El ministro de Producción, Dante Sica, admitió ayer que hay "alerta" en el Gobierno por la cantidad de cheques rechazados y no pagados en los bancos por falta de fondos, una situación que se viene agravando desde enero y que ya roza los 30.000 millones de pesos.
Según datos del Banco Central a los que accedió Los Andes, la cantidad de cheques no pagados aumentó 61,23% en los primeros cinco meses del año, respecto de igual período de 2017, alcanzando los 29.346 millones de pesos.
"Los bancos no ven aumentos de mora pero sí de cheques rechazados. Y eso empieza a generar un alerta", dijo Sica, quien observa a éste como el mayor y más urgente problema a resolver en el corto plazo.
Por esta problemática, el Gobierno anunció recientemente un plan de subsidios de tasa hasta tres puntos porcentuales para los créditos que las pymes tomen en el Banco Nación, teniendo que afrontar finalmente un interés total del 29% anual.
En declaraciones radiales, Sica afirmó que, frente a este panorama, "la prioridad en los próximos meses es trabajar sobre las cadenas de pagos de las pymes, ya que muchas son proveedoras o clientes de grandes empresas".
Los datos duros del Banco Central indican que en los primeros cinco meses del año se emitieron en la Argentina cheques que resultaron compensados por $ 1,72 billones.
Un cheque compensado es aquel que ha sido verificado por el banco del emisor y su pago resultó aprobado, por lo que hay fondos necesarios en la cuenta del emisor y el cheque está bien. El dinero es transferido entonces al banco del acreedor.
Pero lo que preocupa al Gobierno es que también hubo en el mismo período cheques rechazados por un monto de 96.126 millones de pesos, de los cuales no fueron pagados por falta de respaldo instrumentos por $ 29.346 millones, es decir, el 30,53%.
Los registros reportados, sobre la base de datos de la Cámara Compensadora, indican que en los primeros cinco meses del año hubo un crecimiento del 61,23% en el stock de cheques rechazados y no pagados respecto de los 18.201 millones de pesos del mismo período de 2017.
Eso indica que uno de cada tres cheques que fueron rechazados no tenían fondos que los respalden, una situación que suele crecer en momentos de crisis en las empresas o personas jurídicas que utilizan este instrumento de pago.
Además, el alerta en el Gobierno se generó cuando se observó una aceleración de cheques rechazados no pagados en mayo, tras el estallido de la crisis cambiaria.
Hasta abril, la cantidad de cheques rechazados no pagados había alcanzado los 21.075 millones de pesos, registrando un incremento del 51,6% respecto de los 13.897 millones del primer cuatrimestre del año. Sumando mayo, ese guarismo saltó al 61,23%.
Si se compara sólo mayo de 2017, cuando fueron rechazados y no pagados cheques por 4.304 millones de pesos, contra mayo de 2018, cuando rebotaron cheques por 8.272 millones, hubo un salto de 92,2%.
Un informe de coyuntura de la Fundación Mediterránea en el que se analizaron los datos publicados sólo hasta abril indica que los montos de cheques rechazados por falta de fondos alcanzan el 1,1% del total compensado.
"La cadena de pagos mostró en abril un estrechamiento hasta niveles que no se habían observado desde abril 2012", dice el informe. El 1,1% registrado está muy por encima del 0,74% observado en enero pasado.
Asimismo, el promedio para el primer cuatrimestre del año fue 0,91%, contra el 0,72% de igual período de 2017. Si se consideran los datos de mayo, el promedio se ubica por encima de esos registros aunque aún muy lejos de guarismos alcanzados en la profunda crisis financiera de 2002.
Por su parte, indica el informe, los montos compensados vía cheque en la economía local -medidos en términos reales- "reflejan un amesetamiento en torno a 73.200 millones desde 2016. No obstante, aquí también influye el crecimiento de las transferencias por medios de pago electrónico, entre otros.
El dólar volvió a subir y el Merval cayó casi 9 puntos
Una jornada negra vivió el mercado financiero argentino, en línea con lo ocurrido en el exterior, dado que la Bolsa porteña perdió 8,96% y el dólar subió 32 centavos para volver a ubicarse por encima de los $ 28.
Los datos negativos fueron motivados por una multiplicidad de factores. Entre ellos, la sostenida salida de capitales de las economías emergentes hacia los mercados más desarrollados y "seguros", y las dudas sobre la economía.
Esta situación le pega a la Argentina con mayor fuerza debido a su debilidad financiera por el elevado déficit de cuenta corriente, a pesar del auxilio del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del reciente "ascenso" a la calificación de mercado emergente.
Según opinó el analista financiero Christian Buteler, "el mercado está previendo un futuro muy malo y es por eso que acá cae más que en otros países", dijo el analista, quien remarcó que esto se traduce en una devaluación del 60% en lo que va del año, pérdida del 20% de las reservas, tasas récord del 47% y una caída del 40% en dólares para la Bolsa porteña, con una inflación que se acerca al 30% anual.
En ese contexto, el dólar volvió a tomar temperatura ayer al subir 32 centavos para cerrar en los 26,96 pesos para la compra y 28,05 pesos para la venta en el promedio de los bancos porteños.
Las acciones líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cayeron 8,96%, con el indicador Merval en los 25.921,08 puntos. Esto fue una de las peores pérdidas para una sola jornada en los últimos ocho años.
Los operadores internacionales siguen mostrando aversión al riesgo y buscan inversiones que pueden resultar menos rentables pero más seguras.