Desde ayer, automovilistas y peatones pueden observar la construcción de una pasarela sobre el Acceso Este, a la altura del Predio de la Virgen, en el cruce de las rutas nacionales 7 y 40.
La obra está a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), a través de contratistas, y se hará en tres tramos. Se habilitarí, en principio, en setiembre.
Por razones de seguridad, los técnicos determinaron la ubicación del paso frente a la Virgen y en paralelo al puente carretero que comunica la terminación del Acceso Sur con el Este y la calle Mitre de Guaymallén, en el kilómetro 1.039 de la ruta 7.
El paso consiste en una estructura premoldeada de hormigón pretensado de 2,5 metros de ancho, con un coronamiento superior protegido, con baranda peatonal metálica y jaula de seguridad, montada sobre cuatro columnas. La pasarela propiamente dicha son tres tramos de vigas de 26 metros de largo cada una.
La estructura se conecta con sus accesos a través de cinco tramos de rampa peatonal, apta para transeúntes, bicicletas y motos de baja cilindrada. La iluminación estará garantizada por columnas de 9 metros de altura, en los costados de las rampas, y por otras centrales de 12 metros sobre un cantero.
“El diseño es simétrico en ambos extremos de los ingresos al sur y al norte de la ruta 7. Estas entradas se vincularán con el espacio verde en la Lateral Sur del Acceso Este y con el parque del predio de la Virgen, sobre el costado norte”, explicó el ingeniero Miguel Manuel Rivas, administrador del 4° Distrito de la DNV.
Ayer, se observaban las primeras acciones de las empresas contratistas, Coinsa y Prear. Los operarios de la primera efectuaban excavaciones para la fundación del montaje de los pilares, mientars que los de la segunda firma aprontaban la colocación de la primera sección del puente de rampas premoldeadas, utilizando una grúa de gran porte.
Tránsito restringido
En medio de este trajín, se desplegaban las iniciales medidas de seguridad en el entorno, a cargo de contraventores municipales y personal de obra.
Las previsiones tendrán que ser las previstas por las normas viales para este caso, en atención a que esa parte de la carretera es ancha, y la corriente vehicular circula a considerable velocidad. En un momento, un conductor imprudente, que marchaba de este a oeste, avanzó por el estrecho margen que quedaba entre los tambores de precaución y el guardarrail, poniendo en peligro a terceras personas.
La obra, muy esperada por los vecinos de la zona (y muchos otros transeúntes que pasan por allí a diario), se dividirá por etapas. En la primera se harán excavaciones y otras tareas, con reducción de calzada, por lo que permanecerán cerrados al tránsito entre uno y dos carriles por trocha del Acceso Este hasta el domingo. Quienes circulen por las dos manos de la estratégica vía de comunicación deberán extremar las precauciones, y en lo posible elegir caminos alternativos.
Dentro de 15 días se cortará la circulación de una de las calzadas, y entonces todo el tráfico de esa mano irá por la colectora correspondiente. Estos cortes permitirán colocar las vigas de 26 metros. Al cabo de 60 días, ocurrirá lo mismo en la otra trocha.
El puente podrá ser utilizado a partir de setiembre, según las previsiones de las autoridades. La inversión total es de $ 7.500.000.
Los que se arriesgan
La pasarela brindará seguridad y tranquilidad a quienes cruzan esa enorme ruta y donde hay una gran aglomeración urbana y comercial. Los transeúntes cruzan, en general, utilizando una angosta vereda sobre el puente del Acceso Sur, entre ellos muchas mujeres que llevan a los niños a escuelas del área.
Marta y sus hijas se arriesgan por ese lugar todos los mediodías. A esta ama de casa le pareció “muy atinado este trabajo, pero debió hacerse antes”.
Otros de los que intentan los cruces con riesgos son Julieta Calderón (22), Cristian Álvarez (212 ) y Malena Roman (22), que forman parte de una murga y ayer ensayaban en un sector pegado a la base del monumento a la Virgen.
Por su parte, Fernando Seticase, con experiencia en construcción de terraplanes y que trabajó en grandes empresas, también ponderó la obra. Había ido ayer al lugar para observar la puesta en marcha de los trabajos de la tan reclamada (y bienvenida) pasarela.
Recuerdo de una tragedia
Curtidos operarios y los empleados y jefes de la DNV tienen vivo el recuerdo del ingeniero Adrián Sosa (de la firma Andes Vial), quien falleció atropellado durante la construcción de la pasarela ubicada 500 metros al este del cruce del Acceso Este con la calle Tirasso (Guaymallén), sobre la vía que conduce a la capital mendocina. Tenía 32 años.
En el mismo suceso, causado por una mujer que perdió el control del auto que conducía, resultó gravemente herida la ingeniera Julieta Nazazi (35), de la Dirección Provincial de Vialidad, quien supervisaba aquella obra. Sufrió gravísimas lesiones y tuvo que ser sometida a diversas operaciones.
La mujer que los atropelló adujo haber sufrido un problema de salud mientras guiaba su coche a la Terminal de Ómnibus a buscar a su marido, chofer de una línea de larga distancia.