A partir del lunes, el Gobierno nacional redoblará la vigilancia sanitaria para mejorar el nivel de integración entre el sistema público de salud y el privado, para saber con exactitud cuántas camas hay para pacientes graves y cuántas para aislamiento preventivo.
En medio de la pandemia de coronavirus, el Gobierno avanzará con un endurecimiento de la fiscalización y eventuales sanciones para que las clínicas e institutos privados informen minuto a minuto, porque para esta crisis "hay un solo criterio y es el solidario".
Así se lo explicó a Los Andes el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa. El objetivo es, dijo, construir un "sistema solidario y transparente" para lo que vendrá, dado que se espera el pico de infectados para entre el 15 de abril y fines de mayo.
Actualmente, el Comité Ejecutivo Nacional de crisis que lidera el ministro de Salud, Ginés González García, mantiene tres niveles de vigilancia: de fronteras (que fueron cerradas), epidemiológica (para analizar el avance del virus) y de laboratorios.
Además, en el Comité hay un área específica que trabaja las 24 horas en línea con clínicas, sanatorios, hospitales, obras sociales (nacionales y provinciales) y empresas de medicina prepaga.
Lo que se busca, dijo Costa, es que el sector privado y las obras sociales "acompañen, porque esto no va a distinguir ningún tipo de frontera administrativa ni jurisdiccional, por lo que el desafío es afrontar la pandemia todos juntos y con un mismo criterio".
Por ello, con un nuevo desarrollo virtual generado por el Gobierno, se pondrá en marcha el lunes un régimen de seguimiento de infraestructura, un reajuste del ya existente Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA).
Cuántas camas hay
Según datos del Registro Federal de Establecimientos de Salud (REFES) a los que accedió este diario, en Argentina hay 26.985 establecimientos de salud desde sala de primeros auxilios, pasando por laboratorios hasta clínicas y hospitales de alta complejidad, públicos y privados.
De ellos, el 79,9% no tiene infraestructura para internación. En el otro 20,1% se distribuyen unas 221.000 camas. De ese total, 8.500 son de terapia intensiva de adultos y 1.850 son de terapia intensiva pediátrica; todas estas con respirador artificial.
Además, según la distribución, hay 90.000 camas "generales" (en sala común o pabellón) 86.000 más de internaciones prolongadas; 10.500 pediátricas; 9.000 en maternidad; 6.600 de neonatología; 6.000 camas especiales; y 2.550 de "hospital de día".
Esos son datos actualizados hasta agosto de 2019. Es la información más actualizada con la que cuenta el Comité Ejecutivo Nacional. Pero ahora, por las estrategias contra la pandemia, se prevé que la disponibilidad de infraestructura crecerá y el Gobierno lo quiere ir midiendo.
Además, se están construyendo ocho hospitales de emergencia en el país. Cada uno sumará 24 camas de terapia intensiva, 46 de internación, boxes de aislamiento, poliductos de cabecera de alta complejidad, además de centrales de oxígeno y humidificación y de aire comprimido.
Como no se sabe con exactitud cuál será la magnitud de la pandemia en Argentina, gobernadores e intendentes salieron a montar hospitales de campaña en clubes y galpones para que se incrementen las camas de aislamiento de casos leves.
Sistema solidario
Costa dice que, como el criterio es uno solo, todo el sistema de salud (público y privado) deberá reportar en el nuevo sistema cuántas camas y respiradores tienen, cuántas se ocupan o liberan. Tendrá que ser minuto a minuto para cooperar con el sistema federal de derivaciones.
Ocurre que la gestión de la salud pública es provincial. El rol de Nación es de rectoría, coordinación y apoyo a través de los hospitales nacionales como el Posadas. Pero la pandemia exige un más alto nivel de sinergias y coordinación.
Además, en el Gobierno nacional destacan un dato: de acuerdo a la composición del gasto público en salud por jurisdicción, el 50% está a cargo de Nación; el 42% es fondeado por provincias con presupuesto propio y el 8% restante por los municipios.
En esta crisis, dice Costa, cada clínica, prepaga u hospital va a estar buscando darles respuesta a sus pacientes directos cuando llegue el pico de contagio. Pero en un determinado momento se va a agotar la capacidad propia. Y lo que sucederá es que uno necesitará del otro.
Y si bien ya existe un sistema básico de derivaciones que lo administran las provincias, se ejecutará un nuevo método, para que los pacientes vayan siendo dirigidos a los centros de asistencia de acuerdo a la complejidad del cuadro que los afecta.
Así, muchos ciudadanos que se enfermen y no cuenten con ninguna cobertura podrían terminar internados en clínicas de las prepagas. Salud anunciará próximamente medidas de financiamiento sanitario para cubrir esos costos al sector privado.
Por este motivo, se está desarrollando a contrarreloj la "Red de Centros Asistenciales Covid-19". Las provincias están definiendo cuáles son los centros priorizados de referencia para los sospechosos de tener coronavirus y para aquellos casos graves.
Para que el sector privado no se distraiga, el Gobierno está alistando el "fortalecimiento de las normativas" ya existentes, según reveló Costa. Como la coordinación exige la participación fluida de todos, la Superintendencia de Servicios de Salud incrementará su actividad.
Ya existe un "Régimen Legal de las Enfermedades de Notificación Obligatoria" que está regulado por la Ley 15.465, reglamentada en 1964. Allí está la lista de enfermedades sobre las que se debe informar en detalle a Salud de Nación. Ahora se sumará el coronavirus.