Fernanda Ángeles Urquiza (29) recibió esta semana su nuevo Documento Nacional de Identidad, un asunto que comenzó a tramitar hace poco más de 4 meses, luego de que el Congreso aprobara la Ley de Identidad de Género. Dice que es un sueño cumplido y es el segundo en unos pocos días ya que desde el 1° de octubre, Fernanda trabaja para la comuna de Rivadavia, en Desarrollo Social.
"Somos un país de avanzada en la legislación que defiende los derechos de las minorías sexuales, pero todavía hay barreras culturales a vencer, porque no son muchas las trans que consiguen trabajo en una empresa o en el Estado. En mi caso, soy la primera que lo hace para un municipio", dice Fernanda o "Teté", como la conocen en Rivadavia y en buena parte de la zona Este, donde es un referente para la comunidad de trans, gay y lesbianas.
Durante los últimos 10 años, Teté trabajó por la salud y los derechos de las minorías sexuales, brindando información, contención y también repartiendo preservativos. Lo hizo desde el 2003 con la ayuda del hospital Saporiti, de Rivadavia y más tarde, con un programa de radio que desde 2009 condujo los miércoles de 23 a 1 por la FM 94.5.
"La propuesta era la de hablar de nuestros problemas, de la discriminación y de las enfermedades, y poco a poco fuimos ganando audiencia y llegamos a tener 800 mensajes por programa. Se hizo un lazo con toda la comunidad gay tan fuerte que en noviembre volvemos con el programa", dice Fernanda desde una de las oficinas de Acción Social, donde ahora cobra un sueldo por seguir con esa tarea que siempre hizo en forma gratuita, la de concientizar sobre enfermedades de transmisión sexual y los derechos de la diversidad.
Ruth Canciani es directora de Acción Social de la comuna y señala que Teté tiene una llegada a ciertos sectores de la comunidad, que es fundamental para que el proyecto municipal de promoción y protección de los derechos tenga un mayor efecto: "Trabaja mucho y está muy comprometida con lo que hace", dice Canciani.
A partir de esta semana Teté Urquiza comenzará a dar talleres de educación sexual en algunos centros de educación primaria para adultos (CEBA): "En esas escuelas hay muchas compañeras trans y a veces, los docentes no saben cómo tratarlas. Lo que queremos no es solo llevar preservativos e información sobre salud sino que se conozcan sus derechos". Fernanda cuenta que desde que tiene memoria se sintió mujer: "De chico supe que estaba en un cuerpo equivocado y es difícil llevarlo adelante cuando hay tanta discriminación. Me crié en La Dormida (Santa Rosa) y no era sencillo en aquellos años mostrarse como mujer, pero siempre tuve el apoyo de mi familia y eso ha sido muy importante en mi vida".
Aunque está feliz con su nuevo documento de identidad, dice que el resto de los trámites no han sido sencillos: "El sistema no está aceitado y completar los papeles que me pedían en la comuna fue todo un lío. Ir a pedir el certificado de la escuela primaria, donde sale mi nombre de varón y explicarle a la directora que era para mí y que ahora soy mujer fue toda una odisea.
Lo mismo me pasó en la AFIP, estuve toda la mañana porque los empleados no sabían cómo tenían que tramitar mi monotributo. Supongo que son cosas que se van a resolver con el tiempo, al menos en la Afip de Rivadavia y en mi escuela primaria ya sabe cómo hacerlo".
Dice que luego de tantos años de militancia, por fin se siente realizada: "Creo que este trabajo es un reconocimiento a una labor que no ha sido fácil, es un sueño realizado".