Entre 2011 y 2014 la desigualdad de ingresos en el Gran Mendoza empeoró. Concretamente en 2011 el sector más rico (decil 10) ganaba 11 veces más que el sector más bajo (decil 1) de la sociedad y en 2014 la diferencia llega a 14 veces. Así lo indica un informe realizado por la cátedra de Economía de las Políticas Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo.
El número de 2014 queda casi igual al de 1994, cuando la diferencia de ingresos entre el decil 10 (que representaría el 10% más rico de la población) y el decil 1 (el 10% más pobre), era 15 veces superior en favor del primer grupo, bastante cercano al 14,32 de 2014.
Así también, la pobreza pasó, entre 2011 y 2014, del 14,8 al 20,4 en 2014 y la indigencia del 2,7 al 4,8. Además, comenzó a caer a partir de 2012 el salario real.
El director de la carrera de Economía, Alejandro Trapé, junto con el titular de la cátedra Economía de las Políticas Sociales, Gustavo Maradona y Monserrat Serio, también miembro de la cátedra, explicaron la metodología usada.
Señalan en su informe que así como las tasas de pobreza procuran medir el porcentaje de población que se encuentra en situación más vulnerable en términos de ingresos, y la evolución de los salarios reales mide el poder de compra de los ingresos de los trabajadores, los indicadores de desigualdad de ingresos tienen como objetivo analizar cómo se distribuyen entre la población “las porciones de la gran torta” que integran los ingresos de una sociedad, y que no son otra cosa que el reflejo de las remuneraciones a los factores productivos empleados en la creación de valor, es decir, en la construcción del producto bruto geográfico en el caso de Mendoza.
Explican además que para esta dimensión se analiza cuán amplia es la brecha de ingresos entre el grupo más rico y más pobre de la población. Para ello se utiliza la razón de grupos extremos, que no es otra cosa que el cociente entre los ingresos medios del grupo más rico de la población, dividido por el ingreso promedio del grupo más pobre. En este caso la definición de grupo obedece al “decil”, esto es, al 10% de la población.
“En 2014 el ingreso per cápita familiar promedio del 10% más rico (decil 10) es 14 veces mayor que el del 10% más pobre (decil 1), mientras que en 2011 el ingreso de los más ricos era 11 veces mayor. Es decir que, aunque todavía inferior al valor estimado para 2007, en los últimos tres años la gran brecha de ingresos entre los más ricos y los más vulnerables se ha ampliado”, afirman.
La pobreza y su cálculo
Los investigadores indican que la tasa de pobreza por ingreso en el Gran Mendoza en 2014 asciende a 20,48%. A su vez, menos de un cuarto de la población pobre (4,82%) es indigente, es decir, que sus ingresos no les alcanzan para comprar los alimentos básicos para subsistir.
En el informe señalan que “la pobreza es un 'problema multidimensional', es decir, que se puede manifestar en distintos aspectos de la vida de una persona: desde no tener dinero para comprar lo esencial para vivir, hasta no tener posibilidad de enviar a los niños a la escuela o no disponer de agua corriente en el hogar. Ciertamente todas ésas (y otras más) son dimensiones diferentes de lo que significa 'ser pobre', todas relevantes y que no se excluyen entre sí sino que se complementan para poder llegar a captar lo que significa un concepto tan amplio como éste”.
Explican también que las líneas de pobreza e indigencia las calcularon a partir de la Canasta Básica de bienes y servicios. Se trata de canastas teóricas (no observadas) que se construyen en función de los hábitos de consumo de la población objeto de análisis, de acuerdo a los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos que se consideran imprescindibles para que un hombre adulto que desarrolla una actividad moderada, cubra sus necesidades durante un mes.
Se calcularon dos canastas: la Canasta Básica Total (CBT), que incluye además de alimentos otros bienes y servicios y la Canasta Básica de Alimentos (CBA); la primera funciona como “línea” para estimar la pobreza y la segunda lo hace para estimar la indigencia.
Las líneas de pobreza utilizadas en el informe fueron calculadas a partir de las canastas estimadas por la Universidad Católica Argentina (UCA) para un hogar compuesto por cuatro miembros para el 4to trimestre de los años 2010, 2011, 2012 y 2013. Así es como para los investigadores de la facultad de Ciencias Económicas, la Canasta Básica Alimentaria asciende a $ 3.541 y la Canasta Básica Total a $ 7.385. La inflación promedio estimada es del 40%.
Para el análisis de los ingresos de la población, la fuente de información primaria que tomaron los miembros de la cátedra de Economía de las Políticas Sociales, son las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH) relevadas por Indec y la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), realizadas en población urbana de los 24 grandes aglomerados urbanos de Argentina. Según estas encuestas, para el aglomerado Gran Mendoza, en 2014 el 50% de la población tenía ingresos familiares menores a $ 10.000.
Los investigadores señalaron que el cómputo de la pobreza requiere, a su vez, ajustar el ingreso total familiar según la composición del hogar. Para ello se estima el ingreso familiar por adulto equivalente teniendo en cuenta las necesidades calóricas de cada integrante, de acuerdo a la tabla de equivalencias del Indec.
Pobreza y salario
El estudio realizado por los miembros de la cátedra de Economía de las Políticas Sociales, indica que, en base a la información provista por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) del Ministerio de Trabajo, pueden obtenerse estimaciones mensuales del salario promedio formal en Mendoza, obtenido a partir de las liquidaciones de haberes informadas por cada empleador. Esto, sólo corresponde a empleo mendocino registrado.
Explican así que la dinámica hasta 2007 -ajustada en base a IPC-Indec y de ahí en adelante en base a estimaciones privadas (IPC Congreso, IPC de diferentes direcciones de estadísticas provinciales y el IPC que publica el Estudio G. Bevacqua)- da cuenta de un importante crecimiento del salario real formal mendocino.
En épocas de crisis exhibió una caída cercana al 18% entre 2000/2001 y 2002/2003 respecto de los valores evidenciados en los 90, y desde allí una importante recuperación y escalada.
Los investigadores consideran 2007 como un año de referencia, debido a los niveles favorables de los indicadores de crecimiento y actividad económica.
La recuperación redundó en más de 20% de incremento del salario real respecto de los valores promedio de los 90, y esa tendencia creciente dio origen a que en 2012 se alcanzaran niveles máximos que aún superaron en 32% los de 2007. Sin embargo, al igual que lo reseñado para las tasas de pobreza, a partir de 2012 el salario real formal comenzó a decrecer, aunque su nivel en 2014 continúa 21,5% por encima del observado en 2007, el año de referencia.
Las consecuencias de la inflación
“Sin dudas la aceleración de la inflación pega más duro a los deciles más bajos y menos a los más altos debido a la composición de la canasta. Como la gente con menos ingresos gasta más en alimentos y bebidas, y la gente con más ingresos puede gastar en viajes o ir al cine, sin dudas la inflación pega más a los pobres. Por eso la relación decil más rico, decil más pobre se deteriora y agranda la brecha”, indicó Alejandro Trapé, con el que coincidieron Gustavo Maradona y Monserrat Serio.
El director de la carrera de Economía indicó que, “en términos reales, el salario creció por encima de 2007 a nivel absoluto. Estamos bien pero preocupa el cambio de tendencia y que empiece a bajar. El 20% de pobreza no es alarmante porque hemos tenido una historia pésima anterior, pero está subiendo, cambió la tendencia, no sabemos dónde termina y una causa fundamental es la inflación”.
Maradona coincidió con Trapé al señalar que “la inflación impacta. Se ve como de repente tenés un crecimiento fenomenal del salario real y la dinámica es el espejo de la pobreza. Cuando crece la pobreza el salario real va cayendo. Cuando disminuye la pobreza, el salario real va recuperándose hasta que llegan al mínimo de pobreza y luego se revierte el viento favorable; ahí sin dudas influye la inflación. Así, más gente quedará por debajo de la línea de pobreza”.
Maradona y Serio advirtieron que el análisis se realizó en base a salarios de trabajadores formales, es decir que están en blanco. “La situación de los informales debe ser más compleja”.