La proporción de personas con más de 100 años se incrementará a pasos agigantados en los próximos 22 años. En 2040 se sextuplicará la cantidad existente en la actualidad.
Según las proyecciones de población del Indec, actualmente viven en Mendoza 289 personas que superan esa edad, es decir 0,014% del total de habitantes que son 1.949.297.
En 2040 serán 1.929, sobre una población de 2.328.693, es decir 0,082%.
Llama la atención la brecha entre varones y mujeres, ya que los datos expresan una marcada mayor sobrevida de estas últimas.
Actualmente son casi 4 veces más mientras que dentro de 22 años serán el triple de los varones. Hoy viven en la provincia 61 hombres de más de 100 años frente a 228 mujeres. Cuando se llegue a 2040 serán 450 los varones y 1.479 mujeres.
En el país, hay actualmente 7.726 personas de esa edad (0,017% de la población) mientras que serán 42.685 (0,080%) en 2040.
Mejores condiciones
Quienes trabajan con adultos mayores reconocen que la mayor sobrevida se debe fundamentalmente al acceso a un mejor estado de salud.
Esto se vincula por un lado a la posibilidad de recibir asistencia y que ésta esté de la mano de los beneficios que brindan los avances tecnológicos.
Estos han logrado diagnósticos más tempranos y certeros lo que permite llegar antes a los tratamientos y atenuar daños. Los tratamientos también se han visto beneficiados por las conquistas de la ciencia y resultan más efectivos.
"Hace unos años no teníamos tanto acceso a tratamientos de enfermedades, en particular de las crónicas o del cáncer", consideró Aldo Sáez, titular de la dirección de Adultos Mayores de la provincia.
Destacó que se estima que " en Argentina en 50 años más habrá la misma cantidad de adultos mayores que de niños".
Desde su punto de vista, habría que discutir si el estilo de vida ha incidido positivamente ya que dijo que las generaciones de nuestros abuelos se alimentaban mejor e incluso vivían más tranquilos, con menos estrés. Sin embargo hoy hay mejores suplementos dietarios para complementar carencias.
Marcelo Barcenilla, geriatra y director del hospital Lencinas, advirtió que se espera que en el futuro se acote la brecha de sobrevida entre varones y mujeres. "Hoy la relación es de 3 o 4 a 1 pero hoy son muchas más las que trabajan, sometidas a situaciones de estrés. Están teniendo más eventos cardiovasculares por lo que esa disparidad irá disminuyendo", manifestó.
Calidad de vida
Otro tanto ocurre con los logros de la farmacología que las últimas décadas ha ofrecido tratamientos más diversos que atenúen el impacto de patologías y hasta el deterioro propio de la misma edad.
Esto impacta directamente en la calidad de vida y les ha permitido, a quienes se jubilan, llegar en mejores condiciones que hace algunas décadas. Es entonces que hace tiempo se habla de "vejez activa", ya que los mayores de 65 años, lejos de retirarse, se reinsertan en nuevos espacios.
En general son personas que participan de la vida social, practican deportes, aprenden oficios, se insertan en grupos de personas de su misma edad y viajan, entre diversas alternativas. Algunos incluso se atreven a aprender idiomas.
Esta posibilidad de interacción social y de aprendizaje que aporta a la plasticidad mental los mantiene en muy buenas condiciones ya que son todas actividades muy benéficas para la salud física y mental.
El deterioro cognitivo
Frente a esta sobrevida se destacan dos aspectos que deben ser tenidos en cuenta.
Uno de ellos es la calidad de vida que tengan estas personas para ese entonces.
Barcenilla explicó que ésta va a depender básicamente del deterioro cognitivo, ya que a edad avanzada se presentan síndromes demenciales como demencia senil o Alzheimer.
En adultos mayores, "70% de la población ya tiene un grado de demencia lo que empeora la calidad de vida porque pasan a ser personas dependientes", subrayó.
Otro aspecto a considerar es qué posibilidades de inserción social tendrán, esto teniendo en cuenta que hay muchas actividades cotidianas que requieren habilidades que no dominan o que los espacios no están acondicionados para recibirlos.
Que debe haber una sociedad que los incluya a todos es el parámetro a tener en cuenta y que prevalece en la mirada de Sáez.
"Tenemos que preparar más la sociedad, no sólo para que haya espacios propios para ellos (porque ya hay), la sociedad toda tiene que estar preparada para recibirlos, como por ejemplo veredas y calles adaptadas, que cualquier espacio pueda ser ocupado", señaló.
El uso de tecnología para realizar tantos trámites es el gran desafío, incluso el uso hoy tan extendido de cajeros automáticos. Sáez destacó que hay bancos que han considerado esto y han dispuesto personal específicamente para capacitarlos.