Con una inversión de más de 100 millones de dólares en un mes se pondrá en marcha la construcción de la fábrica de papas fritas que Simplot desarrollará en Mendoza y que estará funcionando en 2018. Así lo confirmó Fabio Calcaterra, dueño y accionista de la empresa San Fili SA, quien generó un acuerdo comercial con Simplot para que desembarcaran en el país.
Según explicaron desde la empresa, la compañía producirá unas 120 mil toneladas al año de producto terminado, para lo cual se necesita la producción de unas 4.000 hectáreas de papa.
“Nosotros desarrollamos hace más diez años en la zona de Pareditas en San Carlos, un emprendimiento en donde tenemos unas 1.500 hectáreas bajo riego”, comentó Calcaterra.
La planta de procesamiento, que se encuentra ubicada en un predio de más 100 hectáreas, sobre la ruta nacional 7, producirá papa pre-fritas congelada y puré de papa. Desde la compañía estiman una facturación de $ 1.800 millones anuales de los cuales el 70% será para exportar, equivalente a 77 millones de dólares, a los distintos países de Sudamérica, principalmente Brasil, Uruguay y Chile.
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Dicho proyecto incluye el desarrollo de aproximadamente 50 productores en la provincia de Mendoza como así también de Córdoba y otras provincias. Este apoyo consistirá en el abastecimiento de semilla de alta calidad para papa industria como así también de tecnología y soporte en el desarrollo del cultivo.
Nueva producción local
Sin dudas, Mendoza es un polo vitivinícola, pero está muy lejos de liderar un cultivo como la papa. De hecho aporta algo menos que el 10% de la producción nacional.
Según datos del Instito de Desarollo Rural, en Mendoza, existe una superficie sembrada con papa en temporada que ronda las 5.400 hectáreas en total. Las principales zonas dónde se cultiva son: Tupungato (La Carrera) 2.300,30 ha, San Carlos 1.323,10 ha, y Malargüe 1.113 ha producción de papa semilla. Se planta desde septiembre hasta enero y el ciclo de cultivo son 120 días aproximadamente. Se cosecha desde enero hasta junio, dependiendo de la fecha de plantación.
Calterra sostuvo que unas de las razones por las que se decidió por Mendoza fueron que características climáticas de la provincia.
“Para trabajar la papa de industria se necesita más materia seca que lo que brinda la papa de consumo. Esa materia seca es que la aporta, lo que podriamos llamar el crocante. En zona como Mendoza donde se puede programar el aporte de agua con pivot, hace ideal el desarrollo del producto”, indica el empresario.
