Como ingenieros que son, los empresarios de la construcción hacen cálculos realistas. Y en ellos incluyen lo que hay y dejan de lado las promesas: inflación en los costos de los insumos, menos obra pública, más proyectos pequeños y unas 2.800 viviendas proyectadas a través del programa Procrear en Mendoza constituyen la realidad del sector, cuyos referentes descreen que el plan de blanqueo de dólares que lanzó el Gobierno nacional, a través de los Cedin (Certificados de Inversión), sea suficiente para reactivar al rubro inmobiliario.
"En nuestras proyecciones no estamos teniéndolo en cuenta", admitió Fernando Porreta, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción filial Mendoza, luego de inaugurar el flamante edificio céntrico de 14 pisos que será su nueva sede, y albergará las oficinas de varias firmas asociadas a la institución.
Por su parte, Santiago Laugero, de Laugero Construcciones, aportó una visión que, como la de muchos de sus colegas, refleja escepticismo. Para Laugero "si bien tampoco hay que descartar nada, hoy no tengo claro si el blanqueo puede generar algún efecto".
Ayer, la Cámara hizo coincidir el corte de cintas con la 123° reunión del Consejo Federal de la Construcción, que sesionó entre cerca del mediodía y la tarde en el Hotel Hyatt. En la ocasión, incluso directivos de otras filiales provinciales se pronunciaron sobre la situación de la actividad y la pretendida inyección de fondos que promete la Nación.
"Las provincias están más allá de lo que pueda resultar de un blanqueo de capitales, porque las economías regionales necesitan y dependen de fondos genuinos. Blanquear dólares sería un paliativo para grandes ciudades como Buenos Aires, pero en el interior del país la construcción, cuando la economía funciona, se ve favorecida por la inversión de los otros sectores: si se produce se invierte", analizó Carlos Arzelán, titular de la CAC en Salta.
Procrear y empleo
Paralelamente, desde la CAC asumen con inusual expectativa el impacto que promete el programa ProCreAr en Mendoza, teniendo en cuenta que la obra pública no pasa su mejor momento. De nuevo, se apoyan en indicadores concretos para entusiasmarse: con 2.830 la provincia es, fuera de Buenos Aires, la más beneficiada en el otorgamiento de cupos para la construcción de viviendas previstas en el plan nacional vía créditos hipotecarios. Una cifra que, en orden de importancia, se reparten entre Capital (1.100), Maipú (940), San Martín (400) y Malargüe (380).
"Hay que esperar, pero si se activan 2 mil viviendas del Procrear va a faltar mano de obra", señaló el titular de la Cámara en la provincia, luego de reconocer una desocupación superior al 9% según datos hasta febrero. La estimación apunta a, sin tener en cuenta el "efecto Vale", unos 1.500 trabajadores sin empleo, pero los empresarios destacan a la informalidad como problema de fondo.
Según datos de la entidad a nivel país, ya hay 35.000 contratos firmados para viviendas unifamiliares. "Ya están los primeros de multifamiliares o edificios. De hecho, un par lo tendrán ustedes los mendocinos, lo que sin duda va a dinamizar al sector", proyectó su presidente, Gustavo Weiss, para quien el desempleo, luego de caer en 2012, "está amesetado".
A juicio de Porreta, para quien hay casi 2 mil trabajadores informales más que en 2010, "a su vez para cualquier proyecto falta mano de obra especializada. Hay datos, pero nadie hace nada; se necesita trabajar por un indicador".
Apuesta a la obra pública
Aunque sin datos precisos todavía, se sabe que el Racop (Registro de Antecedentes de Constructores de Obra Pública) creció sustancialmente en Mendoza. Es que las licitaciones para la construcción de barrios, escuelas, infraestructura vial y energética son vistas como el otro motor para un 2013 flaco, que busca recuperar un ciclo como el del año pasado en el que la actividad cayó un 5%.
Un dato que ayer sobrevolaba las charlas de café es todo un indicador al respecto: la suba del precio del cemento, cuyas ventas interanuales treparon un 6%.
"Si bien el de los costos es un tema macroeconómico que se hace sentir, los proveedores prevén terminar el año un 5% arriba. Teniendo en cuenta que el año pasado se registró una caída de cinco puntos, estaríamos recuperándola, pero también se debe considerar que veníamos de un ritmo de crecimiento muy alto", añadió el bonaerense Weiss, para quien apostar a recursos vía Cedin "dependerá del volumen".
Antes, a la hora de los discursos, el directivo había remarcado la necesidad de reimpulsar la infraestructura, "para no quedar condenados al no desarrollo".
Para el salteño Arzelán "en un año eleccionario los Gobiernos deberían estar desarrollando una política más fuerte que la que pudieron llevar adelante hasta 2012".
Además, de acuerdo a los referentes consultados, con las grandes inversiones en suspenso, por ahora el sector subsiste con las pequeñas. "Las obras chicas, como refacciones y urbanizaciones de lotes, marcan el ritmo", aseguran.