Un empresario bonaerense quedó en la mira de la Justicia luego de ser atrapado in fraganti con su mucama metida en el baúl del auto, con el aparente propósito de violar la cuarentena e ingresarla en su casa del country. No obstante, el sujeto quedará aprehendido en el domicilio por el aislamiento que rige.
Según medios locales, el insólito hecho se produjo cuando los vecinos del barrio Sierras del Tandil denunciaron que Gustavo Cardinale había llevado dentro del maletero a la empleada doméstica. Aunque cuando los efectivos policiales le preguntaron por lo denunciado, el hombre manifestó que la mujer iba sentado en el asiento trasero del auto para evitar contagio de coronavirus y que no fue vista porque su auto tiene los vidrios polarizados.
En el marco del procedimiento, los agentes policiales se comunicaron con el fiscal y consultaron si el hombre merecía la detención. El oficial de Justicia no tomó la medida por el momento. El infractor será citado por la Justicia, pero mientras tanto quedó aprehendido en su casa por incumplir el artículo 205 del Código Penal: "Será reprimido con prisión de 6 meses a 2 años el que violare las medidas adoptadas por la autoridad competente para impedir la introducción o propagación de una epidemia".
En tanto, la trabajadora doméstica fue llevada a su domicilio por los oficiales de la Seccional Primera.
Una vez hecho público el acontecimiento, el propio Cardinale compartió un descargo en el que dio otra versión de los hechos, según replicó Infobae: "Vecinos, quiero aclarar el desafortunado incidente ocurrido en horas de la mañana. Yo tengo una empresa de transporte la cual está autorizada a trabajar ya que mi rubro es fundamental para la producción de productos agropecuarios. Para evitar contactos personales, hemos decidido enviar los camiones, los anticipos de dinero y las órdenes vía mail manteniéndonos cada uno desde su casa. Por lo tanto 8.30 de la mañana ingresamos con una empleada administrativa nuestra sentada en el asiento trasero para evitar contagios. Dicha situación ha llamado la atención de alguien que realizó una denuncia que derivó en la lamentable y ya conocida situación que originó esta errónea noticia publicada en el día de hoy".
El hombre, que se dedica a la construcción en una hormigonera, acompañó su explicación con la foto de una autorización extendida a nombre de una empleada de la compañía Cardinale S.A -que es proveedora de trigo candeal- y por ende está incluida en las actividades esenciales que deben seguir funcionando durante la cuarentena. En ese certificado que recibieron los conocidos de Cardinale se señala que la mujer -cuya identidad no se revela- “desempeña labores vinculadas con la actividad agropecuaria, suministro y comercialización de alimentos”.
El papel tiene un sello de la Comisaría Primera de Tandil de la Policía Bonaerense, que depende del ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Y está firmado por un oficial subayudante.