El anuncio de que más tarde o más temprano habrá una reforma impositiva en Argentina prendió y ya genera expectativa entre los hombres de negocios locales. Así lo confirma una encuesta a casi un centenar de empresarios mendocinos, entre los cuales 9 de cada 10 reconoce tener "altas expectativas" acerca de un rediseño de la matriz tributaria, en tiempos en que la falta de actividad económica hace más evidente la presión fiscal.
Además de tener ese leitmotiv, la Encuesta de Expectativas realizada por el Cifem (Centro de Información de la Federación Económica de Mendoza) toma como ejes los niveles de facturación, los impuestos considerados distorsivos como el IVA, Ingresos Brutos y el que se aplica a cheques , la posible reforma del IVA, junto a las cargas patronales consideradas distorsivas.
El resultado no deja dudas. Apenas un 7,2% de los empresarios consideraron que es "medianamente" imperativo modificar el sistema tributario nacional y provincial, al evaluar que antes "hay otras prioridades".
“Resulta que el peso de los impuestos en los costos de los productos argentinos son muy elevados y complica la competitividad en el exterior. Por otra parte, la reforma de este sistema no es un tema fácil para el Gobierno, por lo que se espera que recién el proyecto de modificaciones en la matriz se dé en 2018”, señala el análisis de los resultados del estudio coordinado por el economista Raúl Mercau, decano de la Universidad Champagnat.
Distorsión y "enanismo"
Aunque están de acuerdo a que se grave la facturación, los empresarios locales no dudan en mencionar en primer lugar a Ingresos Brutos como el impuesto más distorsivo, además del impuesto al Cheque y el IVA.
Este tributo federal contribuyó con $4 de cada $10 recaudados , en tanto $3 de cada $10 salieron del Impuesto a las Ganancias, dentro de un mapa fiscal que completaron transferencias bancarias, combustibles y otros ítems.
A propósito, ante la opción de que, a la hora de la reforma, se sumen algunos puntos más al Impuesto al Valor Agregado que se coparticipe en la misma medida a las provincias aportantes o se determine un IVA “provincial”, la alternativa elegida por la mayoría: un 81% de los consultados se inclinó por esa variante. Un camino que al parecer empieza a preparar el Ministerio de Hacienda mendocino.
Por lo pronto, el análisis parte de la composición de la recaudación por actividades, en la que se destaca que $300 de cada $1000 los aporta la industria, seguida de cerca por el comercio, con más de $250. En tercer lugar, lejos, se ubican bancos y aseguradoras (10,3 por ciento).
Sobre los más distorsivos, la torta crítica se reparte casi en porciones idénticas entre el tributo nacional e Ingresos Brutos. El 7,5 por ciento restante se inclinó por el Impuesto al Cheque.
Pero también la encuesta se pronunció sobre si la progre o regresividad debe afectar a la facturación. Y también al “enanismo fiscal”, o la falta de crecimiento en la recaudación de ciertos tributos.
En cuanto al primer punto, 8 de cada 10 esta de acuerdo con que el cobro esté atado a la facturación, pero al mismo tiempo reclaman más acciones para equilibrar el universo afectado, sobre todo centrándose en el comercio ilegal.
De los comúnmente llamados “impuestos al trabajo” o cargas laborales, casi un 70 por ciento evalúa que lo que el empresario aporta al sistema en concepto de jubilación es la carga más distorsiva.
Un 19,4 por ciento de los consultados puso a los costos de ART -tanto por ser calificados como por ser particularmente elevados en algunas industrias- en el segundo puesto.
Aun así, admiten que son costos empresarios muy difíciles de modificar porque algunas de estas recaudaciones se redirigen a obras sociales. Tienen impacto en el sistema de Aseguradoras de Riesgos de Trabajo, y en parte se dirige al gasto público como jubilaciones y pensiones.
De hecho, en 2016, de los recursos obtenidos por el Estado nacional $3 de cada $10 salieron de la seguridad social, mientras que los impuestos aportaron el doble, y $0,60 recursos aduaneros y otros.
Cómo ven la iniciativa en el ministerio de Hacienda
Consultado sobre qué proyección hace el Ejecutivo en el caso hipotético de que Mendoza asuma la potestad de administrar un “IVA provincial”, el ministro de Hacienda, Lisandro Nieri, fue cauto pero anticipó criterios.
“Lo que aporta cada actividad tiene correlación con la torta del PBG. Sin embargo, muchas actividades en la provincia tienen beneficios como la tasa cero, que se tendrá en cuenta a la hora de determinar la forma de administración del IVA”, señaló el funcionario.
Asimismo, sobre las distorsiones, el gran reclamo histórico de los contribuyentes que también refleja la encuesta del Cifem, para Nieri “algo que está claro es que la regresividad se corregirá notablemente; una cosa es gravar toda la facturación y otra a la renta”.
Acerca de la necesidad de ajustar la mira en la informalidad, el funcionario aseguró que “ATM trabaja sobre la informalidad todos los días… pero por la dispersión existente no es fácil establecer el nivel de presión”.
Y redondeó: "Todos coincidimos en la necesidad de una reforma. Ingresos Brutos, por su efecto cascada al gravar ingresos y no la ganancia, además de Sellos. Y el tributo nacional a transacciones y Créditos. Se necesita un esquema mucho más progresivo, pero también hay que hacerlo gradual por lo que implica para el estado actual de las finanzas. Ya empezamos a reducir alícuotas a 100 actividades; y asumimos un compromiso de seguir según el trabajo sobre la calidad del gasto y las metas macro del 17 y crecimiento del 3,5 del PBI".