Argentina logró cerrar las exportaciones de vinos embotellados con un magro 1,2% en volumen, sin embargo, el precio promedio por litro bajó 2,8%. Así las cosas, se vendió más pero más barato. En este sentido, el país dejó de ingresar divisas por U$S 12 millones: ya en 2014 vendió botellas de vino por U$S 734 millones, mientras que en 2015 lo hizo por 722 millones de dólares según se desprende del informe anual de Caucasia Wine Thinking.
Para graficar la situación: Argentina vendió en botellas de 750 cm3, 2,8 millones de botellas más que en 2015, no obstante el precio promedio por litro bajó 2,8%, por lo que el año pasado se comercializaba a 3,99 dólares, en tanto, en 2014 se vendía a 4,11. De hecho, en 9 de los 10 principales mercados de destino, el precio cae.
En volumen los únicos dos segmentos de precios que aumentan son: hasta 24 dólares la caja (13%) y el de 24 a 33 dólares (4%). Mientras que el resto de los segmentos cae: de 33 a 44 dólares (9%), de segmento 44 a 72 dólares (6%), de segmento 72 a 100 dólares (4,9%), más de 100 dólares de la caja (1,2%).
Llama la atención el desempeño de los espumantes argentinos, que luego de varios años con buena performance, en 2015 cerraron con todos los números en rojo. El reporte de Caucasia muestra que este producto tuvo una baja del 13,2% en volumen y del 19,3% en valor.
Por lo tanto, mientras que los espumantes en 2014 generaron ingresos por 21 millones de dólares FOB, en 2015 ese número fue menor, cerrando en U$S 17 millones.
Las razones
Finalmente los pronósticos de los industriales terminaron por hacerse realidad. Es que al comenzar 2015, ya varios estimaban que podrían “descorchar” si con aquel escenario macro y en un año de elecciones se lograba sostener el número de las exportaciones registrado en 2014.
Para Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina, la caída del precio promedio por caja se debe a que Argentina, tras la mejora del tipo de cambio y eliminación de las retenciones, se hizo más competitiva. “Argentina está un poquito más competitiva. El precio promedio se ha bajado porque se capitalizó la mejora del tipo de cambio y eliminaron las retenciones”.
Agregó: “Todavía desde afuera esperan que seamos más competitivos. Creo que el salto lo vamos pegar después de que veamos cuánto se pagará en la vendimia la uva, qué tipo de cambio tenemos y cuánto marcará la inflación”.
El anuncio de que esta será la cosecha más baja de la década también ha generado interrogantes, es que la presión por la falta de uva podría generar una estampida en los precios, algo que las empresas ya están midiendo.
Para José Ascencio, export manager de Familia Zuccardi, el problema no es que las bodegas han vendido más barato, sino que el tipo de cambio con Canadá y Europa ha cambiado en el tiempo.
“Esto no se trata de que las bodegas estamos vendiendo vino más barato, sino que hemos tenido una variación en los tipo de cambio de Europa y de Canadá lo que influye en las comparaciones en dólares”, señaló Ascencio.
Desde Zuccardi, estiman que este año las expectativas son de un año complejo.
“Si bien el tipo de cambio y la eliminación de las retenciones han ayudado a la industria, lo cierto es que el continuo aumento de los insumos y la baja pronosticada en la cosecha nos podrían afectar el resultado final del año”, dijo Ascencio.
En este sentido, el ejecutivo de la empresa se mostró optimista por los mercados en donde el dólar norteamericano sea la moneda de cambio “en general hay expectativas en todos mercados, sobre todo aquellos que se muevan dentro de la zona del dólar (norte)americano; son más atractivos en este momento”.
Si bien el humor para los negocios ha mejorado tras un primer semestre con algunos problemas, se estima que en el segundo se podrá avanzar si las señales macro son las correctas.
En este sentido, Federico Giménez Riili, de Bodega Giménez Riili, aseguró que “mientras el año pasado sólo el 10% de nuestra producción era exportada este año esperamos estar entre el 30% al 40%. La apertura del tipo de cambio y la eliminación de las retenciones ha generado buenas perspectivas para el negocio, de hecho están abriéndose nuevas puertas”.
Sin embargo, el empresario del Valle de Uco advirtió que la rentabilidad sigue siendo escasa. “Facturamos más pero nos comen los costos, que siguen aumentando, y la rentabilidad de un año a otro no varía y ronda entre 5% y el 8%.
Mes de enero en baja
Según datos provistos por el INV, en el mes de enero de 2016 las exportaciones totales de vinos bajaron el 23,58% en volumen y el 13,13% en los dólares, comparadas con el mismo mes del año anterior. Si se analiza por color, las exportaciones totales de vinos blancos decrecieron el 40,56% y los vinos tintos el 17,95%, siempre respecto de los datos de igual mes de 2015.
Para las ventas al exterior de vinos a granel la baja fue del 46%, con bajas en vinos de blancos del 64,75% y del 36,75% los de color. Además, bajaron el 5,29% las ventas de vinos fraccionados. En esta modalidad bajó el color el 5,70% y el blanco el 3,41%.
En tanto, las exportaciones de vinos sin mención varietal tuvieron una disminución en el mes considerado del 53% en volumen y el 33,35% en el valor FOB respecto a enero de 2015.