En 10 años siguen estancadas las manufacturas industriales

Por el contrario, aumentaron y se concentraron las de origen agropecuario. El 69% son vitivinícolas. Los productos primarios cayeron 5%.

En 10 años siguen estancadas las manufacturas industriales

En los últimos diez años se observa un fenómeno que se acentuó con el tiempo: la estructura exportadora de Mendoza no se movió. Por el contrario, se observa una concentración en la oferta exportable, tanto de productos como mercados de destinos. En esta composición, los productos de origen agrícola son los que concentran y ganan terreno, por sobre los de origen industrial y primarios.

Para ser más claros vale con sólo ver los resultados de las estadísticas de los últimos 10 años aportadas por ProMendoza. Entre 2005 y 2015 las manufacturas de origen agropecuario (MOA) pasaron de representar el 65% de la oferta exportable de la provincia al 74%. Y dentro de este número, el 69% responde a productos vitivinícolas: vino fraccionado, a granel y mosto concentrado.

Contrario a lo que sucede con las MOA, las manufacturas de origen industrial (MOI) se mantuvieron en la etapa recién expresada. Por lo que se observa un estancamiento en la torta exportable de Mendoza del 16%. Finalmente, los productos primarios (PP) concentran el 10%, cuando en el 2005 era del 15%. Pero no sólo se redujeron los envíos de estos productos, sino que se concentraron -el 72% es representado por el ajo en fresco-.

De este modo es que se puede concluir que 8 de cada 10 dólares que Mendoza exporta es aportado por todos aquellos de origen agropecuario y primarios, en su mayoría sin valor agregado.

Además, otro punto importante es la caída en el total exportable de Mendoza desde 2011, cuando la región tocó su pico máximo de envíos, siendo de U$S 1.846.207.491,70, mientras que en 2014, los dólares fueron de 1.378.948.072,20, un 25% menos que hace cinco años atrás. Mientras que de 2015 los datos aún no están cerrados, pero según indican desde ProMendoza, ingresarán aproximadamente la misma cantidad de dólares que el año anterior.

Otros mercados

Con respecto a los destinos, la concentración se explica en sólo tres mercados: EEUU, Brasil y Chile, que representaban el 53% de las ventas al exterior en 2004 y el 58% en 2015.

Bajo este parámetro, se puede deducir que la “estrategia” de continuar con el perfil exportador de Mendoza en el sector agropecuario no estaría dando los mejores resultados para la provincia y la baja diversificación en la estructura ha traído sus consecuencias, teniendo en cuenta que los productos primarios y sin valor agregado tienen un techo.

Según estimaron economistas consultados, la problemática también recae a la hora de conquistar mercados, y lo que ellos solicitan. Es que, según manifiestan, los consumidores del mundo buscan, por ejemplo en el caso de los alimentos, productos diferenciales, orgánicos, para celíacos, premium, entre otros, y Mendoza está lejos de poder ofertar. Al contrario, continúa focalizándose en productos primarios con poco proceso de industrialización.

De este modo es que más allá de que la provincia continúe siendo agroexportadora, también es importante -según detallaron los especialistas en comercio exterior- que a esos productos se los comience a trabajar de otra manera para ofrecer valor -más allá del vino fraccionado-.

Es así que, saliendo de los alimentos y algo con lo que está trabajando ProMendoza, la estrategia apuntaría a ofrecer productos con mucho valor agregado, como es software, diseño, medicina, etc., que son algunas de las tendencias a partir de este año que continuarán haciendo foco, buscando la profesionalización en cada uno de los campos, que a pesar de que en el corto y mediano plazo no moverán la aguja, sí será un camino a seguir.

Falta de diversificación

A pesar de que la concentración en pocos productos se ha dado en los últimos diez años, también es verdad, que desde el 2011 la reducción se fue haciendo cada vez más clara.

Es que, según detallaron desde ProMendoza, el comercio doméstico vio crecer -a partir de ese año- el proteccionismo -con una justa causa (falta de dólares)-, el cierre de fronteras para salir y entrar productos, conjugado a factores internos como un tipo de cambio fijo y controlado. También hubo problemas como las demoras en la devolución de las retenciones y del IVA, las licencias no automáticas y la reducción de plazos para liquidar divisas.

Es que Mendoza, al igual que el país, fue perdiendo competitividad. Hecho que quedó reflejado en la crisis del sector vitivinícola.

Frente a esta pérdida de competitividad, “los empresarios mendocinos fueron trabajando con el objetivo de mantenerse en el negocio, sin la posibilidad de abrir fronteras o pensar en la diversificación”, expresó Fernando Urdaniz, gerente de Fundación ProMendoza.

El directivo también dijo que Mendoza es una provincia agroexportadora, y “esto no va a cambiar a pesar de que las condiciones para salir de ese modelo son más propicias. No obstante, es verdad, que es importante que la provincia comience a ofertar productos con valor agregado y a nuevos destinos, para no depender siempre de los mismos países”, recalcó Urdaniz.

Además, explicó que afectó en general al país el “cerrar sus fronteras para el ingreso de productos; es lógico que los países que antes nos vendían no quieran comprarnos. Para muchas empresas, las relaciones internacionales eran muy complicadas para establecer acuerdos”.

Sin embargo, el gerente de la Fundación ProMendoza aclaró que tampoco todo el problema recae sobre las decisiones de las políticas del gobierno kirchnerista. Sino que además, la situación económica de nuestros principales compradores tampoco ayudó, “como es el caso de la caída de los precios internacionales de los commodities, y la devaluación de las monedas de Brasil, China y Chile”.

Coincidió con este panorama Rodrigo González, economista de Ideal, quien detalló que los últimos 7 años fueron malos para las economías regionales, acorde a las políticas remarcadas anteriormente, y que se sumaron además, a la nula inversión en infraestructura, controles de precios, cero avance en materia de acuerdos de libre comercio, entre otros.

Todo esto, para el economista, provocó que la competitividad del sector exportador de Mendoza, cayera.

Frente a este contexto planteado, el economista de Ideal indicó que “es muy difícil diversificar mercados y productos. De hecho, la consigna de los últimos años fue salvar los logros obtenidos hasta los años 2006/2007. ¿Se pudieron salvar estos logros? No. Perdimos mercados en todos lados, inclusive en Brasil, donde Chile nos viene pasando el trapo con los vinos, frutas e industria conservera”.

Un ejemplo que brindó González fue como Chile conquistó Asia, y que aún sigue siendo algo muy lejano para Mendoza. “Chile en 10 años multiplicó sus exportaciones a China por 9, nosotros por 0, exportamos lo mismo que hace 10 años al gigante asiático”.

Para el economista Jorge Day, de la Fundación Mediterránea-Ieral, cuando el dólar estaba caro, convenía ofrecerle al mundo muchos productos: vinos, aceite de oliva, frutas, hortalizas, productos industriales, etc. Pero, “a medida que el dólar oficial se hizo más barato, varios de esos productos pasaron a ser menos rentables para su exportación. Tuvieron mayor posibilidad de mantenerse aquellos bienes con mayor ventaja relativa. En Mendoza es el vino, no así los productos de la metalmecánica”.

Más allá de todos estos fenómenos, el gerente de Fundación ProMendoza, dijo que la falta de diversificación también se explica en que eran años buenos en el consumo interno, por lo que al productor industrial le era cómodo pensar sólo en Mendoza y no tenía en su cabeza las exportaciones          -de ahí que se observa un estancamiento en los envíos de las MOI.

El ejemplo más claro, es el vino. Cuando en Argentina se consumían cerca de 60 litros per cápita y los envíos crecían, el sector vitivinícola demandaba mucha maquinaria. Pero cuando a este sector le fue mal, lo que trajo aparejado fue que las empresas metalúrgicas se encontraron con poca oferta para vender sus productos.

Luego, “cuando quisieron salir, la realidad nacional e internacional -que planteé recién- no eran las propicias, y frente a eso, muchas debieron achicarse y no pudieron siquiera tecnificar sus fábricas”, ejemplificó Urdaniz.

No obstante, según explicó Julio Totero, actual secretario de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), a pesar de que cuando el sector de la fruta y el vitivinícola caen la performance de la industria metalmecánica también lo hace, el sector “sí ha buscado diversificar su exportación, a pesar de que las condiciones macro y micro económicas no ayudaron”.

Entre los cambios y los problemas económicos

En el caso de la metalmecánica, Totero contó que hasta el 2011 el sector había diversificado sus envíos a otros mercados. Sin embargo, después de ese año, ante la pérdida de competitividad y el cierre de las importaciones, muchos de los países que habían logrado entrar se cerraron y en algunos casos perdieron participación.

No obstante, explicó que desde hace tiempo vienen diversificando también en productos: tecnología para la industria elaboradora de conservas y empaque de fruta, tecnología para la industria del vino, y equipos para el petróleo, para la minería y todo lo que demanda energía tradicional y alternativa.

Los números que brindó el secretario de Asinmet reflejan lo que él manifiesta: “Hasta el 2010 el sector de la metalmecánica en Mendoza exportó cerca de 700 millones de dólares. Luego de ese año, se observó un retroceso por todas las políticas que no ayudaron, y al 2015 se llegó a enviar cerca de 400 millones de dólares”.

A pesar de esto, contó que no están reflejados estos números en la aduana de Mendoza, porque muchos de los productos de más de 80 empresas exportadoras salen por otros puertos diferentes al de la provincia por una cuestión de logística, en gran parte productos mendocinos salen de Buenos Aires y Santa Fe, ya que allí trabajan empresas mendocinas con consorcios exportadores.

En cuanto a los destinos, explicó que la gran mayoría de los productos se envían a América Latina (México, Chile, Venezuela, Brasil, Perú, etc.), así como a Europa y EEUU, para la industria del maíz y la ciruela.

No obstante, remarcó que durante los últimos años se perdieron muchos destinos, y hoy ante la expectativa favorable, en base a la paridad cambiaria y facilidad para importar insumos, “creemos que es el momento de ir a buscar todos los mercados perdidos para no depender siempre de los mismos países”, remarcó Totero; a pesar de que no quiso dejar de detallar, que “todo esto se logrará si se para la inflación y los precios de los insumos que utiliza -principalmente el acero- se frenan”.

Otros servicios y productos para vender

A partir del panorama presentado, es que este año la provincia buscará diversificar. No obstante, Fernando Urdaniz, gerente de la Fundación ProMendoza, aclaró que igualmente el perfil exportador de la provincia continuará siendo agrario, ya que “la misma tiene todas las características para desarrollar el mercado de bebidas y alimentos. De este modo es que, sin descuidar esta matriz, la economía de Mendoza también tiene que salir con nuevas ofertas”.

En este sentido es que contó que desde la entidad están trabajando en varios puntos. Uno de ellos es con la conformación de Consorcios de Exportación de vino a granel y orgánico, diseño gráfico y de modas, audiovisuales, servicios médicos, universidades, alimentos, entre otros.

“Con esto sabemos que no se moverá la aguja del ingreso de dólares a la provincia y que para ver resultados aún es muy pronto, pero sí consideramos que es una manera de dar valor agregado a los productos provinciales”, remarcó el gerente de la Fundación.

Asimismo, y con respecto a los mercados, explicó que la provincia conoce perfectamente su situación de Brasil-dependencia en casi todos los productos. No obstante, “más allá de que desde la Fundación continuemos con las políticas de no perder lo ganado, sí se buscarán nuevos destinos para estos productos y los que ya comercializamos”, remarcó el gerente.

Ante esto, por ejemplo, expuso que en 2016 seguirán apostando con la metalmecánica al envío de maquinaria para alimentos y bebidas, no sólo al sur de Brasil, donde se ubican muchas bodegas, sino también a Bolivia y Perú, en su zona de producción de Pisco.

Entre las políticas macroeconómicas que ayudarán a todo esto que proyecta la provincia está la devaluación del peso argentino, compensando las devaluaciones del yuan chino, del peso chileno y del real brasileño. También el fin de las retenciones y las declaraciones juradas anticipadas, lo que “no sólo le da mayor rentabilidad a las empresas sino que también agiliza los envíos”, explicó Urdaniz.

Asimismo, otro punto en el que coincidieron Urdaniz y González es que la liberación de las importaciones también es un punto positivo en la imagen del país, ya que al abrirnos para que ingresen productos los mercados están más receptivos también para comprarnos.

A su vez, el gerente de la Fundación, sumó que la posible incorporación de Argentina/Mercosur a la Alianza del Pacífico (desafío del presidente Macri) también será más que importante, “considerando que con esto el país podría tener libre comercio con muchos destinos y llegar aún más barato, y por ende (con precios) más competitivos”.

Al tiempo que observó, “que en el corto y mediano plazo recién se podrá ver la evolución y diversificación, teniendo en cuenta que en muchos casos la devaluación del peso se ha trasladado a los aumentos de costo. Por ende, hasta que la inflación no descienda los productos argentinos no podrán ser más competitivos”.

En base a todos estas medidas, impulsadas por el presidente Mauricio Macri es que Urdaniz recalcó que el sector exportador de Mendoza mira con buenos ojos el 2016, y espera una reactivación.

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