Los efectos económicos que trajo aparejada la pandemia del coronavirus tomaron por sorpresa a todo el sector comercial, y algunos se encontraron con que no tenían más opciones que cerrar sus puertas al público y esperar por la habilitación para trabajar, pero hubo quienes le encontraron la vuelta para crear productos nuevos, aplicar estrategias de venta que antes no necesitaban, o directamente para emprender desde cero.
Entre ellos, destacan las realidades de comerciantes de diferentes rubros que explicaron los caminos que siguieron para sumar herramientas que esperan mantener, aunque “la nueva normalidad” se instale en Mendoza.
Aun así, aseguran que el aislamiento no fue gratuito, y hasta en el mejor de los casos, la astucia les ha servicio para “empatar” sus costos, con respecto a sus ganancias.
La crisis de las crisis
Griselda está "tristemente" acostumbrada a reinventarse, en el año 2017 debió dejar su país, Venezuela, "por las circunstancias que todos conocen". Allá ejercía su profesión como sexóloga, pero a Argentina llegó sin título, las circunstancias no le permitieron hacer las validaciones, pero se las ingenió para no separarse de su área de interés y abrió una lencería en donde sus clientes encuentran el "valor agregado de que los atienda una profesional".
Así, la crisis sanitaria, y sus efectos económicos, pueden resultar menores en comparación a la realidad que a ella le tocó vivir, y fiel a su estilo, encontró la forma de “reinventarse”.
"Nos replanteamos la estructura del negocio e hicimos una página web (grisellingerie.com), sumamos publicidad y nos enfocamos en contactar a los clientes de forma online", explicó.
De todas maneras, Griselda sabe que su rubro requiere de la confianza con sus clientes, que se acercan consultando por “algo que les recomendaron”, o que vieron o leyeron en algún lado, y buscan su orientación, así que el asesoramiento no podía faltar, aunque cambiara la forma de atención comercial. “Empecé a hacer vivos en Instagram, y a responder consultas”, comentó.
Para llegar a este punto, la empresaria se sumó a los cursos de marketing y charlas virtuales que ofreció la municipalidad de Capital, y asegura que encontró las herramientas para mejorar ese espacio, que no cerrará, aunque le hayan permitido volver a abrir sus puertas en el local 30 de la galería Caracol.
"Estamos en la era de lo online, pero evidentemente la pandemia lo aceleró, y de a poco también podemos llegar a un público que quizás no se anima a venir en persona y comprar lencería o artículos de erotismo. La gente de Mendoza es conservadora, pero cuando se encuentran con un profesional que les habla desde el amor propio, y en pareja, sin vulgaridades, la gente se interesa, no se esconde y se da cuanta de que es una necesidad fisiológica", resumió Griselda.
Sumar nuevos productos
David Dávila es el responsable de Berlina y Kallpa, dos bares reconocidos de la provincia de Mendoza, quien se vio en uno de los sectores a los que más fuerte golpeó la crisis: el gastronómico y turístico.
“Yo básicamente trabajo bares, tengo uno en la Peatonal y 9 de Juio (Berlina), y Kallpa, en calle Arístides, un bar que tuvimos que cerrar a menos de una semana de su apertura”, explicó el comerciante.
La situación de Dávila empezó muy compleja, con una fuerte inversión recién arriesgada para la apertura de un nuevo comercio, y gastos en servicios que se acumulaban en sus dos locales a medida que el confinamiento se extendía en Mendoza y en todo el país. “Entramos en un déficit grande, y tuvimos que ver como reinventarnos”, agregó.
El primer paso fue tratar de aumentar sus ventas por delivery, pero el aumento en las comisiones de las empresas de reparto (alrededor del 30%) hizo que no fuera viable tratar de llegar al cliente con productos que debían aumentar mucho sus precios para ser rentables, o por lo menos no generar pérdidas.
“Empezamos a hacer el reparto nosotros, pero también era engorroso porque gastábamos más en combustible que lo que ganábamos con la venta, pero después de 15 días de aislamiento ya lo hacíamos más para permanecer que para obtener ganancias”, comentó Dávila y señaló que las cosas mejoraron cuando se permitió la modalidad “take away”.
Pero finamente, idearon una estrategia para “fidelizar clientes” y que una vez que todo pase, sigan abiertos canales de venta distintos a consumir en el local. “Desarrollamos ventas al por mayor que empezaron a funcionar, empezamos a enlatar y embotellar y a hacer packs de cervezas, con poca rentabilidad, pero ara que la gente los pueda buscar”, explicó.
Ahora, con el bar abierto, es posible consumir en el local, pero también comprar para llevarse “una promo” a casa con bajo precio. “Eso salió en el contexto de pandemia, pero vamos a seguir haciéndolo”.
Invertir y sumar empleados
Lucas Hernández explicó que antes del marzo trabajaban 7 personas en su empresa, incluido él y su socio (Felipe), dedicados a la distribución de mercadería para almacenes de barrio, pero cuando se decretó el aislamiento decidieron sumar dos personas más e invertir en una camioneta.
“Ya habíamos experimentado la venta directa al consumidor final, pero nos encontrábamos con que la gente muchas veces no se encontraba en su hogar para recibir el pedido y perdíamos tiempo y dinero, pero con toda esta situación la retomamos”, comentó Hernández.
"Contratamos una persona de marketing, invertimos en un sitio web (mayoristaenmendoza.com.ar o Add Distribuidora, en redes sociales), y estamos tomando pedidos. Cada zona (Guaymallén, Luján, Godoy Cruz, Capital y Maipú) tiene sus días y horarios de reparto, y tenemos precios que pueden ser hasta un 40% más bajos que los que encuentran en otros comercios", agregó.
El comerciante explicó que no cobran delivery, porque reconocen “el valor de la publicidad, y del boca en boca”. Es que, aunque por el momento no sea rentable llegar a las zonas más alejadas de cada departamento, esperan que las recomendaciones de sus clientes les permitan sumar más casas en una misma ruta de repartos.
"Los comercios siguen cerrando en las siestas, son pocos los que han adoptado el horario corrido, pero igual cierran a las 18. Así que hasta las 13 llevamos mercadería a los comercios, y desde ese horario en adelante a los hogares", sumó.
El crecimiento de Add distribuidora fue rápido, iniciaron en agosto del año pasado “vendiendo descartables, y los mismos clientes les pedían que sumaran artículos al reparto”, situación que Lucas y Felipe aprovecharon para crecer, y decididos a que la pandemia no los detuviera, decidieron invertir para continuar con una nueva modalidad de venta, que esperan sostener con los cambios de hábitos del público, y la adopción de las compras online.
Emprender desde cero
La situación de Matías es distinta, hoy es el dueño de "Purezza, artículos de limpieza", pero hasta marzo basaba su economía familiar en los ingresos que obtenía a cambio de su trabajo en el sector privado. "A raíz del confinamiento nos bajaron el sueldo un 40%, y tuvimos que emprender (junto a su familia) para complementar lo que no estaba entrando por ese lado", explicó.
"Publico a través de las redes (@PurezzaMdz en Facebook), en los estados de Whatsapp, tomamos el pedido, y dos veces por semana salgo a repartir", agregó.
Hasta el momento, la demanda está lenta “como le sucede a todo negocio nuevo, pero se está moviendo”, y gracias a su emprendimiento, Matías cuenta que ha podido recuperar lo que no le ingresó por su trabajo durante el mes de abril.
Cambios que llegaron para quedarse
David Dávila se ha convertido en un referente entre los dueños de bares cerveceros del centro y por ello durante el aislamiento y en la actualidad ha mantenido, junto a algunos de sus colegas, reuniones con autoridades del municipio. De las mismas surgieron nuevas reglas, que están decididos a hacer cumplir.
“Tenemos que respetar las nuevas condiciones, para no dar marcha atrás con lo logrado, y nosotros mismos vamos a velar por que los bares atiendan con normas de higiene, y al 50% de su capacidad. Tuvimos márgenes de ganancia cero antes de esto, y el viernes, al contrario, tuvimos que rechazar reservas, y eso hay que mantenerlo, con todos los cuidados”, señaló el empresario y destacó el apoyo recibido por la comuna, que incluso suspendió el cobro de las tasas por “mesa”.
Ahora, quieren trabajar en el cambio de hábito de los mendocinos, para que el horario corrido implique aumentar los “after office”, en lugar de que los clientes salgan de sus trabajos para luego volver al centro. Esto permitiría a los locales que “a las 6, 7 (hs.) de la tarde los locales estén vendiendo, y alrededor de la 1 de la mañana estar cerrando”.