El mejor desempeño académico de las mujeres se aprecia en diversos aspectos, como por ejemplo que son más las alumnas universitarias y tienen mejor terminalidad en secundaria y estudios superiores. Otra muestra de ello es que en 2019, 6 de cada 10 abanderados o escoltas de primaria serán mujeres en Mendoza.
Son 5.083 los alumnos de ese nivel que lograron acceder a este reconocimiento por ser los mejores promedios de su cohorte, es decir entre quienes ahora pasan a séptimo grado. De ellos, 61,56% son mujeres mientras que 38,44% son varones, esto teniendo en cuenta los datos cargados hasta el viernes por la Dirección General de Escuelas (DGE).
Se incluyen 787 escuelas públicas y privadas mientras que aún resta la información de 64 instituciones. Se trata de 3.129 alumnas y 1.954 varones.
En el ciclo lectivo 2018 el escenario había sido similar. De un total de 4.822 abanderados y escoltas, 2.901 fueron mujeres y 1.921 varones.
Podría hablarse de la matrícula de chicas y chicos como factor desequilibrante pero no parece venir por ahí el asunto. Para este año (es decir, a fines de 2017) participaron por la bandera 31.870 alumnos. De ellos, 16.405 eran varones y 15.359 son mujeres. A esto hay que sumar 106 de los que no se consignó el género en los trámites administrativos.
En ese contexto también se aprecia una diferencia en favor de las alumnas en 2018. Del total de participantes por género, 18,88% de las mujeres accedió a la bandera mientras que entre los varones lo hizo el 11,70%.
Buena trayectoria
Mirando hacia atrás, llegar a la bandera implica haber logrado y sostenido una mejor trayectoria académica desde primer grado.
"Cuando llegan a primer promedio es porque tienen buenas calificaciones desde primer año lo cual habla de más dedicación", consideró Gladys Videla, vicedirectora de la escuela Juan A. Maza de Ciudad.
Dijo que para el próximo año tienen un solo varón entre “el grupo de la bandera”. Pero señaló que a veces coincide con que hay más matrícula de niñas, aunque depende del grado.
Nancy Funes vicedirectora de la escuela Julio Lemos de Godoy Cruz reconoció que efectivamente suelen ser más las niñas que los varones los que logran los mejores promedios.
“Son más responsables, influye mucho también el acompañamiento familiar y quizás es más común que a veces dejen más solito al varón”.
Agregó que para recuperar en diciembre también son más varones.
Factores
Desde la DGE consideraron que no identifican una variable que pueda generar esta brecha.
"No hay una causa especifica que explique estos números, dpende del trabajo y el empeño de los chicos", comentó Sergio Márquez, director de Educación Primaria.
Aunque no es la generalidad dio como ejemplo que en la escuela Agustín Álvarez de Godoy Cruz los 6 abanderados y escoltas son varones.
A veces los varones son más dispersos a esa edad consideraron en algunas supervisiones consultadas. También que las niñas pueden ser más aplicadas.
La psicopedagoga Viviana Navarta comentó a este diario sobre el desempeño diferencial que influye forma de crianza. "Las mujeres suelen ser más prolijas y resultarles más fácil adaptarse a un sistema que valora más ciertas habilidades que ellas pueden tener más desarrolladas", comentó.
Para la profesional esto está vinculado a la manera diferencial como se educa a cada uno de los géneros. La crianza está muy asociada a estereotipos que potencian más algunas áreas de desarrollo en cada uno de ellos.
Hacia adelante estos alumnos tendrán ciertos privilegios gracias a sus logros: tendrán garantizado el banco en la escuela que elijan si es que quedan en el sistema público.
A veces eligen por la cercanía, porque consideran que una institución tiene mayor prestigio o por alguna modalidad que les gusta. Por otra parte Márquez señaló que estos alumnos suelen continuar en el secundario con un buen desempeño. Para constatarlo, desde el gobierno escolar han comenzado un seguimiento de las trayectorias.
Diferencias que suman (o restan)
La psicóloga y psicopedagoga Susana Ferreira dijo que al analizar el desempeño académico suelen considerarse la situación económica de la cual proviene el alumno, su capital cultural, nivel socioeconómico de la escuela y las expectativas puestas en el rendimiento escolar. Pero además se refirió a una teoría propia: "las madres desarrollan más habilidades sociales en las niñas que impactan en lo cognitivo", explicó.
Señaló que a las niñas se les habla más y sobre todo se les narra más, con más detalles y más contexto. Esto favorece el desarrollo de un pensamiento narrativo, la adquisición de un léxico más amplio y la posibilidad de poder interpretar mejor. Será más fácil para ellas comprender una explicación, detallar lo que saben e incluso lo que no saben cuando expresan dudas. Por el contrario a los varones se los inserta más en actividades motrices.
“Desde el punto de vista conceptual están en mejores condiciones y las habilita a prestar más atención porque disponen de ese bagaje”, detalló. Incluso dijo que en consultorio tiene más varones con dificultades de aprendizaje que niñas.
Números nacionales
A nivel nacional, sólo 6 de cada 10 alumnos que ingresa al secundario lo termina en término, según un informe del Observatorio Argentinos por la Educación que consideró el periodo 2011- 2016. Mendoza se encuentra levemente por debajo de la media nacional: egresa 59,3% de los que ingresaron, mientras que el promedio país es de 60,7%.
En este nivel también hay supremacía femenina. De los varones egresa el 53,5% de los que se matriculan; el porcentaje salta al 68,3% en las mujeres.
