Un nuevo informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) analiza la situación de las cuentas públicas provinciales entre los años 2008 y 2017, dando cuenta de su deterioro durante el período considerado, cuando se lo analiza desde una perspectiva estructural y plurianual.
Uno de los aspectos más relevantes del informe es el referido al aumento del peso del gasto público provincial en relación a la economía local.
Mientras el gasto público provincial representaba el 14,6% del PBG de Mendoza en 2008 (y 12,4% en 2005), ese porcentaje llegó al 24% en 2015, para estabilizarse en esos niveles en 2017, luego de una tenue disminución en 2016. Así, en diez años el peso relativo del sector público en relación a la economía de Mendoza aumentó un 65%, sin una contrapartida palpable, de similar proporción, en mejores servicios.
También se destaca en el período analizado en el estudio del CEM, la reducción, hasta su extinción, del ahorro corriente. Esto restringió la capacidad del gobierno provincial para realizar erogaciones de capital (obra pública) significativas.
El ahorro corriente se disipó -luego de alcanzar el 18,8% de los recursos corrientes en 2005- y desde el año 2011 registra números negativos, con la sola excepción del año 2014. En los dos últimos ejercicios se destaca una notable reducción del déficit corriente, que alcanzó los $ 1.083 millones en 2016 y $ 144 millones en 2017, luego de los $ 2.476 millones en 2015.
El deterioro del ahorro corriente es resultado de muchos años en los cuales el gasto corriente creció a tasas más elevadas que los recursos corrientes.
En ese contexto, la obra pública no pudo destacarse, dependiendo casi exclusivamente de la capacidad de endeudarse, y siendo generalmente la variable de ajuste de la ejecución presupuestaria.
Así, luego de alcanzar en el 2011 un pico de 10,1% de los ingresos corrientes, la obra pública cayó al 2,7% en 2016, para recuperarse levemente hasta alcanzar el 3,6% de los ingresos corrientes en 2017.