Mientras el Ejecutivo se jacta de haber acordado en un mes con 20 sectores, en la Legislatura todavía no pueden terminar de cerrar la paritaria 2019. Aunque siempre son los últimos empleados estatales en sentarse a negociar, esta vez la discusión se empantanó por el tratamiento del nuevo escalafón.
La patronal -representada por la vicegobernadora Laura Montero y el titular de Diputados, Nestor Parés- y los sindicatos -ATE y APEL- tenían intenciones de tratar el aumento de sueldos y el nuevo escalafón en la misma reunión pero una ola de rumores asociada al desconocimiento del proyecto por parte de los empleados generó revuelo en la Casa de las leyes y terminó con un llamado a plebiscito a favor o en contra del nuevo escalafón.
"La paritaria salarial va a ser el miércoles 26 diciembre con las dos propuestas que se han manejado hasta ahora (incremento mensual automático o 23% en cuatro tramos con cláusula gatillo). Eso está casi cerrado", explicó Parés.
"Yo en la sesión de esta semana ya sabía del descontento del personal por el escalafón y decidí que en estas condiciones no vamos a firmar. Por lo tanto decidimos con Laura Montero continuar trabajando en el tema en febrero", agregó.
En el mismo sentido se expresó el secretario legal y técnico de la Legislatura, Pedro Mosso: "El escalafón es un pedido de los empleados legislativos que tiene más de 20 años. Cuando llegamos empezamos a trabajarlo y la primera conclusión se hizo en noviembre".
"El escalafón prevé ascensos verticales por clase y horizontales de grado a través de la capacitación. Todos se traducen en un incremento salarial", agregó.
Desde ATE aseguraron que no han recibido el proyecto final del escalafón. "Son tres etapas: articulado, nueva estructura salarial y reescalafonamiento. Veníamos trabajando bien pero en la segunda fase la patronal nos dejó afuera de las reuniones y después extraoficialmente empezó a circular la versión de que íbamos a tratar todo junto en la paritaria", dijo el delegado Samuel Zonino.
Por su parte, el dirigente de APEL Gustavo Ramón se mostró disgustado ante la postergación. "Hay connivencia de algunos sectores políticos y de los gremios minoritarios para que no salga el escalafón. Es la quinta vez que la política se opone a un escalafón. La Legislatura sigue apostando a un sistema de amiguismo. El escalafón se ha trabajado durante tres años y establece no más ingresos o ascensos a dedo. Todos serán por concurso".
Ayer a la mañana llamó la atención una mesa de votación en medio de uno de los pasillos del Senado. "Hicimos un plebiscito para que los empleados votaran por Sí o por No al proyecto borrador de escalafón. Queremos que la patronal presente la simulación con la estructura salarial y la grilla de reescalafonamiento. Y han votado más de 250 personas", dijo Zonino.
El plebiscito convocado por ATE cerró con 279 votos por el NO y 21 por el Sí. Pero desde APEL aseguraron que ellos tienen más de 400 firmas a favor del escalafón.
Uno de los rumores más fuertes que sonaba en los pasillos de la Legislatura era la posibilidad de que se usara el escalafón para incorporar personal temporario a la planta permanente, posibilidad que fue descartada por Parés.
Más de 1.000 empleados
En la Legislatura trabajan unas 1200 personas, entre ellas los 48 diputados y 38 senadores con sus asesores, además de los funcionarios y jefes que en su gran mayoría se van cuando termina la gestión.
Por lo tanto, empleados administrativos y técnicos son unos 700. Algunos llevan más de 30 años en la misma categoría. Están representados por tres gremios: APEL, ATE y UPCN (éste sin afiliados suficientes para paritar).