Como podemos observar en el día a día Mendoza es una provincia en la cual los emprendimientos generalmente provienen de familiares que se asocian de manera informal comenzando con un pequeño emprendimiento, o particulares con una idea innovadora que apuestan a invertir en un proyecto quizás pequeño, que en muchos casos se transforma o no en una gran empresa.
Paro ellos e incluso para grandes inversionistas existen las sociedades por acciones simplificadas (SAS), creadas por ley 27.349 de Apoyo al Capital Emprendedor. La misma prevé un sistema de financiamiento colectivo o "crowdfunding" y la creación del Programa "Fondo Semilla".
Estas nuevas sociedades pueden ser constituidas por dos o más personas físicas o jurídicas y también de manera unipersonal. Esto abre las puertas a que quien emprende un negocio, aun cuando posea un pequeño capital pueda constituir una sociedad que se adapte a la medida de sus necesidades, con un capital mínimo equivalente a dos sueldos mínimos vitales y móviles de 19.000 pesos, obteniendo el beneficio de limitar la responsabilidad de los socios a la integración del capital suscripto, protegiendo así el patrimonio particular que no se confunde con el patrimonio social.
Su constitución puede realizarse por instrumento privado con firmas certificadas lo que las hace muy económicas. Cabe aclarar que si bien la norma prevé el uso de medios digitales y la inscripción dentro de las 24 horas, en Mendoza actualmente no se ha implementado.
Aun así su inscripción es más rápida que una sociedad anónima o una sociedad responsabilidad limitada. Los trámites para obtener la misma se hacen en Dirección de Personas Jurídicas, donde debe presentarse el instrumento constitutivo, acreditar publicación edictal, el porcentaje de integración del capital social y acompañar códigos tributarios por 5.670 pesos.
Para constituir una SAS la ley prevé ciertas limitaciones, pero es de destacar que hoy día pueden constituirse aun teniendo un capital social mayor a 10 millones de pesos, por lo tanto estas sociedades pueden ser adoptadas también por grandes inversionistas.
En ellas, los socios tienen un amplio ejercicio de la autonomía de la voluntad, determinando la estructura de los órganos sociales (órgano de administración y gobierno) y las normas que rigen el funcionamiento de los mismos.
La administración está a cargo de una persona física, no puede estar a cargo de una persona jurídica. Su designación puede ser por plazo indeterminado y se establece la facultad de prescindir del órgano de fiscalización (control).
La citación a reuniones del órgano de administración podrá realizarse por medios electrónicos. Las citaciones o comunicaciones a los socios deben dirigirse al domicilio expresado en el instrumento constitutivo, lo cual permite prescindir de la notificación por edictos.
También para ambos órganos pueden realizarse reuniones a distancia (comunicación virtual), que les permitan comunicarse simultáneamente entre ellos, sin la presencia física de sus miembros.
Sistema de financiamiento colectivo o “crowdfunding”
Crowdfunding es el término inglés para referirse a un grupo de personas que se encuentran apoyando económicamente a un proyecto o iniciativa.
La Comisión Nacional de Valores en orden a lo dispuesto por la ley de Capital Emprendedor lo regula en su resolución 717-E/2017. Sin ahondar en este tema, simplemente podemos decir que el crowdfunding estará conformado por "Plataformas de Financiamiento Colectivo" (PFC), las cuales actuarán bajo la forma de sociedades anónimas y tienen como objeto llevar a la práctica este sistema.
Contactan, acercan a quienes quieran invertir aportando recursos con quienes soliciten financiamiento en calidad de emprendedores de un Proyecto de Financiamiento Colectivo Individualizado, con el objeto de crear o desarrollar bienes o servicios. Todo ello con el objeto de fomentar inversiones y el desarrollo económico.
En Latinoamérica y el mundo operan páginas web que realizan crowdfunding; a modo de ejemplo podemos citar www.idea.me www.indiegogo.com.
