empiece a hacer más calor se va a poner complicado”, insistió el subcomisario Esquivel.
El jefe de Bomberos ya no encuentra palabras para llamar a la reflexión a los vecinos. "Ya no sabemos cómo hacer, se hacen campañas de todo tipo pero los incendios se siguen produciendo y siempre es lo mismo, quieren hacer limpieza en los terrenos. Necesitamos que la gente tome conciencia", reclamó.
Por último Esquivel recordó que aquella persona que sea sorprendida prendiendo fuego o se descubra que fue el causante puede ser sancionado con multas o también ser procesado penalmente.
Solos no pueden
Para llegar a tiempo y atender la multiplicidad de focos de incendio dentro de la zona bajo riego que se han presentando, Bomberos recibe asistencia de otras reparticiones, si no "sería imposible responder cuando son simultáneos", aclaró el subcomisario Claudio Esquivel.
El Plan Provincial de Manejo del Fuego, Defensa Civil de las municipalidades y también Vialidad provincial ofrecen personal más las autobombas forestales y camiones cisterna para combatir las llamas.
Sin lluvia
El 2018 arrancó extremadamente lluvioso. Sin embargo esa condición desapareció a fines de febrero y ya suman cinco meses que no hay precipitaciones copiosas que ayuden a mitigar el riesgo de incendios.
La última vez que llovió en San Rafael fue el 24 de febrero, precipitaron 15 milímetros, mientras que en General Alvear se registraron 14 milímetros de agua caída el 7 de marzo y desde entonces la lluvia brilla por su ausencia.