A pesar de que el consumo de carne de pollo per cápita en la Argentina quedó el año pasado dos kilos por debajo del récord alcanzado en el período 2015-2016 de 47 kilos por habitante, al ubicarse en 45 kilos por habitante, este último volumen es por el momento considerado el "techo" del sector, según empresarios consultados.
"Hoy el consumo está en 45 kilos y apuntamos a mantenerlo por encima de los 40, pero el negocio hoy está en tratar de aumentar la exportaciones", dijo a Télam el titular de Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), Roberto Domenech.
El directivo dijo que el récord de 47 kilos per cápital fue producto de "una situación particular que se dio a partir de 2014 y que ya no se da más".
Según la Mesa de las Carnes, entidad que agrupa a las principales cámaras y asociaciones del sector cárnico argentino, a mediados de septiembre del año pasado el consumo total de carnes ascendió a 118,4 kilogramos, de los cuales 44,9 kilogramos correspondieron a la producción aviar.
En sintonía con la suba de carne aviar, el consumo per cápita de carne de vaca cerró con un incremento en 2017 de 5,6% respecto a 2016 al alcanzar 58,4 kilogramos, mientras que la porcina se posicionó en 14,1 kilogramos por habitante, con un aumentó de 9,1% interananual.