El mercado laboral ha ido cambiando, y es por eso que cada día se exigen más competencias en los candidatos a un empleo, pero no se trata solo de estudios, sino de "soft skills" o habilidades blandas que, de acuerdo a un equipo de especialistas de la consultora Randstad, solicitan las organizaciones. Trabajo en equipo, comunicación, flexibilidad, capacidad de resolución y organización conforman la lista de las competencias clave del momento.
Las competencias blandas o soft skills están relacionadas con la inteligencia emocional. En lo laboral, se relacionan con la capacidad para interactuar efectivamente con colegas, jefes y clientes y son complementarias a las habilidades duras, es decir, a las exigencias profesionales de conocimiento técnico para realizar una determinada tarea.
“Si bien las competencias duras y conocimientos técnicos y digitales seguirán siendo demandados por las organizaciones, las habilidades blandas están cobrando cada vez mayor relevancia en los procesos de reclutamiento, al punto que muchas las empresas están dejado de darle tanta relevancia al número de diplomas con los que cuenta un candidato, para fijarse más en su bagaje de competencias socioemocionales y de comunicación”, afirmó Andrea Ávila, CEO de la consultora de servicios de RRHH para Argentina y Uruguay.
El avance de la tecnología y la digitalización de la economía se están dando a un ritmo tal que su impacto en el mundo del trabajo es aún difícil de predecir, haciendo cada vez más efímera la vida útil de los conocimientos y habilidades. Diariamente, surgen nuevos conocimientos que comienzan a ser excluyentes para desarrollarse en muchas profesiones al tiempo que otros se hacen completamente obsoletos.
"En este contexto, debemos estar atentos a los cambios de un mundo del trabajo cada vez más complejo y trabajar activamente para mantener nuestra empleabilidad, que ya no depende tanto de lo que hemos aprendido en el pasado, sino del potencial y predisposición que tengamos para adquirir nuevos conocimientos y desarrollar nuevas habilidades", agregó Andrea Ávila.
Entonces, ¿qué se espera hoy de un candidato? Los especialistas en gestión del talento de Randstad aseguran que estas son las 5 habilidades blandas indispensables para cubrir cualquier posición:
1. Trabajo en equipo
Hablamos de la buena predisposición para trabajar en un proyecto común, subordinando los objetivos individuales a los objetivos de grupo, generando relaciones de confianza entre los integrantes. Implica tener una actitud cooperativa y sumar voluntades en un marco de responsabilidad y compromiso compartido y también poder poner en juego, de manera amable y respetuosa, las habilidades de liderazgo en caso de ser necesario para lograr los objetivos comunes.
2. Habilidad de comunicación
Ser comunicativo implica tener la habilidad de escuchar, ser honesto, abierto, empático, respetuoso con el otro. Supone la capacidad de observar, comprender y relacionar ideas y poder expresarlas de manera clara y ordenada. También se relaciona con la capacidad de hablar en público y presentar ideas y proyectos frente a una audiencia.
3. Flexibilidad y adaptación al cambio
Los expertos en recursos humanos buscan candidatos que puedan acomodarse a distintas situaciones y puestos de trabajo, que sean flexibles y a la vez tengan el aplomo para afrontar con éxito cualquier desafío que se les presente. La flexibilidad también se relaciona con la capacidad de integrarse de manera armónica en distintos equipos de trabajo y proyectos, que por definición son diversos, heterogéneos, multigeneracionales y multiculturales.
4. Capacidad de resolución y creatividad
Se relaciona con la imaginación, la intuición y la innovación, con el animarse a plantear ideas frescas y novedosas que ayuden al crecimiento de una organización. Tanto la capacidad de resolución como la creatividad son cualidades que están en el ADN de los buenos líderes, esos que se destacan del resto y saben cómo guiar a su equipo y motivarlo para alcanzar ese plus que hace la diferencia.
5. Organización y gestión del tiempo
Estos factores están asociados a la vez con valores como la responsabilidad y el compromiso, y se ven reflejados en actitudes y comportamientos como la puntualidad, la entrega a tiempo de tareas y el cumplimiento de los compromisos. Se trata de una competencia que influye particularmente en el funcionamiento general de la organización y adquiere mayor relevancia en un contexto en el que los ámbitos de trabajo abiertos y horizontales, así como la naturaleza multi-tasking del trabajo actual, pueden generar distracciones que alteren la performance de los colaboradores.