Empleados del Instituto de Juegos y Casinos de Tunuyán se manifestaron ayer en defensa de su fuente laboral. Consideran que distintas iniciativas locales pretenden fomentar en la comunidad valletana el rechazo hacia el juego estatal y temen que las modificaciones que hoy se estudian puedan afectar a sus actuales empleos.
La medida de protesta surgió después de que se dieran a conocer dos proyectos de ordenanza que se estudian en el Concejo Deliberante tunuyanino: uno para reducir los horarios de atención en la sala, que funciona sobre la Avenida San Martín, y el otro para que sea una comisión tripartita local (municipio, CD y tercer sector) la que decida sobre la apertura de futuras salas y otras cuestiones.
Además, hace unas semanas, la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura había realizado una presentación ante Fiscalía de Estado para oponerse a la suma de nuevas salas y máquinas en el territorio departamental, haciendo hincapié en el daño social y la "competencia desleal" que esta actividad ha significado para los comercios del centro de la ciudad de Tunuyán.
Con el apoyo de referentes de ATE y de los gremios del sector, una centena de trabajadores estatales y privados de este casino de Mendoza se reunieron en asamblea en la mañana de ayer. Ya habían reunido firmas y presentado notas ante Fiscalía y autoridades provinciales semanas atrás.
Ayer, después de mantener una asamblea durante toda la mañana, los empleados en cuestión cortaron media calzada de la ruta 40 (calle San Martín) y prendieron gomas en reclamo por su situación. En total, los que cumplen funciones en este casino son 90 empleados directos: 28 estatales, 35 que dependen de la firma privada que tiene a concesión el lugar y 20 que trabajan para empresas proveedoras.
"Esta es una reacción lógica a lo que entendemos un ataque sistemático al juego estatal", expresó Martín Caín, titular del gremio UPJ (Unión Personal de Juegos y Casinos), quien sostiene que el objetivo parece ser el cierre de los casinos del Estado.
El gremialista cuestionó los proyectos surgidos en la Legislatura provincial (del senador Gustavo Cairo) y en el Concejo local porque "pretenden sacarle poder de control, explotación y regulación al Estado sobre esta actividad".
El Casino de Tunuyán fue inaugurado el 21 de diciembre de 2006, durante el gobierno de Julio Cobos. Previo proceso licitatorio, se le adjudicó su concesión a la firma Ivisa SA y, ante el vencimiento de esta licencia, ahora correría un nuevo proceso licitatorio. De allí radica la polémica, pues algunos dicen que se estudia ampliar el número de máquinas o abrir nuevas salas.
"Nadie se opone ni quiere perjudicar a los trabajadores. La reducción del horario del casino no tiene por qué ir acompañada de despidos, más bien se puede hablar de reforzar el personal y la atención en ciertos turnos", apuntó Paulo González, el concejal radical que presentó los polémicos proyectos de ordenanza.
"Lo que hay que tener en claro es que el Estado no tiene que estar al servicio sólo de los trabajadores, sino de los ciudadanos en general", dijo.
En realidad, sólo logró tener comisión hasta el momento la iniciativa de creación de una comisión reguladora local del negocio, que rescate la autonomía local sobre estas cuestiones. Según expuso González, distintos sectores han estado estudiando y debatiendo al respecto, incluso desde la Cámara y los trabajadores del Casino. La medida que es más cuestionada es la reducción de horarios y que el Casino comience a funcionar desde las 16.
Por su parte, los empleados defendieron el control y regulación del Estado sobre los sitios de juego. También, la ayuda financiera que esta actividad significa para el quehacer municipal (en cuanto las tasas que aportan son muy altas) y de distintas organizaciones locales. En Tunuyán, el Casino colabora con la Liga de lucha contra el Cáncer del Valle de Uco y con la biblioteca pública Manuel Estevez del departamento.